( 🎰... ) 𝐁𝐀𝐉𝐎 𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐃𝐎 ୨୧
Sienna Thompson es una adolescente obligada a llevar una vida lujosa y elegante, pero su verdadero sueño de vida es vivir como los Pogues lo hacen, y cierto rubio iba a cumplirle ese sueño...
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𝐎𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞.
𝐋𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐑𝐓𝐈𝐑 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔 𝐏𝐀𝐃𝐑𝐄 𝐘 𝐒𝐔𝐒 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒, Sienna fue a acostarse, respondía unos mensajes que Tyler le había dejado, y para ser honestos, estaba harta.
Tyler había estado intenso con Sienna luego de que ella ya no pasara tiempo con él o siquiera le mandara mensajes.
Sabia que era porque la rubia había estado todos estos días con los Pogues y eso a Tyler le hacía hervir la sangre, más cuando sabía que estaba con ese estúpido rubio Pogue, JJ Maybank.
Sienna rodó los ojos y luego de responderle a Tyler que ella estaba bien y que se iría a dormir, se acomodó para dormir, dejando su teléfono en la mesita de luz que tenía a un lado de la cama.
A los minutos, su teléfono sonó, lo ignoró sabiendo que era Tyler, pero volvió a sonar, esta abrió los ojos y luego los volvió a cerrar, era tarde y no estaría respondiéndole los mensajes a su insoportable novio porque era un simple capricho.
Por que además de estarle encima todo el tiempo, le reprochaba de que había estado con los Pogues en vez de con él.
El sonido de su teléfono volvió a sonar y esta vez Sienna abrió los ojos enfurecida y levantó el torso para apoyar su brazo derecho en la cama y así quedar un poco levantada.
Agarró bruscamente el celular, decidida a mandar a la mierda a Tyler por no dejarla dormir a gusto pero se llevó una gran sorpresa al ver que el de los mensajes no había sido su novio, si no un rubio particular que le hacía tener sensaciones raras en todo su cuerpo.
Cuando abrió el mensaje el primero decía: "Ey, Sienna". Luego leyó el segundo: "¿En serio estás dormida?". Y luego el último: "Mira por tu ventana :)".
Sienna, confundida, se destapó dejando su teléfono en donde estaba antes y se levantó yendo directamente hacia su ventana, se asomó y fuera de esta estaba el rubio parado fuera de la casa.
Este le sonrió cuando la vió mientras guardaba su teléfono en su bolsillo trasero, viendo que ella ya estaba asomada.
Sienna le sonrió de igual manera, para luego susurrar bastante alto como para que este la escuchara —; ¿Qué estás haciendo aquí a las doce de la noche?
— ¿Vas a bajar o qué? Tengo frío. — y entendió que tendría que bajar, no iban a estar sonriéndose toda la noche por la ventana.
La rubia salió de la ventana y fue hacia su armario en busca de una campera calentita, optó por una que le había robado hace meses a su mellizo, el cual estuvo preguntando por esa campera por semanas y ella simplemente decía que no sabía dónde estaba — obviamente si sabía —.
