ᯓᡣ𐭩 heejake - Jake sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba Heeseung y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano
O dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
midnight rain
______________________________________
Heeseung podría volverse un hippie adorador de la naturaleza cada vez que el clima estaba a su favor y no solo bendecia al mundo con una fría noche de lluvia, a él lo bendecia con Jake, su omega se le tiraba como una polilla a la llama apenas el primer rayo iluminaba la habitación.
"Tengo frío, Hee" susurraba contra su oído con esa voz melosa, se acurrucaba en su cuello y Heeseung simplemente se entregaba a su hermoso esposo en cuerpo y alma para que haga lo que quiera, como quiera y cuanto quiera.
Jake subiría una pierna a su cadera y Heeseung solo tendría que sostener su cintura y girarse para sostenerlo con firmeza contra el colchón, cubriéndolo con su cuerpo para que no pase frío.
Esa era la situación actual, sus manos ya se habían perdido en el cuerpo del otro y el pijama de Jake había volado de sus manos hasta los pies de la cama, estaba enteramente y solo para su disposición.
La idea de adorar a la naturaleza parecía insípida cuando podía adorar el templo de Jake, explorar cada recoveco en su cuerpo y enamorarse una y otra vez de cada uno de sus poros. Hasta le resultaba hipócrita haberse casado por iglesia cuando al único Dios que le debía devoción era a su esposo.
Se regozaba en cada uno de sus sonidos, en cada uno de los gemidos suaves escondidos contra la almohada mientras Heeseung bajaba por la corniza lentamente hasta el monte de la salvación eterna, listo para probar el agua bendita y liberarse o mejor dicho cometer algunos pecados.
Alzó la mirada un segundo antes de comenzar a descender, admirando la imagen de desesperación de su Dios personal, sus expresiones angeladas y sus suspiros tiernos era todo lo que Heeseung quería ver hasta el día de su muerte, estando envuelto en el aroma floral en la miel de su monte.
Siempre tan dulce, siempre esperándolo en su descenso. Fue idílico cuando el gemido de Jake se sincronizo con un increíble rayo que retumbó las ventanas e iluminó la habitación. Un pensamiento cruzó su mente y supo que debía ser rápido, no vaya a ser que un para de niños con sueño ligero...
Jake debió pensar lo mismo, porque se incorporó por un segundo en sus codos, viendo con preocupación la puerta. Heeseung no le dió descanso para que permaneciera en esa posición, lo quería tranquilo y recostado por el tiempo que pudieran.
Fue mínimo claramente, entre las bendiciones que su Dios le daba a diario se encontraban dos niños de 2 y 5 años que fueron lo suficientemente ruidosos al corretear por el pasillo para que sus padres pudieran separarse y vestirse antes de llegar a la puerta y prácticamente, tumbarla.