BLACK || KOOKV

II

Moviendo sus dedos constantemente y mirando varias veces su celular. Jimin resopló al ver que la persona a la que estaba esperando, no se comunicaba con él.

Estaba preocupado, e intentar localizarlo era muy difícil puesto que su primo no le contestaba.

— Oh Taehyunie, ahí estas ¿Donde te habías metido? —levantándose de su pupitre, Jimin empezó a caminar en dirección a la puerta.

— Lo siento, tuve inconvenientes en el camino. —un poco tímido y con sus mejillas rojizas que cierta persona había provocado, el castaño continuó hablando— ¿Vino el licenciado?

— Todavía no. —ayudándolo con sus cuadernos que tenía en manos el menor, Jimin lo guió a los primeros pupitres— Debí traerte conmigo, la tía Yubin tenía razón al momento de decir que vayamos juntos.

— No quise molestarte, además tu casa queda muy lejos de la mía. —respondió mientras acomodaba sus cosas para la próxima clase.

— Debieron instalarse cerca de la nuestra, así no tendrías muchos inconvenientes.

— Lo mismo dije pero mi madre no quiso, y mi padre no es alguien que se oponga a sus decisiones —poniendo limites a sus palabras, Taehyung mostró una sonrisa mínima— En fin cosas de adultos.

— Tienes razón, TaeTae. —convencido a las palabras de su pariente, el mayor continuó hablando— Por cierto ¿Por qué tu carita está muy roja? ¿Corriste mucho? La tía Yubin me matará si ve que no te cuide.

— No te preocupes —un poco apenado, y sintiendo perfectamente el tacto de Park, el castaño le explicó— A-aveces suelo ponerme así por el clima, creo que los primeros días en Daegu me está afectando un poco.

— ¿En Seúl no ocurría esto?

Negando con cabeza, Taehyung negó.

— No... o mejor dicho casi nunca. — alejándose lentamente, el omega bajó minimamente la cabeza.— Soy muy frágil con respecto a la temperatura.

Como podría decirle a Jimin que la causa de su sonrojo era por otra cosa, y no por el tema del clima.

Segundos después ambos ya no volvieron a hablar ya que el licenciado de la facultad había llegado.

Después todo transcurrió con normalidad, a excepción del pequeño encuentro que Taehyung tuvo con el alfa.

Encuentro de la cual no pensaba compartir con nadie, ya que lo sentía innecesario y sin relevancia.

Sin embargo, las cosas no salen como uno quisiera...

— Necesito que lo mandes a investigar, y lo quiero en menos de una hora ¿Entendiste?

— Pero joven...

— Si no lo haces, me encargaré de que te despidan ¿Quieres eso? —interrumpiendolo abruptamente, Jungkook no dejó que el tipo hablara.

— No...

— Entonces haz lo que te digo —tomando asiento en el gran sillón que había en la sala, Jeon procedió a servirse una copa de licor.— ¿Que esperas? ¡Lárgate!

— S-si. —bajando la cabeza, el tipo de traje negro, acató con la orden de inmediato.

— ¿Bueno? —de repente el teléfono de Jungkook sonó, haciendo que este contestara.

— Hola Kook.

Frunciendo el ceño al oír una voz tan chillona, Jungkook se separó de su teléfono para ver el número y confirmar que no era uno de sus contactos.

— ¿Quien habla? ¿Quien te dió mi número?

— Eso es lo de menos, quería decirte que...

— ¡Dije, quien mierda me habla! —enfurecido, el alfa apretó el aparato en su mano.

— S-soy Yuna, Kook ¿No me recuerdas?

— No, ni me interesa saber. —incómodo de que hayan invadido su privacidad, Jungkook endureció su mandíbula, dejando de lado su bebida— Escucha, no sé quién diablos te haya dado mi número, pero nunca más vuelvas a hablarme, es más te voy a bloquear.

— ¡Espera Jungkook! —deteniendo al alfa con su voz, la chica se apresuró en hablar— Estoy cansada de que nunca me respondas por el número que tú me diste para comunicarnos, y ahora me entero que tienes otro especialmente con tu círculo cercano de amigos.

— ¿Y que, si es asi? —poniéndose de mal humor, el alfa subió por las escaleras para llegar a su habitación— Yo puedo hacer lo que se me de la puta gana. Así que no vuelvas a llamar otra vez.

— ¡Pero deberías de considerarme! —sin saber que estaba causando más furia en el chico, la joven insistió— Recuerda que compartimos muchos momentos juntos ¡Incluso mis amigas ya te conocen y piensa que somos novios!

— ¡Y A MI QUE CARAJO ME IMPORTA! —cerrando la puerta de golpe, Jungkook siguió caminando— ¡NO SÉ QUIEN SEAS! ¡YA DEJA DE ACOSARME, MALDITA LOCA!

Cortando la llamada, el alfa no dudó en bloquear ese número telefónico automáticamente.

Y si, la chica tenía razón al decir que tenía dos números para comunicarse. Pero él solo lo hacía por una sola razón, y esa era que no le gustaba mezclar su vida aventurera, con su vida privada, que solo la compartía con su familia y sus amigos cercanos.

— ¿Joven Jeon? —de repente una voz masculina se oyó al otro lado de la puerta, provocando que Jungkook rodará los ojos.

— ¿¡Que quieres!?

— Su padre me llamó, y dijo que vaya a la empresa, lo necesita para que lo ayude con el trabajo. Dice que necesita aprender más de los negocios, y que su rutina de aprendizaje aún no termina. —comunicó.

— ¡No voy a ir, que se vaya a la mierda!

— Joven Jeon. —advirtió el hombre.

— ¡No voy a ir, es mi última palabra! —vociferó.

— Está bien, lo que usted diga. Pero luego no se queje por el mal humor de su padre. —segundos después se escucharon pasos alejándose, avisando que el hombre había dejado de insistir.

— Viejo insoportable. —murmurando en voz baja, Jungkook procedió a despojarse de sus prendas para tomar una ducha bien fría.

La llamada de esa "loca" y el aviso por parte de uno de los trabajadores, lo había puesto de malos humos, provocando que se sintiera estresado y frustrado consigo mismo.

Pero había algo que lo mantenía a corde, y ese era que recibiría la información que tanto deseaba y necesitaba de aquel castaño.

De aquel que lo había dejado embobado y ciertamente tonto desde que chocaron.

Solo sabía que se llamaba Taehyung, y que este pertenecía a la facultad de derecho.

¿Y lo más importante de todo? Es que había detectado que ambos eran destinados por la conexión que sus lobos habían hecho a través de sus ojos.

Y si encontrabas a tu pareja destinada, era por ley que te quedaras a su lado, sin importar que tantos problemas y adversidades pasaras.

Siempre estarían juntos, y eso Jungkook amaba en demasía.