La lluvia no daba tregua, pero Peter apenas lo notaba. Estaba demasiado concentrado observando al ladrón en el callejón de abajo, un chico vestido con un traje rojo y negro que, si no fuera por la actividad criminal, podría haber parecido un cosplayer demasiado entusiasta.
Peter suspiró detrás de su máscara improvisada. Esto iba a ser complicado.
—Bien, Peter. Recuerda lo que dijo Batman: "Reconocimiento y retirada". Nada de...
Antes de que pudiera terminar su auto-discurso, el ladrón miró hacia arriba directamente a donde estaba Peter.
—¡Eh, tú, el ninja con problemas de vestuario! ¿Vas a quedarte ahí todo el día o quieres bajar para que podamos tener una pelea épica? ¡Mis fans lo están esperando!
Peter parpadeó. ¿Qué fans?
—De acuerdo, lo haré a tu manera —murmuró antes de saltar al suelo con agilidad arácnida. Aterrizó en una pose que él pensó que parecía genial.
—¡Wow, qué entrada tan dramática! —dijo el ladrón.
Peter frunció el ceño detrás de su máscara.
—Soy... Bueno, eso no importa. ¡Tienes que detener todo estos robos!
El ladrón estalló en carcajadas, casi doblándose de la risa.
—¿Seré arrestado? ¡Ay, no!
Peter lanzó una telaraña improvisada hacia el brazo del ladrón, pero este esquivó con facilidad.
—¡Oh, cuidado! Parece que alguien no ha pasado la clase de puntería 101.
—¿Quién eres? —preguntó Peter, frustrado.
El chico hizo una pausa dramática, colocándose en una pose ridícula.
—Yo, joven y inocente niño, soy Deadpool, el mercenario bocón, el maestro de la locura, ¡y el mejor bailarín de esta cuadra! Bueno, técnicamente la competencia es un tipo sin dientes, pero aún así...
Peter se quedó mirándolo, desconcertado.
—¿Deadpool? Eso no tiene sentido.
—Oh, claro que no, pero ¿qué tiene sentido en la vida?
Peter apretó los puños, ya perdiendo la paciencia.
—Voy a detenerte.
Deadpool levantó un dedo.
—Espera, espera. Antes de empezar, ¿te importa si pongo música de fondo? No puedo pelear sin una buena banda sonora. Algo de los 80, tal vez. ¿Qué te parece Eye of the Tiger?
Peter se lanzó hacia él sin responder, lanzando un golpe que Deadpool esquivó mientras tarareaba desafinadamente.
—DUN-DUN-DUN-DUUUUN... ¡TAN-TAN-TAAAAN!
La pelea fue un caos absoluto. Deadpool no solo esquivaba y contraatacaba con movimientos efectivos, sino que también no paraba de hablar.
—¡Oh, buena patada! Aunque creo que me moviste una costilla. Bueno, eso o el taco de anoche.
Peter lo atrapó momentáneamente con telarañas, pegándolo a la pared.
—¡Ha! ¡Buena esa, Peter! Aunque, ¿sabías que estás ignorando todas las llamadas de Batman? Pobre tipo debe estar sudando debajo de esa capucha. El debe estar tan preocupado por su pobre e inocente niño
Peter se congeló.
—¿Cómo sabes mi nombre? ¿Cómo sabes eso?
Deadpool se inclinó hacia adelante, tanto como las telarañas le permitían.
—¿Sabes qué es lo divertido de esto? Que tú no tienes ni idea de quién soy, pero yo sé todo sobre ti. Bueno, más o menos. Aunque me siento herido, ¡Éramos mejores amigos! Estábamos destinados a ser grandes.
Peter lo miró con incredulidad.
—Wade...
Deadpool se detuvo, su tono cambiando por un breve segundo.
—Oh, ahí está. ¡Tienes memoria! Felicitaciones, Wayne. Pensé que tendría que sacarte un PowerPoint para explicarlo.
Peter retrocedió, dejando caer sus brazos con cansancio.
—¿Qué te pasó?
Deadpool soltó una risa sarcástica.
—La vida pasó. Experimentaron conmigo, me convirtieron en esto. Ahora soy un chico de 14 años con tendencias homicidas, un sentido del humor increíble y que pelea súper duper bien.
Peter no sabía qué decir. Wade había sido alguien cercano antes, un amigo en quien podía confiar. Ahora, era un completo desconocido.
—Esto no es justo, Wade. Podrías haber sido algo mejor.
—¿Mejor? —Deadpool hizo una pausa y se encogió de hombros—. Tal vez, pero ¿dónde estaría la diversión en eso? Además, alguien tiene que ser el loco de la historia.
La voz de Batman resonó en el comunicador de Peter.
—Peter, reporta ahora.
Peter miró a Wade, luego al comunicador y lentamente lo apago.