― ¿Sabe cuál elegir? ―preguntó a una chica sentada unas mesas más allá.
― Aún no. ―se limitó a responder, aunque por dentro no era tan simple.
La primera taza, años atrás, una hermandad rota, una discusión que los separaría de por vida, no solo por la distancia, sino por una barrera mucho más densa, la que habían creado en sus corazones y para atormentarlo con su error, la vida ausente.
No lo vio a tiempo, no creyó y sobre todo no lo sintió ¿Cómo lo iba a saber? Que en aquel corazón que creía indiferente había un hermano mayor que lo amaría sin importar la situación o el dolor, que su dureza venía de un pasado y destrucción acumulada en un alma blanca.
Se bebería el café y volvería a aquella noche de lluvia, donde pararía los gritos y se detendría antes de decir lo que partiría más que un rayo y más que un cuchillo, quizás lo abrazaría y lloraría como nunca, escucharía y entendería la actitud de alguien que se habría conformado con una llamita de calor envés de la chimenea entera, alguien que, desesperado por contener lo que le había dado la vida cometió los mismos errores de lo que estuvo a punto de arrebatársela.
Se bebería el café y protegería aquello que lo protegió a él, entendería por muy duro que fuese, una historia que lo hizo vomitar demasiado tarde, esta, repleta de alas cortadas y sentimientos ahogados, marcas y moretones que formarían un patrón en su hermano, procediese de antepasados que no supieron cuidar a sus iguales.
Viviría y con sentido, pero a costa de todo, la oportunidad no le iba a devolver sus experiencias y aprendizajes, por lo que seguramente se bebería el café y acabaría cometiendo el mismo error que antaño, dominado por esa energía joven e experimental, acabaría dominado por sus emociones y con ello dejando de lado lo que el dolor le enseñó.
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El Café de las Segundas Oportunidades
FantasíaEste café solo aparece si lo necesitas, elige bien. El Café de las Segundas Oportunidades (~Lo que es y será~)