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¿Realmente estoy haciendo esto? pensé, no por primera ni por décima vez, mientras entraba por las puertas delanteras de Electric Sound Studio. Me había estado pellizcando desde que recibí la llamada del propio Choi Soobin, diciéndome que había visto mi cinta de la audición, y ¿si podría venir a verme cara a cara con él y el resto de TBD?

¿Conocer a una de las bandas de rock más grandes del mundo? ¿A la audición como su cantante principal? Era surrealista.

Pero cuando contacté con la recepcionista y ella señaló el pasillo al estudio 1B, la emoción inicial que sentí cuando Soobin llamó doce horas antes comenzó a transformarse en una ansiedad total.

¿En qué demonios estaba pensando cuando envié ese video? Pero alguien tenía que ponerse en el lugar de Jung Wooyoung. ¿Por qué no podía ser yo?

Mis pasos se tambalearon, y casi dejé caer la funda de mi guitarra cuando doblé la esquina y miré el largo pasillo. Las paredes estaban forradas con lo que parecía terciopelo negro, lámparas de araña brillaban cada pocos metros, y al final del pasillo, detrás de la puerta con '1B' grabado en plata, estaban los chicos de TBD. Una banda a la que había escuchado durante una década, a lo largo de todos mis años de formación, y ahora aquí estaba, al borde de algo que podría cambiar mi vida.

Pero no podía moverme. Si me diera la vuelta y saliera por la puerta ahora, no tendrían la oportunidad de rechazarme, y entonces podría vivir el resto de mi vida sin la angustia aplastante que ese desaire me traería.

O... podría ser un hombre, entrar en esa habitación, y mostrarles exactamente por qué era el hombre perfecto para el trabajo. La vida se trataba de riesgos, ¿verdad? Si no lo intentaba, no fallaría, pero tampoco llegaría a ninguna parte, y no me contentaría con tocar covers en antros casi vacíos por el resto de mi vida. No cuando sabía de lo que era capaz.

Con mi decisión tomada, di un paso adelante justo cuando se abría la puerta del estudio 1B y Choi Soobin apareció en la entrada, gritando por cuatro whiskeys. Cuando me vio, sus ojos se iluminaron y me hizo señas para que me acercara.

—Hola —dijo, sonriéndome, y casi miré detrás de mí para asegurarme que no había nadie más—. Veo que encontraste bien el lugar.

Obligué a mis pies a seguir moviéndose mientras asentía.

—Sí, hola.

—Hola. —Soobin miró por encima de su hombro, volvió al estudio y luego me miró de nuevo cuando me detuve frente a él.

De pie era más alto que yo, con una mata de pelo oscuro que era más largo en la parte superior y peinado hacia atrás de una manera que gritaba indiferencia, aunque probablemente le había tomado una media hora perfeccionar. Era tan extraño verle ahí parado con vaqueros normales y una sudadera con capucha en lugar de la personalidad de rock que usaba en el escenario.

—Soy Soobin —dijo, extendiendo la mano como si todos en el mundo libre no supieran quién era.

—Beomgyu. —Cambié la guitarra a mi otra mano y le di un apretón de manos firme.

Una de las cejas de Soobin se levantó.

—¿Usas tu verdadero nombre?

—¿Tú no? —Salió antes que pudiera detenerlo, pero en vez de ofenderse, se rió y me dio una palmada en el hombro.

—Me gustan los sabelotodo. Ven a conocer a los chicos.

Me llevó adentro, e inmediatamente mis sentidos se sintieron abrumados. Lo primero que noté fueron las gruesas cortinas de color carmesí que cubrían hábilmente de piso a techo y que ocupaban toda una pared. La segunda cosa que me llamó la atención fue la enorme araña en medio de la habitación que hacía que los que estaban en el pasillo parecieran hormigas. Dios mío, así es como vive la otra mitad.

—Hola, hola —dijo una voz detrás de mí, y con su mano sobre mi hombro, Soobin nos dio la vuelta hasta donde Taehyun, el teclista de TBD, entraba.

