Por último, la tercera taza, un intento de humanidad, una lucha por conservar la cercanía de lo que estaba acostumbrado a tener, queriendo evadir el paso del tiempo y sus vueltas para las que nunca había estado preparado.
Se bebería el café y se expondría al dolor en su pura forma, uno al que había estado intentando reprimir por mucho tiempo y en todo momento. Su aflicción, temor y culpa lo golpearían recordándole lo fugaz que es la vida y lo mucho o poco que le podría esperar, pues su mayor miedo era crecer, avanzar, porque eso significaba dejar cosas atrás y una de esas sería aquella amistad.
Se bebería el café y perdería aquello que había amado sin siquiera saberlo o intentarlo, aquello a lo nunca se habría podido ayudar a dejar de querer y extrañar, tanto era lo que había curado que con su partida no perjudicaría a toda una familia, pero si dejaría heridas al aire, escociendo para recordarle que, por mucho que quiera, siempre acaba doliendo.
Lo haría, de hecho, estaba dispuesto, dejar de ayudar para no acabar en tragedia por secretos y personas ocultas que tienen más poder que corazón.
Pero, entonces, ¿Sabría sobrevivir?
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El Café de las Segundas Oportunidades
FantasyEste café solo aparece si lo necesitas, elige bien. El Café de las Segundas Oportunidades (~Lo que es y será~)