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Al llegar al hotel bajaron del taxi y entraron directo a la habitación.

Emilio no lo miraba. Se sentó frente al ventanal, y dejó salir sus lágrimas y su dolor. Joaquín sirvió un vaso con agua y se acerco a él.

- Gracias - bebió el agua - puedes irte, ya estoy bien-

- No voy a irme. No ésta vez. No hasta que me escuches-

Conectaron sus miradas.

- Nunca me sentí tan arrepentido de algo, cómo cuándo te ví salir de la cafeteria. No supe cómo remediar lo que dije, porque lo dije sin pensar y actuando cómo un idiota - agachó la cabeza.

- Y realmente me duele. Por lo que pasamos, por lo que nos dijimos, por nuestros lobos, yo dejé que mi estupidez hablara y te lastimé - sorbió su nariz.

- No eres un error Emilio. Nunca lo serás. Tú, estás tan dentro de mi corazón, que ya no se cómo seguir sin tí-

- No me alejes y no digas que es mejor ir por caminos separados porque ya no quiero - soltó todo su llanto.

Emilio lo abrazó acercándolo más. Subieron al sillón y se recostaron frente a frente.

- No quiero que hagas eso. Yo no resisto estar lejos de tí tampoco. Ya no llores por favor - besó su frente sintiendo a Joaquín sollozar.

Ambos calmaron su llanto. Se volvieron a mirar y lentamente se acercaron para besarse cómo tanto habían deseado. Juntaron sus frentes y se durmieron tranquilos.

















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- ¿Ustedes sabían algo de eso? - preguntó Niko después de un largo silencio por parte de todos.

- Nada. Yo, al menos no sabía nada de eso. ¿Y tu Diego?- preguntó Roy.

- No. Nunca me lo dijo. ¿Y tu Edu? - todos giraron. El alfa estaba perdido en sus pensamientos.

- ¿Edu oppa? ¿Estás bien? - le preguntó Niko.

- Yo sí sabía. Es decir, no que era esa chica. Pero sabía que Mailo estuvo con una omega y ella lo rompió en mil pedazos. No tuve detalle de todo, pero en esa época, él iba a terapia, estaba muy flaco, y se aisló del mundo. Abraham era el omega que iba a terapia con él, ahora lo recuerdo. Fueron el apoyo del otro durante todo ese año - miró a todos y siguió.

- Se volvió frío. Ya no era tímido, sino desconfiado. Por eso sus salidas cortas y medidas con cualquier omega; con nosotros se soltó porque somos alfas y encontró en el deporte una salida a todo su estres - apoyó su cabeza sobre sus manos.

- Es la primera vez que lo veo tan dolido, sus ojos rotos, su voz quebrada. Y nosotros no estamos ahí con él, por haber actuado cómo idiotas - negaba Diego.

Cómo Enamorar A Ese Omega // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora