Capítulo 4.

106 6 0
                                    

[La noche anterior.]
"A dos pasos de lo estable y nunca llego. Si no me mata el alcohol lo hará el amor que te tengo."
-¿qué dices, Jordan?¿suena bien?
-Ninguna de tus canciones suenan bien, Javi.
-¿y qué hago? No escribir mejor.
-Deja de pensar en ella.
-No, me gusta pensar en ella, se siente bien.
-Es una orden.
-Jord...
-ES UNA ORDEN CARAJO, DEJALA ATRÁS, NO QUIERO QUE PIENSES MÁS EN ESA PUTA.
-NO ES NINGUNA PUTA, Y DEJA DE DARME ORDENES, SE SUPONE QUE SOY YO EL QUE MANDO EN MI PUTA CABEZA, NO UN MALDITO FANTASMA IMAGINARIO QUE NO SIRVE MÁS QUE PARA ATORMENTARME A CADA SEGUNDO.
Jordan reía, él... Él se reía, pero no una risa agradable, no, Jordan nunca tenía de esas risas. Ésta era una de esas risas que te provocaban escalofríos, cuando sabías que te esperaba una puñalada por tu espalda, como cuando escuchas reir al malo de la película y sabes que tiene un plan terrible para el protagonista, de esas risas.
El vello de mi nuca se erizó, mi respiración se agitó y mis ojos se nublaron.
-No, no, no Jordan, perdoname, no quería deci...
-Tranquilo Javier, te dejo en paz, termina tu mierda de canción y luego fumate esos 15 cigarros, y espera no despertar mañana, por que si lo haces, te vas a arrepentir.
Jordan se metía debajo de la cama, mientras yo temblaba de miedo.
Dios, que te pido esto cada noche, pero por favor, matame hoy, mandame al infierno, no me importa, pero todo es mejor que estar bajo una amenaza de... Mi mismo. Solo yo se de lo que soy capaz, y no quiero saber si puedo rebasar los limites de mi cordura".
[La mañana siguiente.]
No quiero levantarme, no quiero saber que es lo que me espera, ni quiero tener que lidiar con la misma mierda de siempre.
Hoy no, hoy no.
Abro lentamente los ojos, con miedo de encontrarme a esa cara desfigurada de frente, pero extrañamente, todo estaba en orden.
Son las 11 de la mañana, el cielo nublado y mi cuaderno abierto en el escritorio, donde lo dejé ayer por la noche.
Todo terriblemente normal.
Me levanté con cuidado, pisando el suelo frío, respirando aún más asustado de que no me hayan cosquilleado los talones como siempre.
Me dirigí al baño a orinar, mirando hacia todos lados y cuidando por donde pisaba.
Al entrar, hice mis necesidades, me lavé los dientes y arregle un poco mi cabello, pues hoy no tenía planeado bañarme para evitar accidentes.
Caminé ya un poco más seguro y me dirigí hacia el closet, saqué unos pantalones y una playera con un estampado de una banda que posiblemente nunca había escuchado en mi vida.
Comencé a cambiarme mientras mis sentidos se ponían sensibles, al menor ruido corro, si, perfecto.
Toda la mañana estuvo muy normal, muy tranquila, y eso me ponia mal.
Ya desesperado por la situación, tomé mi cuaderno, una pluma, la cajetilla y salí a la calle.
De nuevo no tengo a donde ir...
Caminé hacia la banqueta, me senté al filo de ésta y abrí el cuaderno.
Estoy en blanco... Bueno, no blanco precisamente, es más confuso, ¿gris? O negro, lo que sea.
Escribí su nombre al borde de mi libreta, repitiendo una y otra vez el ritmo de la canción, sin bajar la guardia. Ese maldito fantasma en serio se trae algo grande.
Me sudaban las manos y la nariz, e inastintivamente me encoji poco a poco, protegiendome de... ¿mi? Vaya, que mal suena.
A lo lejos se escucha un ruido... Paso, paso, paso, paso, pas...
-¿Esperas a alguien, Javs?
¡La puta madre! Era ella, la pelirroja, estaba aquí, aquí conmigo, aqui a mi puto lado... ¡CONMIGO, JUNTO A MI!
Di un pequeño brinco, no por que me asustara, sino por que era ella, la mujer de mis últimas noches en vela, estaba aquí, mierda.
Comenzó a hacerme plática, yo respondía por inercia, hasta que me quitó mi libreta...
-NO NO NO NO, CORAL DAMELO.
-Veamos, ¿que hay por aquí?
-Coral, porfavor, en serio no lo leas, no está listo.
-"Vivo entre botellas, ahí me puede hallar, y es que si no hablo de ella pues prefiero callar" uuuh, Javs está enamorado.
-...
-Oh vamos, ¿te enojaste?
-hmm... No, aunque quisiera, no puedo enojarme.
-¿Por que no me habías dicho que escribes?
-Pues no preguntaste.
-Haber, vamos de nuevo. ¿Eres escritor, Javs?
-Si, lo soy.
-Súper lógico.
Al menos era la página equivocada, en el momento indicado, todo está saliendo bastante bien... Vamos a probar suerte...
-Yo te tengo una pregunta.
-Dime.
-¿que haces por estos lugares? Tu eres más de plazas riquillas y esas cosas.
-Tu no sabes nada de mi, Javs, tu solo ves de mi lo que yo quiero que veas.
-¿vives por aquí?
-No, ya no.
-¿antes vivias aquí?
-Ajá, muy listo.
-¿cuantos años tienes viviendo aquí?
-¿estamos jugando trivia o algo así?
-No, solo quería saber un poquito más de ti.
Bajé la mirada y juguetee con mis dedos. Creo que la cague. Yo nunca tengo suerte, ¿cómo pude pensar en probar algo que no tengo? Maldición.
-¿puedo tomar un cigarro?
-Pues si tu capacidad da para eso, pues si.
-Bueno, si no quieres darm...
-NO NO NO NO, PERDÓN, QUERÍA SER GRACIOSO PERO FUI CRUEL, LO SIENTO, NO IBA A...
Mierda, mierda, no quería sonar duro con ella, solo quería jugar como lo había hecho conmigo, carajo.
No llores, no llores, no... ¿rie?¿ella se está riendo de mi? Oh pues claro, solo un idiota como yo se pone a pedir disculpas de una broma tan pendeja... Ahora corrian unas pocas lágrimas de vergüenza, vergüenza por mi.
-Oh vamos Javs, es divertido.
-Creí que había sido muy duro.
-Ay cariño, eso no es ser duro, ni siquiera firme.
-¿Te gusta reirte de mi?
-De la gente en general, incluso de mi misma.
-Vaya, que buen autoestima.
-Yo le llamo seguridad.
Sentí algo realmente filoso enterrarse en mis muslos.
Eran sus uñas, las de Jordan, eso significaba que quería que me levantara, lo hice enseguida, sin siquiera pestañear.
Al mirar al frente, estaba ahí, a pocos centimetros de mi, con su sonrisa burlona, y decia una frase muy débilmente, tanto que ni yo podia escucharla, pero mi cuerpo si.
Se me iba acabando el aire, mi garganta se cerraba poco a poco, asfixiándome, y el resto de mi cuerpo estaba inmóvil.
"No respires, no respires, no respires" Me susurraba él, suave y grave, ran rasposo y lleno de rencor, que me dolia en el pecho.
Todo era silencio, nada se movía, ni un ruido en la calle, ni siquiera ella se movió...
-Coral...
La llamé cuando mi consciencia no daba para más.
"Buenas noches, Javi..." me susurró despacio, antes de dejarme caer a un vacío negro y retorcido.
[Ese mismo día por la noche]
Me dolía terriblemente la cabeza, el tobillo y algo dentro de mi, pero no era algo que se pudiera reparar, nada que tuviera nombre, solo sé que dolía, dolia mucho.
-¿mamá?¿papá?
-Fueron a comprarte más vendas.
-¡¿Coral?!
-¡Deja de moverte tanto, idiota! Traes un golpe que se puede hacer grave si te mueves muy rápido.
Ella se levantó y me empujo suavemente con su mano hacia atrás, dejandome recostado completamente.
-¿por qué sigues aquí?
-Por que no quiero que me culpen de intento de asesinato.
-¿qué? Pero si no toman pruebas ni nada, aparte no fue tu culp...
-No puedo creer que seas tan... ¿inocente? Bueno, no se como llamarle sin que suene grosero.
Coral cruzó los brazos mientras movia sus piernas de un lado a otro, dejando al aire una mirada curiosa.
-Si te digo que fue porque me preocupas, ¿te haces ilusiones?
-Posiblemente si.
-Entonces fue eso.
Ella rió con fuerza y yo traté de ver algun chiste en la oración... No, estoy seguro de aue no hay nada gracioso.
-¿de qué te ríes?
-De ti.
Bueno, al menos sabía que una sonrisa si podía provocarle.
Y siendo sincero, se sentía tan pura que casi parecia real.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora