Capítulo 1 - Tal vez esta vez

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Ambos estaban acostados en la cama, las sábanas suaves y delgadas cubrían sus cuerpos desnudos

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Ambos estaban acostados en la cama, las sábanas suaves y delgadas cubrían sus cuerpos desnudos. Las respiraciones se mezclaban en un compás lento llenando el silencio en la habitación

–¿Satisfecho?– la voz de Rhaenyra rompió con la tranquilidad

–¿Es una obligación para tí?– preguntó Daemon con sorpresa

La mujer pareció darse cuenta de que había cometido un error, ya que, su expresión cambió suavizando  la tensión de sus fracciones

–Lo siento, no quise que sonara de ese modo– habló con un tono meloso

La alfa recesiva comenzó a dejar castos besos en la piel que tenía a su alcance

–¿Crees que esta vez sí quedarás en cinta?– preguntó el príncipe

Rhaenyra le dió una suave sonrisa y asintió

–Estoy segura de que esta vez los dioses van a bendecirnos con un cachorro– respondió

El príncipe sonrió con sinceridad y en sus ojos se podía notar la ilusión que esto le hacía

–¿Mis hijos no te son suficientes?– la voz de la alfa sonó triste

El hombre suspiró, ese era el problema, el maldito problema de un alfa dominante... Necesitaba que los niños fueran suyos, necesitaba saber que había engendrado a los cachorros, no se trataba de sentimientos se trataba de instintos y realidad

–Lo son, Nyra– cedió

La sonrisa en el rostro de Rhaenyra hizo que una leve sonrisa también apareciera en el rostro contrario

–Debo ir a ver a mi padre– informó la princesa

Daemon asintió y quitó su brazo para que su esposa pudiera levantarse. La alfa se alejó para vestirse y en algún momento, en el que su esposo no prestó atención, dejó la habitación.
Los pensamientos se revolvían en la mente del alfa ¿Cuánto tiempo habían buscado un cachorro?¿Cuánto más tendría que esperar para tener en sus brazos la sangre de su sangre?¿Era una afrenta desear tener algo que fuera suyo?
Recordaba con cariño la unión con su sobrina, las promesas susurradas, los besos y caricias, el deseo mutuo de un hijo de ambos

Rhaenyra pasaba sus manos por el cabello de Daemon, la sonrisa en su rostro era brillante y sincera

–Tendremos un lindo niño...– susurró Daemon

La mujer asintió

–¿Qué nombre le pondremos?– preguntó el mayor

–Lo veremos cuando sea el momento– respondió su esposa dejando un beso en sus labios

El alfa pareció desconcertado ¿Por qué no podían elegir un nombre?

–Debemos esperar a que los Maestres nos digan que es embarazada– habló Rhaenyra tratando de disipar sus inseguridades

Un asentimiento fue la respuesta.
La pasión recobró lugar y el ambiente nuevamente se llenó con gemidos y promesas

El príncipe sonrió al recordar las sensaciones pero pasó las manos por su rostro con frustración al recordar también la primera decepción que sufrió

Rhaenyra estaba sentada en la cama con sus manos en su vientre y Daemon permanecía inquieto de pié a su lado mientras el Maestre se acercaba a ellos

–Lamento informarles que no está embarazada, alteza– anunció

La expresión del príncipe ensombreció por la decepción. Sin embargo, Rhaenyra permaneció seria

–Pero no deberían decaer, se han unido hace muy poco tiempo... El embarazo es algo que lleva su tiempo– trató de animar el anciano

Un suspiro salió de sus labios al recordar aquella escena, esa fue una decepción fuerte para el príncipe.
Rhaenyra ya tenía cinco hijos propios pero ninguno había sido engendrado por Daemon, esto hacia que el alfa dominante se sintiera desplazado y como si no formara parte de nada

Rhaenyra ya tenía cinco hijos propios pero ninguno había sido engendrado por Daemon, esto hacia que el alfa dominante se sintiera desplazado y como si no formara parte de nada

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El consejo estaba reunido en la sala en una nueva sesión, aunque parecía ser más una batalla por la razón que una por llegar al acuerdo.
El príncipe Daemon Targaryen se mantenía en silencio, observando a cada uno de los presentes hasta que sus ojos se posaron en aquella bella mujer frente a él... Su esposa.
Rhaenyra Targaryen estaba discutiendo con Otto Hightower, Lord Mano, sobre la posibilidad de una intervención en las disputas de las casas Bracken y Blackwood.
Sin embargo, el alfa no era consciente de lo que discutían porque estaba pensando en la posibilidad de que su pareja pudiera estar en cinta luego de su encuentro en la mañana. Tal vez esta vez sí podría tener un niño.

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Holaaa 🌱

Primer capítulo de esta historia, espero les guste. Sé que es muy cortito jajaj perdón

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