Nadie lo sabía y nadie debía saberlo... Aunque sinceramente el miedo se había ido desde hace un tiempo.
Mary y Ririka han ocultado su relación desde hace mucho y nadie se ha dado cuenta de ello.
¿Que pasará cuando se enteren?.
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Ririka se encontraba en la sala de música tocando con suavidad y tranquilidad una guitarra que había en el salón.
Tenía los ojos cerrados y lo único que escuchaba era el sonido que hacían las cuerdas cuando sus dedos pasaban de manera lenta sobre ellas.
Era un sonido suave y lleno de sentimientos, cualquiera persona que pasará allí podría pensar que la persona dentro del salón estaba dedicándole algo a alguien...
Tal vez no sea del todo mentira...
Pero nadie lo sabría.
Su concentración era total que no había notado la presencia de cierta rubia que se sentó a su lado disfrutando del sonido lleno de amor y sentimientos que la albina estaba transmitiendo.
Ninguna de las 2 necesitaba palabras para decir lo que necesitaban...
Simplemente una mirada y ya la otra lo sabría.
Mary miraba con ojos brillantes la concentración que Ririka tenía en esos momentos.
La ojiazul seguía en su mundo y la rubia no quería interrumpir aquel momento.
Un momento que era muy especial para Ririka.
Ririka lentamente abrió los ojos para encontrarse con aquellos ámbar que tanto adoraba, ya había sospechado de que Mary estaba a su lado desde hace rato.
Ambas se miraron con un brillo único que sólo la otra era causante y testigo de ello.
Una sonrisa dulce apareció en los labios de la ojiazul que empezó a cantar, esa voz que hacía que Mary fuera capaz de hacer lo que sea con tal de hacer feliz a su novia.
Si Ririka le pedía el mundo ella se lo daría...
Si Ririka le pedía destruirlo también lo haría...
Por Ririka era capaz de cometer hasta los peores crímenes jamás pensados.
Con tal de cuidar y proteger a su novia.
Ririka:~Si el mundo fuera mío... Te lo daría... Hasta mi religión la cambiaría... Por ti hay tantas cosas que yo haría...~.
La ojiazul se acercó lentamente a la rubia y le dió un beso que transmitía aquello que las 2 sentían por la otra.
Un amor lleno de dulzura y ternura.
Un momento que sólo les pertenecía a ellas y a nadie más...
Mary: te amo -murmurro con dulzura.
Ririka sonrió dulcemente y abrazo a su pareja que le correspondió el gesto con todo el amor del mundo.
Mary empezó a jugar con el cabello de Ririka quien solamente se quedó allí dejándose mimar.
Mary:¿Quieres salir conmigo este viernes? Habrá el estreno de una película de terror que seguramente te gustará -dijo con una sonrisa.
Los ojos de Ririka brillaron de emoción ante la mención de su género favorito, sabía que muchos creían que era muy asustadiza...
Bueno, lo era Pero es un punto y aparte.
Ririka:¡Sí!.
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Mary no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas por la ternura de su novia, a pesar de los años...
Ririka seguiría siendo esa niña llena de inocencia y pureza.
Mary: entonces, pasaré por ti... Kirari no estará ¿Cierto? -pregunto nerviosa.
Ririka empezó a reírse en voz baja al ver la expresión de pánico de su novia, no era un secreto para nadie que Kirari era de dar mucho miedo.
Aunque no lo entendía...
¡Kirari era una persona muy dulce!.
Cuando no estaba encaprichada de joderle la vida a alguien claro.
Ambas se acostaron en el suelo disfrutando del momento lleno de silencio y paz que estaban teniendo.
Tora, Ken y Akira estaban viendo eso en la puerta con unas sonrisas en sus rostros.
Tora: que cursis...
Ken: Dios, yo también soy tu hijo...
Akira: yo también quiero mi romance adolescente.
Tora: pues... Ese surcoreano y la prima de Riri están bailando en las palmas de sus manos y ustedes no quieren aceptarlo.
Ken/Akira:¡Cállate!.
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