◇VEINTE◇

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¿Cómo te ha ido, mí pequeño rayito de sol de la mañanero?—preguntó Jes. Bible ya había pasado por el trasplante que necesitaba sin mayores complicaciones y estaba en la camilla del hospital escribiendo en su cuaderno para pasar el rato.

Jes se había pasado la tarde buscando un regalo para Bible, así que había llegado bastante tarde luego del trasplante y de que el chico despertara, pero por fin había conseguido un peluche decente, un perrito de husky siberiano que era sumamente adorable.

Bible rió por su apodo tonto y recibió el peluche con brazos abiertos, abrazándolo.

—Excelente, mí cachorro nocturno de lince ibérico.

—Oh, ibérico, como el jamón—dijo Jes y Bible rió muy divertido—. Qué por cierto, tengo hambre, ¿vamos a comer algo?

—Aún no me dan el alta, Jes—dijo Bible, el pelinegro hizo un puchero—. Pero cuando salga de aquí, sí, mi vida.

—Oh, y mira, he escrito más poemas.
—Hacía mucho que no escribías poemas, Bible—comentó el mayor, se sentó a su lado en el borde de la camilla—. ¿Puedo escuchar uno?

—N-No está terminado—murmullo Bible, negando.

—A ver~~—Jes le hizo ojitos.
Bible tenía las mejillas ya rosadas y comenzó a leer con su tierna voz.

—<<He caído de un acantilado, he aterrizado en tus brazos, tus manos han limpiado mis lágrimas, tus besos, mi alma... En tus ojos hay una guía, grande mi suerte porque es mía, en tus manos acunas mi vida, en las mías conservo tus días>>

Jes estaba ruborizado y sonreía como un tonto. Bible lo miró con el ceño fruncido y apretando sus labios.

—No me convence...

—Es hermoso.

—Te dije que no está terminado.

—Te está quedando hermoso.

Bible se quedó sin palabras y rió totalmente avergonzado. Quería que ese poema fuera el mejor de toda su vida, que fuera lo más acertado y bonito, porque era para su Jes, para quien estaba con él en el momento más feo de su vida y aún así no huía, aún así lo amaba, aún así lo trataba de forma excelente.

—Es para ti—dijo el menor, mirándolo a los ojos con una sonrisa.

Jes llevó una mano al pecho y abrió su boca fingiendo gran sorpresa.

—¿Mí? ¿Yo? ¿Myself?

—Sí, tú, el idiota—contestó Bible.

—Eso me ofende.

—Todo te ofende—Bible se encogió de hombros.

—¿Sabes qué también me ofende? Que no te haga ni un puto poema porque soy un asco para esas cosas.

Bible negó.

—Yo no necesito que me escribas poemas, mi vida, ya me tratas muy bien y me encantas, no necesito rimas, y tú tampoco, para demostrarme que me amas, eres así de maravilloso.

Jes asintió ligeramente e hizo un puchero.

—Iba a continuar diciendo que como no sabía hacer poemas pero sabía tejer... ¡Nos tejí gorros de pareja!—dijo, sacando una bolsa que traía escondida en su buzo y haciendo a Bible reír.

—¿Otro gorro de pareja más?

—Pudrete Wichapas, tú me convertiste en esto—Jes sacó los gorros, uno era negro y otro era rosa, y tenían un detalle estúpido que hacía al mayor muy feliz—. Tienen orejas de gatito.

Bible sonrió con ternura y tomó el gorro rosa, viendo las orejas de gatito que había tejido y cosido al gorro, y asintió encantado.

—Sí que somos unos tontos cursis—dijo Bible, colocándose el gorro y acomodando sus orejas al frente.

—Ser tonto es la clave de la felicidad.

—Entonces soy muy tonto contigo.

—Soy el más tonto del mundo.

Historia original de bluchi95

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