F R I E N D S » Yoonseok (EN EDICIÓN)

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¿Qué es lo bueno de esta situación?

Ni siquiera yo lo entiendo, pero al parecer el profesor de química está en contra de mí y no quiere que pase su materia. Es lunes y ya es tarde, pero tengo que hablar con él. Mis padres me van a matar si sigo reprobando y, muy posiblemente, me saquen de la universidad para trabajar en la empresa de mi padre.

No me gusta esa idea, no me veo siendo un emprendedor en ese sitio. Me gustaría decir que manejo mi propia vida, pero no es verdad por eso repito ¿Qué es lo bueno de esta situación? si bien no creo que quiera hablar conmigo el profesor pues aunque es joven (creo que me lleva unos cuatro años) es muy exigente y, sobre todo, su explicación me resulta hasta más difícil de comprender que matemáticas en preparatoria. Al final, si se compadece de mí y paso o no paso, no estaré satisfecho.

Nunca lo estoy, nunca lo estaré. 

Toco la puerta de su oficina, hay universitarios aún en la facultad, Hoseok se fue hace una media hora porque debía hacerle un encargo a su hermana mayor. No hay nadie más que yo conozca, solo grupos avanzados y posiblemente el idiota de Jungkook, pero de él no hablaré hoy.

—Pase.

Escucho del otro lado de la puerta, los nervios me consumen y no puedo pensar más que lo que había ensayado en mi mente una y otra vez. Trago saliva y abro la puerta, el profesor está sentado en su silla acolchonada y sus manos escriben sin parar en la laptop. 

—Buenas tardes, profesor...

Él alza la vista y arquea una ceja al ver que era yo. En definitiva no le caigo nada bien, ¿Pero qué más puedo hacer? Salvar mi trasero de esta materia.

—Joven Min, ¿Qué se le ofrece?

Me había dado un ligero ataque de nervios, pero tenía que hacer esto. Demonios, ¿Por qué no podía simplemente ser más inteligente? o haber estado en otra clase. No sé, de muchas cosas me arrepiento ahora mismo.

—Profesor, yo sé que usted está ocupado en este momento, pero quería platicar con usted acerca de mi calificación final de la materia.

Él no dijo absolutamente nada por un rato, hasta que, de la nada, cerró la laptop y puso ambos codos en la mesa para juntar ambas manos y acercar su rostro a este como si estuviera analizando la situación.

—Lo escucho.

Aprieto los nudillos y me animo a hablar otra vez.

—Quería saber si hay alguna forma de poder pasar su materia: como hacer un proyecto o una investigación o exposición... 

—No, no lo hay.

En ese momento, mi corazón se detuvo y comencé a temer lo peor, pero no iba a dejar consumirme por el terror de tan solo pensar en que tenía que recursar la materia e irme a título. Irse a título era lo peor, si no lo aprobaba a la primera me darían de baja de la universidad.

—Por favor, profesor. De verdad, le suplico que me ayude a pasar la materia en esta única vez. 

—Eso debió de pensarlo en su momento, pensar en como aprobar la materia desde el primer bloque. 

De verdad que es muy difícil convencerlo, debo de pensar algo más rápido.

—¿Cuánto quiere?

Hubo un silencio y, después, su ceño se frunció y escupió las siguientes palabras como una ofensa:

—¿Disculpe? 

—Sí, cuanto quiere para que pueda pasar la materia. Le suplico, debo de pasar la materia.