💿 //𝑯𝒐𝒎𝒆𝒏𝒂𝒋𝒆 𓁿𝑨𝒏𝒖𝒃𝒊𝒔//💿

Cap 4💿

                                                       El choque de dos mundos

En el estudio

La canción estaba casi lista. Lauren y Anubis habían trabajado incansablemente durante semanas, afinando cada detalle, ajustando cada verso. Habían logrado una combinación explosiva: sus estilos tan diferentes crearon algo único, una fusión de fuerza callejera y melodías que tocaban el alma. Pero el ambiente en el estudio estaba tenso esa noche. Ambos sabían que el verdadero desafío estaba fuera de esas paredes.

"Esto es lo mejor que he hecho en mi vida," dijo Lauren, recostándose en la silla mientras escuchaban la mezcla final. "Pero tengo miedo de lo que venga después."

Anubis la miró desde el otro lado del estudio, su expresión seria. "El miedo es parte del juego, Loba. Si no te arriesgas, nunca sabrás lo que eres capaz de lograr."

"Eso suena fácil viniendo de ti," respondió ella con una sonrisa cansada. "Pero tú no tienes a alguien como mi papá esperando que fracase para poder decirme que tenía razón."

Anubis se acercó, sentándose en la mesa frente a ella. "Tú no le debes nada a nadie, ni siquiera a él. Esta canción es tuya. Es nuestra. Y si no lo entiende, ese es su problema."

Lauren lo miró, sorprendida por la intensidad de sus palabras. Había algo en la forma en que hablaba, en su confianza, que la hacía creer que podía enfrentarse a cualquier cosa.

"Gracias," dijo en voz baja.

Anubis sonrió y, por un momento, el mundo pareció detenerse. Había una chispa entre ellos, algo que ambos sentían pero no querían nombrar.

Ñengo Flow descubre la verdad

Dos días después, Ñengo Flow llegó al estudio sin avisar. Lauren estaba sola, revisando la mezcla final, cuando lo vio entrar con su típico porte imponente.

"¿Qué es esto?" preguntó, señalando la pantalla.

Lauren tragó saliva, pero se levantó para enfrentarlo. "Es una canción. Una que estoy haciendo con alguien."

"¿Con quién?" demandó él, cruzando los brazos.

"Con Anubis," respondió ella, manteniendo su mirada firme.

La reacción fue inmediata. Ñengo dio un paso hacia adelante, su expresión endurecida. "¿Anubis? ¿Ese chamaquito de la calle? ¿Qué carajo haces trabajando con él?"

"Es talentoso, papá. Y tiene algo que nadie más tiene. Esto no es solo su música o la mía; es algo más grande."

"Lauren, tú no entiendes lo que estás haciendo," dijo Ñengo, bajando la voz pero con la misma intensidad. "Yo sé cómo es esa vida. Sé lo que esa gente trae consigo. Y no voy a dejar que te arrastres con ellos."

Lauren apretó los puños. "¿Por qué asumes que porque él viene de las calles no tiene valor? ¿No eras tú el que siempre decía que la música es para todos, sin importar de dónde vengas?"

El silencio que siguió fue pesado. Ñengo apretó la mandíbula, mirando a su hija con una mezcla de preocupación y frustración. Lauren sabía que había tocado una fibra sensible, pero no se echó para atrás.

"Papá," continuó ella, con un tono más suave, "sé que solo quieres protegerme. Pero no soy una niña. Estoy tratando de hacer algo que me represente, algo que me haga sentir orgullosa. Y Anubis... él me inspira. No solo como artista, sino como persona. Él tiene una historia que merece ser escuchada."

Ñengo suspiró profundamente, llevándose una mano a la frente. "Mija, yo solo quiero evitar que pases por lo que yo pasé. Yo sé cómo son esos chamaquitos. Hoy te hablan bonito, pero mañana te jalan pa'l fondo. ¿Qué pasa si te lastima? ¿Si te decepciona?"

Lauren dio un paso hacia él, con los ojos brillando de determinación. "¿Y si no? ¿Y si esto es lo que necesito para demostrar que puedo seguir mi propio camino? No puedo vivir con miedo a lo que podría pasar. Tengo que intentarlo."

Ñengo la miró durante unos segundos, su expresión suavizándose un poco. Sabía que su hija tenía razón, pero aceptar que estaba creciendo y tomando sus propias decisiones era más difícil de lo que quería admitir.

"Está bien," dijo finalmente, aunque su voz aún llevaba un matiz de advertencia. "Pero si algo sale mal, no digas que no te lo advertí."

Lauren asintió, sabiendo que había ganado una pequeña batalla, pero que la verdadera guerra estaba por venir.

Anubis enfrenta su realidad

Esa misma noche, en Santurce, Anubis estaba sentado en la pequeña terraza del edificio donde vivía Hades 66. El aire olía a humedad y gasolina, una combinación familiar que siempre lo traía de vuelta a la realidad.

"¿Entonces qué, bro?" preguntó Hades, apoyándose contra la baranda. "¿De verdad crees que esta canción te va a sacar de aquí?"

"No lo sé," respondió Anubis, mirando hacia las luces de la ciudad. "Pero es lo más cerca que he estado de algo real. Algo que me haga sentir que puedo ser más que esto."

Hades frunció el ceño, encendiendo un cigarrillo. "¿Y qué pasa si te usa? Si todo esto es solo un capricho de una chamaquita rica que quiere jugar a ser calle."

Anubis giró hacia él, sus ojos oscuros llenos de intensidad. "Lauren no es así. Ella quiere esto tanto como yo. Lo siento en la manera en que canta, en cómo escribe. Es diferente."

Hades soltó una risa incrédula, sacudiendo la cabeza. "Tú estás perdiendo el foco, Anubis. La música es una cosa, pero enamorarte de alguien como ella es otra. Esa chamaquita vive en otro mundo."

Anubis no respondió. Sabía que Hades tenía razón, al menos en parte. Lauren era diferente, y por eso mismo sentía esa atracción hacia ella. Pero también sabía que sus mundos no eran compatibles. No del todo.

El reencuentro

Al día siguiente, Lauren y Anubis se encontraron nuevamente en el estudio. Ambos llevaban el peso de sus conversaciones recientes, pero cuando sus ojos se encontraron, todo eso pareció desvanecerse.

"¿Estás lista?" preguntó Anubis, apoyándose en la consola.

"Más que nunca," respondió Lauren con una sonrisa que destilaba confianza.

La sesión fue intensa, con una energía que parecía fluir sin esfuerzo entre ellos. Cuando terminaron la grabación, se quedaron en silencio, escuchando el resultado final. La canción era un testimonio de sus vidas, sus luchas y sus sueños. Era cruda, honesta y completamente suya.

"Lo logramos," murmuró Lauren, con los ojos brillando.

Anubis asintió, pero su expresión era más seria. "Sí, pero lo difícil empieza ahora."

Lauren giró hacia él, notando la preocupación en su rostro. "¿Qué pasa?"

"Tu papá puede aceptarlo," dijo él, "pero la gente allá afuera... no sé si están listos para esto. Para nosotros."

"Entonces les daremos algo que no puedan ignorar," respondió ella con determinación. "Esta canción no es solo para ellos. Es para nosotros, para demostrar que podemos hacer esto juntos."

Anubis la miró, sorprendido por su seguridad. En ese momento, supo que Lauren no era solo una chica protegida por su apellido. Era alguien que estaba dispuesta a luchar, y eso lo inspiró aún más.

El lanzamiento

La canción salió a la luz una semana después. Las redes explotaron. Algunos la alababan como un himno moderno del género, mientras que otros la criticaban, cuestionando la colaboración entre dos artistas de mundos tan opuestos.

Ñengo Flow observaba desde lejos, con una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que su hija estaba tomando un riesgo enorme, pero también reconocía que había heredado su pasión y valentía.

Por su parte, Anubis enfrentaba los comentarios de su barrio. Algunos lo acusaban de venderse, mientras que otros lo felicitaban por salir adelante. Pero lo único que importaba para él era que, por primera vez, sentía que estaba haciendo algo que realmente tenía significado.

En medio del caos, Lauren y Anubis encontraron un extraño consuelo el uno en el otro. Sus mundos seguían chocando, pero la música los mantenía unidos.

Dale like✨