Vestido con una camisa de manga larga negra y pantalones a juego, Taehyun era el encantador integrador de la banda, lo cual era evidente cuando se puso delante de nosotros.

—Llegas tarde —dijo Soobin.

Taehyun lo ignoró y me dio una sonrisa ganadora.

—Tú debes ser Beomgyu.

—Y tú eres Taehyun—le dije. Mientras le estrechaba la mano, era difícil no ver el Audemars Piguet dorado en su muñeca, o los diamantes guiñando en los anillos de sus dedos.

—No me perdí el espectáculo, ¿verdad?

—No, acaba de llegar —dijo Soobin, echándole una mirada que me hizo pensar que la llegada tardía de Taehyun no era inusual.

—Entonces no llego tarde. —Taehyun guiñó un ojo y luego se dirigió a donde los otros dos miembros de TBD estaban tendidos en los sofás de terciopelo frente a una fila de ventanas.

Mierda. Están justo ahí.

Cuando Soobin me llevó al frente y al centro, asintió hacia el hombre cubierto de cuello a pie con coloridos tatuajes.

—Beomgyu, te presento a Kai.

Con una mirada penetrante y una altura impresionante, el baterista de TBD podía parecer intimidante, pero no era el chico malo de la banda. No, ese honor era para el hombre del sofá de enfrente.

—Y este es Yeonjun—dijo Soobin, y mientras miraba al guitarrista principal, mi primer pensamiento fue que el tipo no parecía muy contento de verme.

Con un tobillo sobre su rodilla, y acariciando casualmente su labio con su dedo índice, su lenguaje corporal podía parecer relajado, pero sus ojos oscuros decían algo completamente diferente. Estaban entrecerrados, evaluadores, y aunque no supiera de mis años de seguir a la banda que él era el crítico más duro del grupo, aún así habría sido cauteloso basado en esa mirada.

Observador, pero rápido al atacar... eso era lo que afirmaban todas las historias sobre él a lo largo de los años.

Mi corazón empezó a latir un poco más fuerte, y recé para que no pudieran oírlo.

—Chicos, este es Beomgyu. Vi el video que me envió anoche... muy bueno. — Soobin volvió a mirarme y me dijo—: Muéstranos lo que tienes.

—De acuerdo —dije, pero mi voz salió áspera.

La puerta del estudio se abrió de nuevo, y una mujer entró con una bandeja de cuatro vasos medio llenos de líquido ámbar. Ella le pasó uno a cada uno de los miembros de la banda, y cuando Soobin tomó el suyo, me lo ofreció.

—¿Necesitas un poco de coraje líquido? —preguntó.

No era de los que beben licor fuerte a primera hora de la mañana, pero no estaba seguro de poder pasar esta audición sin él, así que tomé el vaso con gratitud y me lo tragué de una sola vez.

Fue una quemadura suave al caer, nada como las cosas baratas a las que estaba acostumbrado. Pero por supuesto que no lo era. Este era el gran lugar, con candelabros y terciopelo en los estudios en lugar de cajas de huevos rasgadas cubriendo una habitación del tamaño de un armario.

Con cuatro pares de ojos sobre mí, me incliné para desenganchar la funda de mi guitarra, lo que logré hacer en el primer intento... increíble, considerando que mis manos habían empezado a temblar.

Sólo respira. No pienses en los dioses del rock sentados a dos metros de distancia. Son sólo otro grupo de gente medio escuchando en un antro.

Sujeté la correa de mi guitarra y afiné, y cuando estaba listo, me pasé los dedos por el pelo, respiré profundamente y me enfrenté a los cuatro hombres que sostenían mi destino en las palmas de sus manos.

—¿Quieren que toque algo en particular? —le pregunté. Soobin agitó la cabeza.

—Lo que quieras.

—Correcto. —Afiné las cuerdas tranquilamente mientras debatía si debía intentarlo con uno de los mayores éxitos de TBD, y después de unos segundos de deliberación, pensé, joder, ve a lo grande o vete a casa y empecé a tocar las notas iniciales de 'Más que suficiente'.

Cerré los ojos, tarareando junto con la introducción, y luego... comencé a cantar.

Mi ángel caído (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora