3. Amigas

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—Ya te dije que me dejes en paz —Paula me cerró la puerta en la cara, si que se veía enojada

—Pau, ábreme por favor —le pedí con algo de culpa.

—¿Qué haces aquí? Ya no tienes casa o qué? —no puede ser, tenía que aparecer justo ella.

—Queti

—¿Cómo?

—¿Queti importa?

—No te metas conmigo, Emma —se acercó para señalarme con su dedo -y deja a mi novia en paz, te lo advierto.

—Si no lo hago.. ¿Qué? —le quité su estúpido dedo de mi cara —a mi no me amenaces porque no te tengo miedo ¿ok?

—Solo es una advertencia, querida.

—Ahórrate tus advertencias entonces porque aunque te moleste y te arda, me vas a ver muy seguido en esta casa, querida.

—Advertida estás. Además MI NOVIA no va a caer en tu absurdo juego.

—¿Quieres apostar?

—No voy a bajar a tu nivel —sonrió de lado y se dispuso a abrir la puerta pero la detuve.

—¿A qué le temes? —empecé a dar vueltas mi llavero con mi dedo para verme relajada —digo, si estás tan segura que Pau no aceptará ni caerá en mi tonto juego, no pierdes nada ¿no?

Ella se veía algo dudosa y esperaba que aceptara para no preocuparme por ella y solo dedicarme a convencer a Paula.

—Parece que tienes miedo de que una hetero como yo, pueda enamorar a tu novia y tu inseguridad no te perm..

—¿Qué quieres apostar? —¡bien!, ya cayó —yo se muy bien que mi Pau te mandará a volar, así que esto será pan comido.

Bueno, ella tiene las de ganar, pero debo esforzarme para que Paula acepte mi oferta y tengo que pensar en algo que me beneficie.

—Ok, tendré estás dos semanas para convencerla y si ella me dice que si —la miré fijamente —no podrás interferir y tendrás que aceptar que será mi novia por algún tiempo.

—Jaja.. como sé que eso no sucederá ok, pero dime... ¿qué voy a obtener yo? Porque es obvio que ganaré.

—Puedes pedirme lo que quieras —solo esperaba que no sea dinero porque ahora no tengo.

—Te alejarás de Paula y me pagarás 1000 dólares.

—¿Estás loca? —o sea ya estoy pobre ¿y me quiere dejar peor? —¿No quieres que te mantenga mejor?

—¿Qué pasó? ¿Dónde quedó toda esa seguridad que te gusta presumir? —creo que ella le hará competencia a Ezequiel de las personas que más detesto en este mundo.

—Ok —estiré mi mano para hacer el trato y ella lo estrechó con aires de triunfadora, pero haré de todo para quitarle esa estúpida sonrisa.

Ahora me encontraba en la habitación de Abigail y creo que la tonta de Jessica tiene razón, porque pareciera que ya no tengo casa si solo me la paso aquí asi mi amiga no esté.

—Jaja estás demente Em, ve sacando todos tus ahorros porque Jes tiene razón.

—¿De qué lado estás?

—Del tuyo amiga, pero seamos sinceras también —Abi abrió su laptop para seguir con su tarea —Paula no cederá después de lo de ayer, así que vas pensando en cómo pagar a la chica del casting y a Jessica o... —se volteó para mirarme con burla —te conviertes en novia o esposa de Mario.

—Eso jamás y si tengo que enamorar a tu hermana para que acepte, créeme que lo haré —solté con impotencia.

Creo que no le gustó lo que dije porque Abigail me miró con mucha dureza.

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