《4》

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           °• Narra Zack •°

El olor del óleo y los pigmentos me resultan tan familiares como el aire. En mi pequeño estudio improvisado, rodeado de lienzos a medio terminar, encuentro algo que no suelo experimentar: calma. Pintar siempre ha sido mi escape, el lugar donde mis pensamientos encuentran orden, donde todo lo demás se desvanece. Excepto ahora.

Ahora hay algo o alguien que invade cada trazo que doy, cada sombra que intenta plasmar en el lienzo, es Ella, La chica del balcón.

La primera vez que la vi fue pura coincidencia. Estaba probando unas combinaciones de colores en mi cuarto cuando, al asomarme al balcón para tomar aire fresco, la noté. Parecía una estatua de porcelana, inmóvil, con su cabello negro cayendo sobre los hombros y esa expresión… Esa tristeza que parecía envolverla como un abrigo pesado. Fue como si algo en ella se conectara con algo en mí que ni siquiera sabía que existía, aunque mi vida lo siento que sea mala,  simplemente me siento algo vacío.

No planeaba escribirle. De hecho, la primera nota fue un impulso. La dejé pensando que, tal vez, nunca la leería, o que si lo hacía, no le importaría. Pero su respuesta… sus palabras resonaron en mí de una manera que no esperaba. Desde entonces, he estado buscando excusas para dejarle más mensajes, para entenderla. Y, quizás, para hacerla sonreír.

Esta noche, mientras termina de limpiar los pinceles, siento esa inquietud familiar. Me asomo al balcón y veo su silueta a través de la ventana de su cuarto. La luz tenue ilumina su cabello negro, y por un momento me pregunto en qué estará pensando. ¿Habrá leído mi última nota? ¿Qué estará escribiendo ahora? Me recuesto contra el barandal, jugando con un trozo de papel entre mis dedos.

La verdad es que no soy bueno con las palabras. Prefiero los colores, los trazos. Pero con ella… con Grace, siento la necesidad de decir algo, aunque no tenga sentido. Es como si sus respuestas me dieran permiso para mostrar una parte de mí que siempre mantuvo oculta.

Me acerco al borde del balcón y dejo la nota justo en el lugar donde sé que la encontrará. Es algo simple, una pregunta que me lleva rondándome todo el día:

"¿Qué ves cuando miras la ciudad?

Regreso a mi cuarto, pero no puedo concentrarme en nada. Camino de un lado a otro, reviso los lienzos que tengo apilados contra la pared, y finalmente me siento frente a uno que empecé hace días. Es un paisaje urbano, pero no tiene sentido. No hay vida en él. Es como si algo faltara.

Sin pensarlo demasiado, tomo un pincel y empiezo a trabajar. Poco a poco, la imagen de la ciudad cobra vida, pero no es solo eso. En el centro del lienzo, añadió una figura, una silueta femenina mirando al horizonte, su cabello negro ondeando en el viento. Es ella. Grace. Aunque no conozco todos los detalles de su rostro, no hace falta. Lo importante está en su postura, en la forma en que parece cargada de un peso invisible.

Pierdo la noción del tiempo mientras pinto, hasta que un ruido suave me saca de mi ensimismamiento. Es el sonido de una ventana que se abre. Apago la luz de mi cuarto y me asomo al balcón. Allí está, recogiendo la nota que dejó. La veo leerla, y mi corazón tarde con fuerza al notar cómo inclina ligeramente la cabeza, como si estuviera pensando en su respuesta.

Después de unos minutos, deja su propia nota en el barandal y entra nuevamente a su habitación. Espero un poco antes de salir para recogerla. Al abrirla, veo su letra, pequeña y ordenada:

“La ciudad me parece infinita, pero siempre estoy buscando algo que nunca encuentro. ¿Tú qué ves?”

Me quedo mirando sus palabras, sintiendo que cada una de ellas golpea algo dentro de mí. Ella lo entiende, esa sensación de buscar algo que parece siempre fuera de su alcance. Regreso al estudio y me siento frente al lienzo, observando la figura que acabo de pintar.

Dejo el pincel a un lado y tomo otra hoja de papel. Esta vez, escribe algo más personal:

“Veo posibilidades. Pero también vacío. Y ahora, cuando pienso en la ciudad, lo que más veo es a ti.”

Doblo la nota y vuelvo al balcón. La dejo en su lugar y me quedo allí un momento, mirando su ventana cerrada. Sé que esto es arriesgado, pero hay algo en ella que no me deja parar. Algo que me dice que, aunque ella no lo sepa, también está buscando una conexión.

Y si hay algo que puedo darle, aunque sea a través de estas notas, es eso: un espacio donde pueda sentirse vista.

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"Sombras de cristal"- ☆hanny (Briii_hf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora