En un mar de dudas.

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No paraba de pensar en las palabras de Caleb. Quizá le estoy dando demasiada importancia.

Sé que realmente no está siendo como es él. Al menos, yo no lo recuerdo así ¿De qué sirve todo ésto? ¿para enamorarme y volver a hacerme daño yo misma?

Es obvio que lo que siento por él es un simple deseo sexual, no hay más que verle, pero jamás llegaría a algo más con él , ya lo dice el dicho :

"Nunca vuelvas con un ex".

Llego a casa con la cabeza como un bombo. Le he dado mil vueltas a las cosas.  No sé si realmente es un juego o todo lo que hizo hoy Caleb por mi lo hizo de corazón.

No sé si creer en la idea de que sea una mentira me gusta más. No quiero volver a ilusionarme. Ilusionarme y que todo sea falso, que sea irreal. Estas dudas hacen que vuelva a la época donde me comparaba con las otras chicas. Al fin y al cabo, que te cambien por otra duele. Es como si un agujero negro se creara en la boca del estómago y este fuera a tu mente haciéndote sentir inservible. En fin, duele mucho.

Por eso, creo que lo mejor es jugar con la misma moneda. Es decir, si yo sufrí por él ¿por qué él no puede sufrir por mi? 

Vale , si es así como quiere jugar , jugaremos , no seré la última que mueva ficha en este juego.

***

Cierro mi taquilla. El sonido del timbre ha sonado hace 2 minutos. Tengo que volver a clase.

A ver...no.

No no no.

No.

Empiezo a buscar en el bolso. No lo veo. No puede ser.

 Abby viene hacia mi como una loca.

- Agatha, por fin -me abraza.- ¿A qué no sabes qué?

- Abby creo que he perdido el móvil.- Digo angustiada

- Siempre eres la misma -Sonríe. - Tranquila ¿dónde fue la última vez que lo viste?

- Juraría que lo tenía conmigo cuando estaba en clase. - Me toco la frente. 

Me agarra de la mano y tira de mi. Ahora mismo soy un zombie andante. No tengo alma, ni móvil. 

Entramos a clase. Miramos cerca de mi asiento. Nada, no hay nada.

La puerta se abre y entra una multitud de gente ¿Qué está pasando? No entiendo nada. Dios mío, me quiero morir. El corazón me va a mil por hora. Estoy quieta en mitad de la clase, todos me están mirando. Siento que alguien no deja de mirarme y lo está haciendo muy intensamente. Me giro, busco la mirada.

Esto no puede ser.

- ¿Señoritas?- Escucho una voz al fondo. No consigo distinguirla.

Caleb ¿Qué cojones haces aquí y por qué coño tienes mi móvil?

-Uy, perdón profesora. Es que se me había olvidado el móvil en clase y mi compañero me lo guardó.- Miro hacia Caleb y sonrío falsamente hacia él. - Ya nos vamos.

Abby estaba entre él y yo. La noto molesta ¿Qué le pasa?

Le arranco el móvil de las manos y salgo de clase en busca de mi aula. No puedo ni verlo, me saca de quisio.

¿Por qué tendría mi móvil? ¿Qué quería conseguir con todo este show? Veo que se enciende la pantalla de éste. Un mensaje del susodicho: ''Ya viste tus storys de instagram? No me des las gracias.''

Entro rápidamente a mi perfil. Veo lo que ha subido. 

- Agatha ¿me estás escuchando? - Abby me desconcierta.

- ¿Qué? Perdona no te estaba escuchando.

- Dios, paso. Siempre eres la misma. - Se va.

¿Pero qué le pasa a ésta tía hoy? La gente últimamente está súper rara.

Vuelvo a mirar la pantalla de mi móvil. Apreto para ver las historias recién subidas.

Es un vídeo de Caleb y yo, cuando estábamos juntos. Se nos ve felices. Primero aparezco yo. Sonrío, se me ve feliz. Estamos en la playa, cerca de una cueva inundada por el mar. Intento quitarle el móvil de mi cara. ''Deja que todos vean que la novia más guapa la tengo yo'' Consigo quitárselo y soy yo la cámara ''Deja que todos vean que el novio más feo lo tengo yo'' Se ríe y me besa; tiene una hora puesta: 20:00pm.

Lo elimino.

***

20:00pm ¿Qué querrá decir con eso?

Miro el reloj que tengo al lado de la cama, en la mesa de noche. 20:00pm.

Reviso si tengo algún mensaje nuevo. Tengo uno de Abby.

''Tenemos que hablar'' 

No se me apetece nada estar discutiendo por una tontería ahora mismo, la verdad. Ya le contestaré.

-¡Agatha!- Escucho salir de la ventana. - ¡Asómate!

Hago lo que me dice.

-¿Pero es que ahora me acosas? No te recordaba tan perturbador, Caleb.

- Venga baja anda, confía en mi.

Me doy media vuelta, dándole la espalda a la ventana. Me tiro en la cama mirando hacia el techo. O juego ficha ya o pierdo y obviamente no puedo permitirme perder. Otra vez, no.

Me preparo lo que puedo, no quiero hacerle esperar más de la cuenta. Bajo las escaleras casi corriendo.

-¡Adiós! Voy a salir- Le grito a mis padres.

Abro la puerta y ahí está él.

- ¿Preparada para volver a esa cueva? - Levanta su mano izquierda con una nevera de playa.



Fin del juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora