14. Sueños reveladores.

80 6 3
                                    


Aquella noche entre sus pensamientos se quedaron dormidos y entrada la madrugada ...

Habitación de Gu Jun Pyo:

- Secretaria Jan Di ¿Por qué quiere usted renunciar?, ¿Acaso la he hecho sentir incomoda?, ¿Hay algo malo?

- No señor Gu – constestó Jan Di muy avergonzada

- ¿Entonces?

- Es solo... es solo que... no puedo seguir trabajando con usted porque...

- ¿Por qué?

- No puedo verlo como un simple jefe, usted... usted me ha ayudado mucho y... y es tan bueno conmigo que...

- ¿QUÉEEE?, Jan Di me está desesperando.

- Usted es un hombre tan guapo y tan bueno que... que... estoy enamorada de usted.

- ¿Ehhhh?

Jan Di se acercó rápidamente y le planto un beso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jan Di se acercó rápidamente y le planto un beso... claro en los sueños de Jun Pyo. Enseguida sonó una odiosa alarma a las 5:00 am de la mañana.

"¿No fue verdad?... lo soñé... ¿Qué?... lo soñé... ¿Podrá ser cierto?" – se dijo Jun Pyo pero de pronto vino como rayo la señora cordura y paró sus pensamientos. ¡NO, NO PUEDE SER ESTOY ALUCINANDO! – dijo levantándose inmediatamente para ir dar una ducha que lo despabilara.

Habitación de Song Woo Bin.

Woo Bin se sentía muy animado, bastante contento aquella experiencia en el orfanato le había traído una paz sobre todo una admiración por las mujeres Choi en especial de su secretaria al ver cómo se manejaba con los niños y como colaboraba en las actividades con su madre. Woo Bin se durmió pensando en... su secretaria.

Había una hermosa casa donde correteaban felices un par de niños y una mujer que estaba de espaldas se acariciaba su pancita de algunos meses de embarazo. Él era un espectador de aquella hermosa escena donde los niños corrían a abrazar a su madre y la esposa llamaba a su esposo...

- Amor, amor mira la bebé está pateando.

Aquella voz... era muy parecida a la se su secretaria. Woo Bin seguía mirando aquella escena atentamente. Estaba esperando a que apareciera el esposo.

De repente se vio así mismo claro con unos cuantos añitos de más, pero era evidente que era él mismo... ¿Su yo del futuro?

 ¿Su yo del futuro?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi querida Secretaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora