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Sabia que la había cagado cuando vio la mirada dolida de su novio.

Habían pasado cinco años, eran héroes profesionales con demasiadas responsabilidades y habían peleado por una tontearía, tontearía que los llevo a descargar toda su frustración en el otro. Bakugo había gritado que él era un insensible sin emociones y que jamás podría entender lo que sentía, algo que sabia perfectamente no era verdad pero su enojo lo hizo decir.

Todoroki estaba por abandonar la habitación cuando Katsuki lo atrajo a él y lo envolvió en sus brazos, repitiendo una y otra vez que lo sentía demasiado, que era el idiota mas grande del mundo y que si lo deseaba podía golpearlo y gritarle, pero rogaba que no lo dejara.

Shoto no lo hizo, y con esos ojos que lo tenían tan hipnotizado le hizo saber que no lo haría.

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