En cuanto llegamos al estacionamiento, caleb ignoro al jefe del que equipo de seguridad, que había estado esperando nuestra salida junto al elevador para llevarnos a la mansión de mi padre y, se dirigió al auto.
Sosteniendo mi cuerpo con un brazo, abrió la puerta del auto. Luego, me acomodo en el asiento del copiloto, se metió al auto y condujo fuera de la clinica sin perder el tiempo.
Ninguno dijo nada mientras el vehículo avanzaba. Perdidos en nuestros pensamientos, solo nuestras manos entrelazadas sobre mi muslo podían testificar el consuelo silencioso que otorgaba la presencia del otro.
Fue reconfortante. Podía sentir como mi corazón congelado se calentaba lentamente y, las feromonas, cuyo aroma había cambiado ligeramente después de la marca, fue un calmante para mi marea emocional.
Era extraño, ¿Era está la "magia del compañero" de la que siempre hablaban mis abuelos en sus historias?
Cuando estaba Ronald, no importa cuántas feromonas soltará o me abrazaba fuertemente contra su pecho, nunca logró calmarme ni hacerme sentir seguro. Pero Caleb, con solo esa pequeña acción, lograba evocar en mi una sensación de cuidado incomparable.
Ah, lo estoy haciendo otra vez…
Cómo si sintiera el cambio emocional, caleb afirmó el agarre de nuestras manos y, cuando llegamos al siguiente semáforo en rojo, me encontré con su mirada.
"Lucas, ¿Estás bien?" Preguntó, tan bajo que si no me hubiera concentrado en seguir su voz, podría no haberlo escuchado.
Abrí y cerré los labios varias veces, pero las palabras se negaron a salir. Estoy bien, quería decirle. Sabía en mi mente que no me dolia, que no me sentía mal y solo estaba enojado, pero por alguna razón, las palabras no salieran de mis labios.
Algo en lo profundo de mi pecho me gritó que no hablara y, mientras cerraba la boca, me encontré atrapada en ese breve momento.
Me vi reflejado en sus ojos oscuros como la noche, sentí mi estómago revuelto. Mi rostro tenía una mezcla de desánimo e impotente, como si hubiera por pasado 10 años de desgaste, pero también había una determinacion peligrosa plasmada en el.
De repente, me ví devuelto a realidad y, al mirar nuestros cuerpos que se había acercado sin darnos cuenta, me encontré retrocediendo. ¿Que estaba planeando hacer hace un momento?
Sacudí la cabeza, intentando olvidar mis pensamientos, dije: "Estoy bien, no estoy realmente desanimado."
Caleb no se veía muy convencido. "No tienes que fingir estar bien, tienes motivos para… "
"No lo estoy. "Lo interrumpí, apoyando mi cabeza en su hombro. "Me lo esperaba hasta cierto punto."
Desde el momento en que rompió nuestra boda para formalizar su relación con Cassius, supe que no sería tan sencillo. El… quería verme destruido, abandonado y despreciado en redes sociales, solo así estaría feliz de haberme dejado. Ronald es ese tipo de persona.
Por eso… por eso no me sentia mal. Simplemente, era amargo. Nunca ame a Ronald, pero sería una mentira decir que no imagine un futuro juntos, con pequeños niños y no se… ¿Quizá un hogar feliz?
En ese momento, Caleb extendió su mano y, acunando mi rostro en su palma, volvió a preguntar con suavidad. "¿Estás bien?"
"Yo, si… yo-"
Estoy bien.
"Estoy… Maldición."
Cuando Caleb tocó la comisura de mis ojos, Mi visión se puso borrosa y, con una sensación húmeda en mi mejilla, las lágrimas comenzaron a caer como un grifo roto mientras mi boca soltaba todo lo que había guardado en mi corazón.
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Si No Puedo Casarme Contigo, Con Tu Hermano Sera.
Random"Detengamos esto. No quiero casarme contigo. " Cuando estábamos a minutos de entrar al altar, ronald tomó la mano del que era mi mejor amigo y, declarando su amor, me abandonó. "Hmm... ¿Solo son 10 años?" "... ¿Joven lucas?" "Bien, casemos." Entonc...