Impronta (Seth Clearwater)

09: Citas

Al día siguiente los lobos y los Cullen se reunían para practicar su forma de pelea.

Jasper lideró la práctica, pues el antes se dedicaba a entrenar neófitos.

Estábamos a tres días de la batalla cuando, luego del entrenamiento, se me acercó Seth.

-Hola. - Me sonrió.

-Hola, Seth. - Le devolví la sonrisa. Estos últimos días casi no habíamos hablado pues el estaba ocupado con el entrenamiento.

-Amm. - Metió las manos en los bolsillos de sus shorts. -Quería preguntarte... Sí, no se, ¿Podemos tener una ... Cita?

Pude notar un leve sonrojo en sus mejillas aunque lo trataba de disimular bajando la cabeza.

Yo igual me sonroje. A decir verdad, en el poco tiempo que llevamos conociéndonos, Seth ha sido muy lindo. Es tan fácil hablar con él y es tan difícil de odiar.

-¡Si! - Levantó la cabeza y pude notar su sorpresa.

-Bien. Nos vemos mañana, después del entrenamiento. - Dijo sonriendo.

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Hoy me arregle un poco más de lo normal. Le tuve que pedir ayuda a Bella y como siempre, Edward nos acompaño.

-Y... ¿Crees que te vaya a pedir ser su novia? - Me pregunto mi hermana mientras me ponía un poco de rubor.

-Primero tendrá que pedirnos permiso a nosotros. - Dijo Edward acostado en la cama leyendo una revista de moda qué me dio Rosalie.

-¡Por favor, Edward! No estamos en tu época para que se ande pidiendo permiso. - Le replicó Bella. -Eso sería cuando se vayan a casar.

-Solo es una cita.

-¿Y? Edward ya me lo pidió.

-¡¿En serio?! ¿Puedo ver el anillo? - Le pregunte.

-Ni te emociones. Me rechazó. - Interrumpió Ed.

-¿Le dijiste que no? - Me dirigí a Bella.

-No. Solo dije que no es tiempo. Apenas tengo 18.

-No lo dejes ir, Bella. Es millonario, guapo e inteligente. ¿Qué más quieres?

-Gracias, Han. ¿Lo ves, Bella? No hay de qué preocuparse.

-¡A ver! Este no es el tema de conversación. El tema es... Si Seth te pedirá ser su novia o no. - Bella dejo la brocha en su tocador y me tomo de los hombros para que la mirara.

-No lo se. Y no creo que pase.

-¿Por qué? - Pregunto Edward.

-Es apenas nuestra primera cita. ¿No sería muy pronto?

-Bella y yo llevamos apenas un año y ya le pedí matrimonio.

-Si pero tú eres un desesperado. Seth no es así.

¿O si?

Terminé de arreglarme y bajar a la sala donde papá, mi hermana y Edward estaban viendo el partido de béisbol.

Papá volteo a verme. -Oh, Hanna. Te ves hermosa.