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- Chicos no lo creo...

-¡Pero vamos! Será solo un poco y volverías sano y salvo a casa antes de la medianoche, lo prometo - decía Sunghoon.

Habían comenzado a juntar la mesa, el cachorro ya estaba cómodamente durmiendo en su cama junto a Bisco, Heeseung estaba presenciando como los amigos de Jake trataban de convencerlo de acompañarlos a beber algo con ellos.

Y aunque podía decir que tenía experiencia con Jake ebrio en los bares, no quería ni pensar en que se repita esa historia con otro alfa.

Heeseung no era celoso pero él había sido su enamoramiento del bar, durase lo que durase, en este caso, para toda la vida.

- No voy a dejar a Riki - la excusa de Jake era buena, pero estaba él y tenía un papel que cumplir.

Quería que Jake este feliz después de todo y se olvide un poco de lo que le angustiaba, y si tenía que embriagarse una vez cada años para eso, Heeseung le ayudaría.

- Puedo quedarme con Riki, dormiré en la otra habitación y estaré alerta si algo le sucede - propuso, Jake le dió una mirada.

Sunghoon aplaudió y comenzó a empujar a su amigo a el pasillo, exclamando que tenía que ponerse algo más suelto y no tan hogareño. Aunque Jake se veía hermoso en su sweater de estampa.

Se giró a ver a Jay, una petición quemandole la garganta.

- Hagan que se divierta, por favor - susurro, pero el alfa le escucho.

- Es nuestra intención, pero no lo había visto tan bien en mi vida, no me simpatizas del todo pero tengo que agradecerte, le haces bien, a ambos - respondió.

Heeseung pensaba que Jake necesitaba estar más feliz y suelto, Jay le aseguraba que nunca lo había visto tan feliz como en el presente, ¿Qué habría sido tan triste en su pasado?

- Realmente quiero a Jake y a Riki, son ... siento una conexión muy grande con ellos, pero no sé casi nada de su pasado además de ustedes y algunas cosas más, me agrada saber que de alguna forma ayudo, pero necesito saber que ocurrió antes para no cometer más errores con él - explicó, esperando que el otro alfa entendiera su dilema.

Por suerte, pareció que si, pero la respuesta no fue la que quería.

- No es mi pasado para hablar de él, pero Jake sufrió mucho, su madre... su madre es horrible, solo dale tiempo y seguridad - aseguró, dejandolo en el mismo callejón sin salida.

Al menos ahora sabía que el problema nacía en su madre.

- Gracias - susurró, comenzando a levantar los platos sucios.

- A ti, me tranquiliza saber que está en buenas manos, cuando supimos que se había ido sin decirnos casi me muero de la angustia, ni hablar Sunghoon, pero verlo tan bien y contento lo vale - aseguró, ayudando también con la mesa.

Cuando los omegas regresaron, Heeseung lavaba los platos y recipientes, sabiendo que al omega le gustaba tener la cocina en orden.

Tuvo que cerrar el agua cuando lo vió, hipnotizado por el omega azabache y sus pantalones apretados que hacían de ensueño sus piernas eternas, la camisa desabotonada siendo demasiado sexy y las mejillas sonrojadas naturalmente.

Era el sueño viviente de cualquier alfa, de carne y hueso allí parado como un ángel.

- Tienes mi número, llámame si algo sucede, comió salsa puede que le duela el estómago o vomitar o ... - comenzó a enumerar cosas que nunca pasarían porque Riki ya estaba dormido - o mejor me quedo, por si acaso.

Heeseung supuso que Jake nunca había dejado a Riki para algo así en los dos años y medio del cachorro, así que eran normales sus preocupaciones.

Sostuvo sus brazos, manteniéndolo quieto y prestándole atención. Era tan bonito que Heeseung casi se olvida lo que iba a decir de solo verlo.

♱ beach boys ⋆ heejake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora