Tú , Mi Ramé

CAPITULO 24: MIERCOLES DE ANIVERSARIO

Hoy miércoles no haríamos nada, habían traído un grupo local de baile y actuación, ellos serían los que van a animar el día hoy, va a ser una noche tranquila por lo menos para mí, porque créanme, hoy no pienso salir de la habitación ni que me digan que el príncipe de Harrie me está buscando personalmente para darme la cita de mi vida.

Hice mi rutina, ya que me levanté tarde, tanto Andrea como la niña no estaban en la habitación, me dejaron descansar, baje a desayunar, hablé con las personas de turno en la cocina y salí al jardín.

Estaba pensando en como estaría mi pequeño amigo, como reaccionaria Minkus con el Puma, ¿Cómo se llama? Ahh Si Pegaso, pero como yo soy maniática con mi gato preferí no sacarlo, camine por toda la reserva observando los animales, hay desde peces hasta los más grandes animales que te puedes imaginar, entre esos Pegaso, llegue a donde estaba el, y me acerque con cuidado, me quede impresionada como Alec tenia entre sus piernas a Pegaso, como jugaba con el y el se comportaba como un gatito pequeño.

Los observaba desde afuera de su recinto, cuando pegado alzo la mirada, se quito de Alec y corrio hasta dónde estaba, se pegó a la cerca y empezó a restregarse y a busfarme, me pareció tierno ese gesto y me acerque sin miedo, lo acaricie y Alec se acercó con una sonrisa genuina, de esas que te enamoran.

- ¿Quieres pasar?

-¿En serio puedo?

- Ven mi pequeña fiera.

Lo mire con complicidad y camine hasta la puerta, Alec me agarró la mano y entre con él, Pegaso camino con toda la calma hasta donde estaba, y yo me agache para abrazarlo, era impresionante como el sabía cómo actuar conmigo a como jugaba con Alec, el solo me marcaba como suya y me lamia, se colocaba para que le acariciara su barriga y ronroneaba como un gatito, Alec sonreía y sostenía el telefono en su mano, se acerco de nuevo y la pantera le gruño, el puso los ojos en blanco y le dijo.

- ¡Amigo estás equivocado, ella es mía!

- No soy tuya Alec.

- Si lo eres, y créeme, en su momento lo vas a reconocer.

Puse los ojos en blanco, mi corazón se aceleró, la pantera noto eso porque se puso en medio de Alec y de mi y le volvió a gruñir, protegiéndome, Alec se reía y yo solo disfrutaba de mi nuevo amigo, para quitarme a pegaso de las piernas, porque si amigo lector, el cree que es un bebé, se me acostó en las piernas y no me queria dejar levantar, fué hasta dónde le tenía su comida, un buen trozo de carne, lo llamo para que lo viera, y salió corriendo hasta dónde estaba Alec.

"Machos, pueden comprarse fácil con un trozo de carne, y si lo dije con doble intensión"

Alec lo dejo comer tranquilo y se acercó a mí, se colocó detrás de mí abrazándome por detrás, mientras que mis piernas y toda yo temblaba de nervios. Beso mi cabeza y me dijo al oido:

- Ven, quiero llevarte a un sitio que nadie conoce.

Salimos de allí, y caminamos por un sendero, era un silencio cómodo, me gustaba estar así con él, ni sentía su voz en mi cabeza, ni en mis oidos, me gustaba esta tranquilidad que ambos estábamos teniendo en este instante, llegamos a un lago, muy cuidado, hermos, lleno de arboles frondosos, hay patos nadando en él, supongo que tambien son parte de la reserva, hay asientos muy cómodos, dentro de unas cabañas que se nota que cuando llueve no hay peligro de mojarse, nos sentamos en uno de ellos y Alec me abrazo, me sentí pequeña, protegida, confiada pero en especial querida, me preguntaba ¿Dónde había estado Alec toda mi vida? Me dolía que había perdido tanto el tiempo con mis ex parejas que lo que hicieron fué dañar mi vida como mujer en todo sentido de la palabra, que sinceramente, pensaba que no merecía a Alec. Debe ser mi conexión con este hombre que me respondió lo que estaba pensando, porque se que leer la mente no puede.