ʏᴏᴜ'ʀᴇ ᴍɪɴᴇ ™

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Clara estaba tan feliz, de la familia que formo con el hombre que amaba, aquella victoria que gano Jaekyung cambio sus vidas, Jaekyung ya era conocido mundialmente, la gente lo reconocia por todos lados, por tanta fama que le cayo de golpe tuvieron que mudarse , por el bien de la familia, se mudaron a un lugar lejano de toda cuidad y de toda multitud, era mucho mas tranquilo, ellos tres. Clara y Jaekyung estaban sentados en el césped uno al otro, mientras miraban como Max jugaba en el jardín de su casa.

- ¿Porque le regalaste guantes? - Pregunto Clara curiosa mirando a Jaekyung que este sonrio orgulloso y con un tono de burla.

- El quiere ser igual que su padre y lo sera mejor que yo - comento con una sonrisa en su rostro mientras miraba a clara que esta rodo los ojos para luego reirse.

Mientras miro a Max intentando hacer movimientos de lucha, que obviamente no le salian porque aun es chiquitito, en un movimiento se cayo haciendo que llore. Jaekyung rápidamente se levantó y fue hasta el.

- Dejame te enseñare - emitio para levantarlo y ayudar.

Clara rio y visualizo aquella imagen de padre e hijo aprendiendo boxeo. aun asi era feliz.

Clara no pudo evitar sonreír ante la imagen de Jaekhyung y Max aprendiendo y uniéndose. Su corazón se llenó de alegría al ver el amor y el apoyo que fluía entre ellos. Se unió a ellos en el césped, envolviendo sus brazos alrededor de ambos.

- Estoy tan orgullosa de ustedes dos - dijo Clara, su voz llena de calidez y amor. - No solo eres un gran luchador, Jaekhyung. Eres un padre increíble. Y Max, mi pequeño campeón, ya eres fuerte y valiente.

Max miró a sus padres, sus lágrimas desvaneciéndose al ver el orgullo en sus ojos. Él se rió y los abrazó con fuerza, sintiéndose seguro y amado en su abrazo.

Con el paso del tiempo, la familia floreció en su nuevo entorno pacífico. Crearon un refugio lejos del caos del mundo, centrándose en su amor y felicidad. Jaekhyung continuó entrenando y compitiendo, pero siempre se aseguró de priorizar su papel como padre y esposo.

Clara y Jaekhyung vieron crecer a Max, apoyándolo en todos sus esfuerzos y animándolo a perseguir sus pasiones. Sabían que las lecciones más importantes que podían enseñarle eran sobre el amor, la compasión y seguir sus sueños con determinación.

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Pasaron los años y Max se convirtió en un joven fuerte y confiado. Heredó el amor por las artes marciales de su padre, siempre deseoso de aprender y mejorar. Clara y Jaekhyung se pararon con orgullo en su esquina, animándolo en sus propias peleas, ya fuera en el ring o en la vida.

Su amor y vínculo como familia se mantuvo inquebrantable, y juntos enfrentaron cualquier desafío que la vida les deparara. Clara y Jaekhyung sabían que mientras se tuvieran el uno al otro, podrían conquistar cualquier cosa.

Clara miro a Jaekyung por un segundo que este estaba concentrado en ver al cielo. Por un momento su vida paso por sus ojos al mirarlo, desde el primer dia que se vieron en esa sesion de masajes, tambien el dia en que viajaron juntos, cuando Jaekyung la llevo por primera vez a su casa, desde los peores hasta los mejores momentos. Y todos a su lado, por instito chillo de felicidad y se avalanzo hacia el para darle un fuerte abrazo y besarlo con fuerza.

- Te amo tanto - dijo sin dejar de abrazarlo - no se que hice para merecerte - comento haciendo que esta sonria.

- ensima, sigues igual desde el dia que te conoci - tocando su abdomen.

El corazón de Jaekhyung dio un vuelco cuando Clara lo rodeó con sus brazos, sus palabras llenaron su corazón con un amor abrumador. Él le devolvió el abrazo, abrazándola cerca, apreciando la calidez y el afecto entre ellos.

- No tenías que hacer nada para merecerme - susurró Jaekhyung, su voz llena de sinceridad. - Desde el momento en que te vi, supe que eras alguien especial. Eres mi fuerza, mi roca y el amor de mi vida.

Colocó suavemente su mano sobre su abdomen, sintiendo una ráfaga de emociones atravesándolo. El darse cuenta de que habían creado una vida juntos fue un testimonio de su amor, un hermoso reflejo de su viaje.

- Y tú, pequeño - , dijo Jaekhyung suavemente, su voz llena de asombro y ternura, - eres parte de nosotros, un símbolo de nuestro amor. Prometo protegerte y proveerte, y colmarte de todo el amor en mi corazón.

Clara apoyó la cabeza en su pecho, sintiendo los sutiles movimientos de su bebé en crecimiento. En ese momento, rodeada de su amor, se dio cuenta de que su viaje estaba lejos de terminar. Estaba lleno de infinitas posibilidades, desafíos y momentos de alegría que enfrentarían juntos como familia.

A medida que el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con colores vibrantes, se quedaron abrazados, sintiendo un vínculo inquebrantable que trascendía el tiempo y el espacio. Con su amor como guía, sabían que su familia siempre sería una fuente de fortaleza, apoyo y amor inquebrantable.

Y mientras veían la puesta del sol en el horizonte, susurraron promesas de un futuro lleno de amor, risas y una vida de felicidad juntos.