capitulo 7

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No podia recordar cuando fue la ultima vez que durmio tan bien. El trinar de los pajarrillos despertó a Richard de su feliz sueño a la mañana siguiente. Vio que Sheree ya se había levantado y él hizo lo mismo. Despues de vestirse bajo a la planta inferior, donde la encontró envuelta entre cacharros de cocina preparando un copioso desayuno. A base de cafe, zumo de naranja y tostadas de mermelada de arandanos. Cuando se percibió de su presencia se avalanzo sobre él, deseándole los buenos días. Besándole en la boca y praticamente arrastrándolo hasta la mesa para que se sentara a desayunar.

Richard le agradecio el gesto, comio deprisa, tenía que volver al trabajo y con delicadey za se lo hizo saber. Recogió  la chaqueta, que aún permanecia tirada en el suelo de camino a la salida. Sheree lo acompaño. Estaba radiante por la mañana y él asi se lo cumunico. Ella le dio las gracias por la maravillosa noche que le había echo vivir. Lo beso para despedirlo y acontinuación le imploró que le mantuviera informada de cualquier nuevo hallazgo que sufriera la investigación. El se lo prometió.

Ya en comisería el capitán Ganon estaba furioso. Al verlo aparecer le gritó como un energúmeno.

-¿Dónde demonios has estado toda la noche?. Hemos intentado localizarte y estabas desaparecido.

Richard no se dejo avasallar por los gritos de su jefe y él del mismo modo alzó la voz para responderle.

-Yo tengo una vida fuera de aquí y no es asunto suyo ni de nadie donde estuve anoche. - al decir esto todos los agentes allí presentes que estaban pendientes de la conversación continuaron con sus quehaceres habituales. - ¿Que es tan importante que no tenía espera?.

- Anoche mientras tú vivias encontraron muerto al fiscal Tom Hagen en su despacho del ministerio de justicia. Del mismo modo operandis. La prensa nos va a cruficicar. Tenemos dos cadáveres y ninguna respuesta. Busca a tu compañero, que te ponga al corriente de sus investigaciones, ya que parece que es el unico que le importa su trabajo y traedme algo para saciar la sed de esos tiburones de la prensa. Hacerlo rápido o os pasareis el resto que os quede de vida dirigiendo el trafico y poniendo multas de aparcamiento a ancianitas.

Richard asintió con la cabeza y se alejo de su capitán.

El sargento García dormía placídamente sobre la mesa de su escritorio ajeno a todo lo que estaba aconteciendo a su alrededor. Había pasado toda la noche revisando los expedientes del juez Galvi. Richard lo despertó de una palmadita en la espalda.

-¿Una noche movidita? - le pregunto en tono burlón.

-Cuando decidí hacerme policía no creí que iba a pasar tanto tiempo sentado detrás de una mesa. Mi idea era que estaria siempre en la calle persiguiendo a los malos, por eso opte por este departamento. - se lamento el sargento García llenando su taza de café. Había ingerido más de un litro durante toda la noche, así que otro más no le haría ya daño.

-Ya, eso te ocurre por ver todos los episodios de Colombo.-se volvió a burlar Richard de su compañero. - ¿Qué has averiguado en el juzgado?.

-Alguien se ha llevado algunos informes de su señoria, lo he deducio por los archivadores que he encontrado vacios. Han desaparecido pero no he podido concretar cuales. Las amenazas que recibía eran las habituales en este trabajo. De todos modos lo he comprobado. Los que no están en la cárcel tienen una solida cuartada. - relato el resultado de sus pesquisas el sargento García cerrando los ojos involuntariamente. El cansancio estaba haciendo mella en él, aunque enseguida los abría, era una partida que tenía perdida de antemano.

¿Tienes el informe del asesinato del fiscal?- volvió a preguntar Richard.

-¡Oh si! . Tengo algo más que eso. Siéntate.- le replico despejándose de su soñolencia de repente. - Hice que los de balística trabajaran toda la noche, pero mereció la pena.

Juzgado sangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora