Hay varias cosas que no entiendo de la vida.
Por qué las opiniones de los demás resuenan más que las nuestras o por qué el paso de los años se siente una eternidad cuando eres pequeño, pero se siente demasiado rápido cuando eres más grande. Por qué pasamos más tiempo preocupándonos por vivir que en vivir la vida misma. Por qué el miedo a fallar nos paraliza más que el deseo de intentarlo. Por qué recordamos con tanta claridad las palabras que nos hirieron y olvidamos tan fácil los momentos que nos hicieron sonreír.
No entiendo por qué el amor duele tanto cuando no es correspondido, o por qué seguimos amando incluso cuando sabemos que no deberíamos. Por qué algunas personas entran a nuestra vida solo para irse, o por qué permiten que nos encariñemos con ellos si saben que no se quedarán. Por qué a veces es mucho más fácil herir que pedir perdón o por qué perdonamos si nos hirieron.
Pero sobre todo, no entiendo por qué las personas que amamos no nos aman también.
Por qué el universo es tan cruel al permitirnos sentir tanto por alguien que apenas si piensa en nosotros, por qué nos hace soñar con manos que nunca nos tocarán y sonrisas que no nos pertenecen. Por qué nos hace soñar con un amor que nunca será nuestro.
Pero está bien, no pido que me ames.
No necesito que tus ojos brillen cuando me mires, ni que tu corazón lata más rápido cuando estoy cerca. No necesito ser el protagonista de tus sueños ni el motivo de tus sonrisas. Me basta con que sepas que hay alguien en este mundo que te ama sin condiciones, que te piensa antes de dormir y que guarda un espacio para ti en cada uno de sus planes futuros.
Me basta con que te sientas amado por mí.
En algún momento, seremos nosotros
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La conquista perfecta
Teen FictionAndy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edwar...