Los años pasaron rápidamente, y la vida de Dev y Hazel cambió en formas inesperadas. Aunque su relación había comenzado con malentendidos y disputas, con el tiempo se había transformado en una relación sólida, aunque no exenta de tensiones.
Dev seguía siendo un chico popular, con todo el dinero y la influencia que su apellido le otorgaba. Pero ya no era el mismo niño arrogante de 13 años que Hazel había conocido. Los golpes emocionales de su padre, el apoyo de Hazel y las experiencias que habían compartido lo habían hecho madurar. Ahora, a los 18 años, Dev enfrentaba su último año en la preparatoria con una mezcla de emoción y melancolía.
Hazel, por su parte, había crecido mucho también. Su carácter fuerte y su sentido de justicia la habían convertido en una líder entre sus compañeros, aunque seguía sintiéndose insegura cuando se trataba de Dev. Los sentimientos que había intentado enterrar años atrás aún seguían ahí, creciendo en silencio.
Un Nuevo Comienzo
Era el primer día del último año escolar. Hazel y Dev llegaron juntos, como siempre, pero algo se sentía diferente. Hazel notó que Dev estaba más callado de lo habitual, como si algo lo estuviera molestando.
—¿Todo bien, Dev? —preguntó mientras caminaban hacia sus casilleros.
—Sí, estoy bien. Es solo... —hizo una pausa, mirando alrededor del pasillo lleno de estudiantes—. Supongo que estoy pensando en lo rápido que pasó todo. Este es nuestro último año aquí.
Hazel sonrió suavemente.
—Es normal sentirse así. Pero todavía tenemos un año entero para disfrutarlo.
Dev asintió, pero no pudo evitar sentir una punzada de nostalgia anticipada.
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La Fiesta que lo Cambió Todo
Unas semanas después, llegó la tradicional fiesta de inicio de curso. Hazel no era fanática de este tipo de eventos, pero Dev insistió en que fueran juntos.
La noche avanzó sin problemas hasta que Hazel notó que una chica nueva, Bianca, estaba hablando con Dev. Era alta, rubia y con una sonrisa deslumbrante que había captado la atención de todos, incluida la de Dev.
Hazel sintió un nudo en el estómago al ver cómo Dev reía y se inclinaba hacia Bianca, completamente absorto en la conversación. Decidió ignorarlo y buscar algo de aire fresco en el jardín trasero.
Sin embargo, Dev notó su ausencia y la siguió.
—¿Hazel? ¿Estás bien? —preguntó, encontrándola sentada en un banco bajo un árbol.
—Estoy bien, solo necesitaba un descanso —respondió ella con una sonrisa tensa.
Dev se sentó a su lado, inclinando la cabeza para mirarla.
—¿Estás segura? Pareces molesta.
Hazel dudó por un momento antes de soltarlo.
—Es solo... Es frustrante verte actuar como si alguien como Bianca realmente te importara.
Dev arqueó una ceja, sorprendido por su tono.
—¿Qué quieres decir con "alguien como Bianca"?
Hazel suspiró, sintiéndose atrapada.
—Nada, olvídalo.
Pero Dev no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
—No, dime. ¿Por qué te molesta?
Hazel lo miró, sus ojos oscuros llenos de emoción contenida.
—Porque he estado a tu lado durante años, Dev. Te conozco mejor que nadie, y aun así parece que siempre encuentras una razón para mirar a cualquier otra persona menos a mí.
El silencio que siguió fue pesado. Dev no supo qué decir. Las palabras de Hazel lo golpearon con más fuerza de la que esperaba.
—Hazel... yo... —comenzó, pero no pudo terminar la frase.
Hazel se levantó del banco, sacudiendo la cabeza.
—No importa. Olvídalo.
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El Cambio en Dev
Esa noche, Dev no pudo dormir. Las palabras de Hazel seguían repitiéndose en su mente. Nunca había considerado que sus acciones pudieran herirla de esa manera. Se dio cuenta de que, aunque siempre había valorado su amistad, nunca había pensado en lo que realmente significaba para ella.
A la mañana siguiente, decidió hablar con Cosmo, Wanda y Peri sobre lo que sentía.
—¿Crees que estoy perdiendo a Hazel? —preguntó Dev, preocupado.
Wanda, con su sabiduría maternal, respondió:
—No estás perdiendo a Hazel, pero necesitas decidir qué lugar ocupa en tu vida. Porque si sigues sin valorarla como merece, podrías arrepentirte.
Peri asintió.
—Además, papá, tienes que ser honesto contigo mismo. ¿Qué sientes realmente por ella?
Dev suspiró, pasando una mano por su cabello naranja.
—No lo sé. Siempre he pensado que Hazel es mi mejor amiga, pero ahora me doy cuenta de que tal vez significa más para mí.
Cosmo interrumpió con su habitual humor absurdo.
—¡Entonces dile que la amas y hagan una boda mágica con unicornios!
Wanda lo golpeó suavemente con su varita.
—No lo presiones, Cosmo.
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El Baile de Fin de Año
Con el paso de los meses, Dev intentó acercarse más a Hazel, pero ella mantenía cierta distancia. Sin embargo, todo cambió durante el baile de fin de año.
Dev, vestido con un traje negro impecable, vio a Hazel al otro lado del salón. Llevaba un vestido rojo que la hacía lucir más hermosa que nunca.
Tomando una decisión, se acercó a ella y extendió la mano.
—¿Bailas conmigo? —preguntó, con una leve sonrisa.
Hazel dudó por un momento, pero finalmente aceptó.
Mientras bailaban, Dev sintió que el mundo se desvanecía a su alrededor. Era solo él y Hazel.
—Hazel, he sido un idiota —confesó de repente.
Ella lo miró, sorprendida.
—¿Qué quieres decir?
Dev respiró profundamente antes de continuar.
—He pasado tanto tiempo persiguiendo cosas sin importancia que no me di cuenta de lo que tenía frente a mí. Tú eres lo único constante en mi vida, Hazel. Y no quiero perderte.
Hazel sintió cómo su corazón se aceleraba.
—Dev...
Antes de que pudiera decir algo más, él se inclinó y la besó. Fue un beso lento, lleno de años de emociones contenidas.
Cuando se separaron, Hazel lo miró, con lágrimas en los ojos.
—Siempre he estado aquí para ti, Dev.
Él sonrió, acariciando su mejilla.
—Y espero que siempre lo estés.
Esa noche, mientras las luces del baile brillaban a su alrededor, Dev y Hazel se dieron cuenta de que, aunque había tomado tiempo, finalmente estaban donde debían estar: juntos.