Cap 1💿

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                                                                     Primeras rimas

La cancha de Santurce estaba llena de energía, el tipo de vibración que solo el género urbano podía generar. Los murmullos del público se mezclaban con los bajos de los parlantes, y las luces improvisadas iluminaban la tarima donde los sueños nacían o caían. En una esquina, Lauren esperaba su turno, con las manos firmemente aferradas a su cuaderno de letras.

"¡Siguiente ronda!" anunció el host, su voz amplificada por el micrófono. "Lauren, La Loba, contra el más duro del underground... ¡Anubis!"

El público estalló en gritos y aplausos. Lauren caminó hacia el centro de la tarima con pasos seguros, aunque su corazón latía con fuerza. Era su primera gran batalla frente a un público que no la conocía como la hija de Ñengo Flow, sino como una rapera que buscaba hacerse su propio nombre.

En el otro extremo, Anubis ya estaba en posición. Vestía una chaqueta negra que colgaba ligeramente de sus hombros y una gorra ladeada que apenas dejaba ver sus ojos azules, llenos de confianza. Cuando sus miradas se cruzaron, Lauren sintió una chispa, una especie de tensión eléctrica que no supo explicar.

"¿Lista para perder, mi diosa?" preguntó él con una sonrisa ladeada.

Lauren alzó una ceja. "¿Eso es lo mejor que tienes? Estoy decepcionada, pensé que mi oponente sería alguien mejor, pero por lo que veo será fácil."

El público reaccionó con un coro de risas y gritos. Anubis sonrió más ampliamente, sin perder la calma.

"Esto va a estar caliente, vamos a romper papi," dijo él, y el DJ lanzó el beat.

Anubis fue el primero. Sus palabras salieron como balas, rápidas y certeras, cargadas de referencias callejeras y metáforas filosas:

"Dices que eres loba, pero no hay manada,

en esta jungla tú no eres nada.

La calle es mi casa, tú solo visitas,

te vas pa'l piso con cada rima escrita."

El público rugió de emoción, pero Lauren no se dejó intimidar. En cuanto el DJ reinició el beat, dio un paso al frente, sus ojos fijos en los de Anubis.

"Vengo de casa, pero traigo fuego,

en cada línea te quemo, no hay juego.

No soy la visita, yo soy la dueña,

y con este flow, tumbo tu leña."

El público estalló de nuevo, ahora dividido entre ambos contendientes. Anubis la observaba con una mezcla de sorpresa y admiración. Había enfrentado a muchos raperos, pero había algo diferente en Lauren: no solo era su habilidad, sino la intensidad de su mirada, la seguridad con la que lanzaba cada palabra.

La batalla continuó por varios rounds. Cada ataque de Anubis era recibido por una respuesta aún más feroz de Lauren. El público estaba al borde de la tarima, incapaz de decidir quién era mejor. Cuando el host finalmente levantó el micrófono para anunciar el empate, nadie protestó. Ambos habían demostrado su valía.

Cuando la multitud comenzó a dispersarse, Lauren se quedó al margen de la cancha, guardando su cuaderno en su mochila. Todavía sentía la adrenalina corriendo por su cuerpo, pero también una pequeña satisfacción. Había probado su punto.

"¿Siempre tienes que ganar?"

La voz de Anubis la sacó de sus pensamientos. Se giró para verlo apoyado contra un poste, su sonrisa ladeada aún en el rostro.

"¿Eso es lo que crees que pasó?" respondió Lauren, alzando una ceja.

"Bueno, técnicamente fue un empate," admitió él, caminando hacia ella con las manos en los bolsillos. "Pero se nota que no te gusta quedarte atrás."

Lauren lo miró fijamente, evaluándolo. Había algo en Anubis que le resultaba intrigante, algo más allá de su actitud confiada y su habilidad con las palabras. Su presencia era distinta, como si él entendiera un lado del mundo que ella solo había visto de lejos.

"No estoy aquí para quedarme atrás," respondió finalmente, cerrando la cremallera de su mochila. "Estoy aquí para liderar."

"Eso lo respeto," dijo Anubis, inclinando ligeramente la cabeza, como si estuviera reconociendo su determinación. Luego, la miró con una intensidad que la hizo sentir vulnerable por un segundo. "Tienes algo diferente, Loba. No eres como las otras."

"¿Qué significa eso?" Lauren frunció el ceño, aunque su corazón latía con más fuerza.

"Que eres auténtica," respondió Anubis, con una honestidad que la tomó por sorpresa. "Las calles tienen muchas voces, pero pocas son reales. Tú tienes algo que no se compra, algo que no viene solo por ser la hija de Ñengo Flow."

Lauren lo miró, procesando sus palabras. No estaba acostumbrada a que la vieran de esa manera, como algo más que la chica protegida o la que intentaba vivir a la altura de un legado. Había trabajado duro para construir su identidad, pero pocas veces alguien lo reconocía sin prejuicios.

"Eso suena bonito," dijo finalmente, con un toque de sarcasmo, aunque una sonrisa ligera curvó sus labios. "¿Es así como consigues que las chicas te presten atención?"

Anubis soltó una risa suave. "No, así es como digo la verdad."

El silencio entre ellos fue breve, pero significativo. Por primera vez, Lauren bajó la guardia, aunque fuera solo un poco. Había algo en la sinceridad de Anubis que la desarmaba, aunque no quería admitirlo.

"Bueno, entonces gracias por el cumplido," dijo Lauren, rompiendo la tensión mientras se colgaba la mochila al hombro. "Pero no te confundas. Estoy aquí para hacer música, no amigos."

Anubis la miró con esa misma sonrisa despreocupada, pero sus ojos decían otra cosa, como si estuviera viendo más allá de sus palabras. "Entonces será música lo que hagamos, Loba. Pero no te sorprendas si eso nos lleva a algo más."

Lauren quiso responder con algo sarcástico, pero las palabras no le salieron. En cambio, se limitó a asentir ligeramente antes de girarse y caminar hacia la salida de la cancha. Podía sentir su mirada en su espalda, y por primera vez en mucho tiempo, una pequeña chispa de incertidumbre se encendió en ella.

Mientras se alejaba, Anubis permaneció donde estaba, observándola desaparecer entre las sombras de la noche.

"Hades tiene que escuchar esto," murmuró para sí mismo con una sonrisa. "Esa Loba va a ser grande... y no sé si eso me gusta o me asusta."

Esa noche, en su cuarto, Lauren no pudo concentrarse en sus letras. Cada vez que trataba de escribir, las palabras de Anubis regresaban a su mente. "Tienes algo diferente." Se preguntó si era un simple comentario o si él realmente había visto algo en ella que ni siquiera ella entendía del todo.

Al otro lado de la ciudad, en un pequeño estudio improvisado, Anubis también estaba pensando en ella. Había conocido a muchas personas en la música, pero nadie como Lauren. Había algo en su fuego, en la forma en que encaraba todo con una mezcla de orgullo y vulnerabilidad, que lo hacía querer conocerla más allá de sus versos.

Para ambos, esa noche había sido solo el comienzo. Ni Lauren ni Anubis lo sabían todavía, pero su encuentro sería el inicio de algo que cambiaría sus vidas y sus mundos para siempre.

𝒅𝒂𝒍𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆✨

💿 //𝑯𝒐𝒎𝒆𝒏𝒂𝒋𝒆 𓁿𝑨𝒏𝒖𝒃𝒊𝒔//💿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora