Título de la parte

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Era extraño, me sentia extraña, sentia como si los conociera de toda la vida, casi nunca hablaba con alguien así, solo con las personas verdaderamente cercanas a mí, como mi mejor amiga Bri. Pero jamás había sido haci con alguien más. Es como si los conociera de mucho.

-hola hija. Dijo mi mamá sin despegar la mirada del volante.

Regrese en si. -hola mamá. Dije de una forma algo cansada. Y subiendo al asiento del copiloto.

-¿cómo estuvo la escuela? Dijo con un tono desinteresado. La verdad no sé por qué se esforzaba si yo en el fondo sabía que le importaba una mierda lo que pasara conmigo.

Es cierto que ese día había sido un desastre, como todos los días, claro cuando la mitad del salón está en contra tuya y te molestan a diario, tus días en la escuela son horribles, pero obviamente no le iba a decir eso.

-bien. Dije sin interés.

-A que bien hija. Sabía que no le importaba pero supongo que ella tenía miedo de que yo le dijera a karol (mi psicóloga) que mi madre no me quería.

Aún que debo admitir que el día en la escuela había terminado de una manera buena.

Comencé a analizar y profundizar, ¿quienes eran? Por obvias razones asumí que no eran de mi salón y que eran un grado más grande que yo probablemente de quinto. Pero seré honesta, no conozco a la mayoría de la escuela, con suerte y conozco a los de mi salón.

Pero yo sabía quién si conocía perfectamente a toda la escuela, y esa era Bri, incluso tenía primos en todos los salones, bueno tal vez estoy exagerando pero ustedes entienden.

-hoy tu padre te va a recoger, a ver si de perdido el inútil puede hacer eso. Dijo mi madre de manera enojada mientras seguía conduciendo.

-ajá, dije de manera desinteresada. Sabía cómo se llevaban y son el típico matrimonio que finge llevarse bien cuando hay gente pero cuando están solos hablan pura mierda de ellos.

La verdad no tenía problemas con mi papá, pienso que es alguien bueno, no es el papá que te regaña por todo o te prohíbe vestirte de cierta manera o andar con ciertas personas. Pero por alguna razón mi mamá no lo quería...

-no gastes la pila de tu teléfono, tienes que hablarle a tu padre por qué hasta eso creo que se le va a olvidar. Dijo poniendo sus ojos en blando y algo enojada.

-está bien. Dije guardándolo en los bolsillos de mi suéter....
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Estaba apunto de bajarme del auto cuando...

-te veo en la noche hija. Dijo mirándome con algo de calidez.

le devolví la mirada y le dije -adiós. Cerrando la puerta de golpe.

No dejaba de pensar en la mirada de aquel chico, era tan lindo, nadie me había mirado con tanta intriga y tanto brillo. Y esa chica, Miriam, era tan segura, era tan increíble, nada le importaba, ni lo que pensaran los demás y eso era digno de admirar, ella es todo lo que yo desearía ser.

Era de costumbre mis clases de ballet rutinarias, empezaban a las 3 y terminaban a las 6, odiaba faltar, era el único lugar donde podía liberarme, recuerdo una vez que me rompí la pierna patinando y falta 4 semanas, fueron las peores semanas de mi vida.

El ballet es mi refugio y mi tormento; lo amo tanto que duele, pero no puedo imaginar mi vida sin el peso de cada paso y la lucha constante por alcanzar la perfección que siempre se escapa.

No sabría que el amor sería igual o incluso más doloroso.

CASI NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora