El Cazador Que Quiere Vivir de Manera Tranquila (BL)

Capitulo 13

En un instante, las espinas negras se extendieron y cayeron sobre él. Ignorando las espinas que amenazaban con abrumarlo, Ui-aje torció el cuello del hombre con indiferencia.

Pudo sentir claramente cómo los huesos del cuello del hombre se rompían bajo su agarre, y luego la cabeza del hombre se movió en una dirección extraña. Su cuerpo se quedó inerte mientras la última luz se desvanecía de sus ojos vidriosos.

"Esta es la gota que colmó el vaso."

Ui-jae murmuró con voz molesta e inspeccionó su cuerpo. Su ropa estaba rota en algunos lugares, pero no había un solo rasguño en su cuerpo. Algunas de las espinas que habían intentado hundirse incluso se habían doblado hacia afuera. Después de sacudirse el polvo de las manos ensangrentadas, se puso de pie y sacudió la cabeza.

¿Qué pasa? Pensé que solo salían de noche.

Si estuvieran arrastrándose a plena luz del día, seguramente se notaría su presencia. No había forma de que los cazadores normales no hablaran de ellos también.

Pero nunca he oído hablar de nada parecido.

De repente, la imagen de una máscara de gas apareció en su mente. Ui-jae se rió entre dientes y murmuró:

"Pensé que significaba no contarle a la gente sobre su existencia..."

¿Y si eso significara no dejar que nadie supiera de su existencia? Controlar la información para mantener la confidencialidad era algo habitual, así que no le sorprendió, pero...

Ui-jae frunció el ceño. Si ese era el caso, ¿por qué la máscara de gas lo dejó ir? Habría sido más fácil matarlo sin tener que mantenerlo con vida.

En ese momento, escuchó pequeños movimientos y jadeos provenientes de la casa de Haejang-guk. Ha-eun debió notar lo silencioso que se había vuelto afuera, porque se acercó a la puerta. Ui-jae escondió el cuerpo del hombre en la basura por si acaso, luego corrió hacia la puerta y golpeó con el dorso de la mano.

"Ha-eun, soy tu tío, ¿puedes abrir la puerta?"

Acercó deliberadamente su rostro al cristal y agitó la mano, y el candado se desprendió con un pequeño gesto. Ha-eun se sentó, abrazando su mochila y temblando ligeramente. Después de verlo, sus piernas parecieron relajarse.

Él se inclinó y se puso en cuclillas a la altura de sus ojos.

"Está bien. Ya no hay nadie aquí. Se han ido".

"¿Desaparecido?"

Sus ojos llenos de lágrimas se volvieron hacia Ui-jae. Al ver su rostro bañado en lágrimas, se mordió el interior de la boca.

¿Lo maté demasiado amablemente?

Ha-eun arrojó su mochila al suelo y agarró la mano de Ui-jae. La mano vendada que él había sostenido una vez cubrió su pequeña mano.

La niña yacía en la cama, con todo el cuerpo envuelto en vendas, sin poder hablar. La única forma en que podía comunicarse era chasqueando los dedos. Cuando los movía, Ui-jae le acariciaba la cabeza o le sostenía la mano.

Mierda...

Su estómago rugió. Ui-jae bajó la mirada, abrazó a Ha-eun y le dio unas palmaditas en la espalda con la mano izquierda.

"Está bien."

"...."

-Ya está todo bien. Tenías miedo, ¿no?

Ha-eun sollozó en lugar de responder. Ui-jae inclinó la cabeza hacia atrás, preguntándose si el tinte de su cabello había tocado su piel, y habló en voz baja.