Cómo Enamorar A Ese Omega // Adaptación Emiliaco Omegaverse

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Emilio se alineó y fué introduciendo su pene lento, pero con fuerza. Joaquín jadeó y mordió el hombro de su alfa, mientras le clavaba las uñas en la espalda.

Mientras dejaba que se acostumbrara, daba besitos en su rostro.

Se miraron y soltaron al mismo tiempo un *Te Amo*.

Emilio empezó a moverse suave, disfrutando cada centímetro de su omega. Entre besos y los gemidos sobre su oreja, las estocadas fueron acelerándose.

Joaquín ya estaba perdido en la lujuria, rogándole por más, nuevamente duro y necesitando ser tocado. Rasguñaba la espalda de su alfa sintiéndose en la gloria.

Se mantenían abrazados. Gemían, jadeaban, gruñían.

Las piernas de Joaquín se aferraron a la cintura de Emilio. Éste logró dar con el punto dulce y todo se descontroló.

- Siii, más... Mmm. Emi.. más más... Ahí... Oh si alfa... Dame más... Eres.. tan... Oh mierda...-

- Si bebé... Todo para tí... Estás apretándome... Mmmm.. Joaco... tu cuerpo se siente tan bien... Te daré todo...-

- Aaah, Emi.... Mmm sí, por favor... No pares... Más, más...-

Se aferraban el uno al otro. Se besaban, se chupaban, y las estocadas de Emilio eran más fuertes y profundas. Daba su golpe certero, haciendo que Joaquín se arqueara y gimiera alto.

Una, otra y otra vez...

- Emi, voy a acabar.. ya, no aguanto, y... siii, por favor...-

- Acabaremos juntos.... Un poco más... Oh si... Vamos bebé.

- Si, alfa... Si, así.... ¡EMILIO!

Una, dos, tres estocadas más y el líquido blanquecino salió disparado entre los abdómenes de ambos.

Cuatro y cinco, Emilio logró sentir cómo llenaba a Joaquín con su semen, tras un gemido alto y ronco.

- ¡JOAQUÍN! - Cayó suave sobre el omega, regulando su respiración y dejando piquitos desde su hombro hasta su boca.

Besó suave y delicado cada labio de él. Juntó sus frentes y rozando sus narices sonrieron.

- Joaquín. Ésto es mejor de lo que esperaba de ésta noche. Pero aún hay algo que preguntar-

- Emilio sigues dentro de mí. Creo que ya tienes tu respuesta-

- Eres mi omega oficialmente. No hay devolución - lo besó.

- Eres mi alfa oficialmente. Y no hay libro de quejas - rió en medio del beso.

Emilio salió de él. Fué hacía el baño y tomó unas toallitas humedas. Volvió y limpió el abdomen de Joaquín bajo su atenta mirada, hasta sus piernas, y siguiendo con lo suyo mientras era acariciado suevamente.

Fué a arrojar todo al cesto del baño y vió en el espejo cómo había quedado su pecho y su espalda. Salió soltando una risita. Se acostó y tómo la sábana cubriéndolos y atrajo más a su omega sobre él.

- Sabes una cosa - alzó la mirada Joaquín - Tú cumpliste con la lista cómo te pedí, pero yo... No pude ni empezar con ella... Y aún así, ésta fué la mejor noche que pude planear jamás - se abrazó aspirando el cuello de su alfa.

- Aún no termino con mi lista. Pero lo haré... Lo haremos... Juntos - besó su frente.

Poco a poco sus ojos empezaron a pesar. La respiración tranquila de Joaquín dejaba ver que se había dormido. Emilio sonrió enternecido. Lo cubrió bien, lo abrazó y se dejó caer en sueño.