"No puedo sacar estos recuerdos de mi mente,
y algún tipo de locura ha comenzado a surgir.Intenté con todas mis fuerzas dejarte ir,
pero algún tipo de locura me está consumiendo por completo."
~6 meses atrás. Fin del verano. Inicio del año académico~
Era fin de verano en la universidad pública donde Arthur estudiaba, una institución internacional con estudiantes de todos los rincones del mundo. Aunque el campus proyectaba una fachada moderna y global, en sus pasillos bullía un sistema corrupto sostenido por intereses políticos y económicos, un equilibrio precario que contrastaba con su apariencia impecable.
La tarde era cálida y suave, justo como le gustaba a Alfred, estudiante de segundo año de astrofísica y aliado ocasional de Arthur. Caminaba con pequeños saltitos de emoción, disfrutando del sol que aún brillaba a las ocho de la noche. A su lado, Arthur parecía su antítesis: tenso y agotado, reflejando el peso de un día interminable de reuniones. Mientras Alfred irradiaba energía desbordante, Arthur daba la impresión de un hombre que vivía perpetuamente al borde del agotamiento.
Llegaron al "despacho privado" de Arthur, un cuartucho olvidado en el sótano de su facultad de Ciencias Jurídicas, que en otros tiempos había servido como almacén. Ahora, ni siquiera el conserje lo visitaba, lo que lo hacía perfecto para las actividades poco ortodoxas de Arthur, como servirse un trago de ron sin preocuparse por miradas indiscretas. Era un secreto a voces que Arthur disfrutaba de ciertos privilegios, aunque nadie sabía a ciencia cierta cómo los había conseguido. Él, por supuesto, nunca confirmaba ni desmentía los rumores; sabía que el misterio siempre jugaba a su favor.
Ese día, sin embargo, el cuartucho parecía tan caótico como la mente de Arthur. Cajas desordenadas, papeles acumulados y un aire cargado daban la sensación de abandono. Su migraña, que ya lo martillaba, se intensificaba con la visión de Alfred acomodado despreocupadamente en el viejo sofá, devorando una caja de donas fosforescentes. Eran tan llamativas que hacían que incluso el alcohol pareciera un remedio razonable para aliviarse.
-¿Así que... buenas noticias? ¿Malas noticias? -preguntó Alfred con una sonrisa traviesa, devorando una dona de un mordisco-. ¿Noticias picantes? ¡No le eches esa cosa horrible a mi Coca! -agregó, señalando con disgusto la botella de ron en las manos de Arthur.
Arthur rodó los ojos y le pasó un vaso con Coca-Cola pura.
-No sé qué esperas que te diga. Fue lo de todos los años -respondió con evidente desinterés, dejando caer su peso en el sillon con un suspiro.
-¡Claro que no! Cada persona nueva es diferente, Artie. ¡Quiero los detalles! -insistió Alfred, inclinándose hacia adelante con los ojos brillantes de curiosidad.
Arthur vació el vaso de un solo trago antes de hablar, dejando escapar un suspiro cargado de irritación.
-Francis. Así se llama. La perfecta definición de un idiota. Esta mañana quiso iluminaaarnos con un sermón sobre cómo mis acuerdos con las autoridades son una vergüenza. -Rodo los ojos-. Obviamente disfrute destrozando su burbujita...
Alfred, que ya estaba masticando otra dona, levantó las cejas.
- ¡¿Alguien se enfrentó a ti?! ¡¿Como es que me perdí eso?!
Arthur esbozó una sonrisa sardónica.
- Y hubieras visto como me miraba, como si le hubiera escupido en su café de diseñador. - Hizo una mueca de repudio - Y no se quedó callado, por supuesto, me grito que prefería apegarse a sus sueños que ensuciarse las manos como la sucia rata que soy. Ja! -Rodó los ojos con exasperación-. Como si sus bonitas intenciones fueran a lograr algo en este basurero de universidad.
-¡Me cae bien! ¡Deberías traerlo aquí y que le dé algo de emoción a esta cueva!
Arthur lo miró con impaciencia.
- ¡¿Es en serio?! No necesito otro idealista gritando incoherencias, Alfred. Ya es suficiente con tus tonterías.
- ¡Pues tú ni siquiera quieres oír mis ideas! Iván y sus comunistas asquerosos siguen presionando para regalar los laboratorios de mi facultad al estado y no me dejas hacer nada!
El mayor suspiró profundamente y se pasó una mano por la cara, cansado de tocar ese tema de nuevo.
-Ya te he dicho miles de veces que tus propuestas son tan radicales como las de Iván, solo que en la dirección opuesta. Ambos están jugando a los extremos, y yo no voy a cargar con tus errores.
-¡Lo único que hago es proponer soluciones porque tú no haces nada por mi!
-¿Nada? Alfred, hay mas de una decena de facultades, si me ocupo de Ciencias Puras, entonces dejo a las demás a su suerte. ¡No puedo hacer todo! Necesito ADULTOS que me apoyen, no niños jugando a la política.
Ese último comentario hizo que Alfred apretara los labios, visiblemente dolido. Bajó la mirada por un momento antes de tomar aire.
-No soy un niño, Arthur. -Alfred recogió su caja de donas, clavando los ojos en el inglés antes de girarse hacia la puerta-. Y cuando te lo demuestre, espero que estés listo para pedirme disculpas.
Arthur no respondió, fulminandolo harto de siempre tener la misma pelea con el menor. Simplemente abrió la puerta, dándole paso al americano quien salio haciendo un mohin, y finalmente se dejó caer en el sillón con un suspiro pesado.
Cerró los ojos por un momento, rogando que el ron le hiciera efecto de una vez y calmara la tormenta en su mente. Pero la mirada hipnotizante de Francis volvio a invadir sus pensamientos, junto con esa sonrisa encantadora y presumida que lo desarmaba y enfurecía a partes iguales, como si ya hubiera ganado una batalla que Arthur ni siquiera sabía que estaban librando.
"Prefiero apegarme a mis sueños que ensuciarme las manos como la sucia rata que eres." Esas palabras lo habían seguido durante todo el día, no era la primera vez que alguien lo acusaba de ser parte del problema, pero recibirlas iniciando el semestre ya era el colmo ¿Que imagen estaba dando a los demas?.
Arthur dejó el vaso vacío sobre la mesa y se pasó una mano por el rostro. Le daba mucha rabia reconocer que Francis con solo una mirada se había metido bajo su piel, y con unas cuantas palabras lo habia vulnerabilizado de esa forma.
Era como si hubiera hecho visibles las grietas de sus barreras, y se estuviera burlando de ellas. ¿Cual era su maldita intención?Bufó cansado, sabiendo que no iba a ser la última vez que se lo iba topar. Se burló de si mismo por ser tan débil, sabía que en la política todas las armas valían, y las sensaciones que despertaba Francis en él eran un arma que podían usar en su contra fácilmente. Apretó los ojos sonrojado, odiandose por eso.
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hola hola~
Bueno, regreso con capitulo nuevo y pov de arthur, mas que todo para explicar el contexto de la universidad, la relacion con sus aliados cercanos, y el impacto que tiene Fran en el. ¿Este es el verdadero inicio de la historia? Podriiiia decirse que no, el inicio verdadero seria aquella junta que narra el ingles, la cuaaal creo que veremos en el siguiente capi bajo el pov de Fran.
Ah si, y agregue mas cositas al capi anterior porque chi. Disfruten!
mamamamamama ma madness~
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Entre el Fuego y el Alba
Fiksi PenggemarFrUK - AU En una universidad donde la corrupción y el poder dictan las reglas, un futuro arquitecto francés y un futuro abogado inglés entrelazan sus caminos en busca de desmantelar la red de corrupción que los rodea. Lo que comienza como una inten...