Cap 3: Problemas

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-Ayanokouji se dirigía a su hogar después de que terminara la escuela. Iba solo por las calles, sin ningún interés propio.

'Ya ha pasado año y medio desde que dejé atrás mi deber en ese lugar. La libertad, ese anhelo que parecía inalcanzable, por fin se hizo realidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que la libertad no es simplemente la ausencia de obligaciones o cadenas, sino un espacio lleno de posibilidades, decisiones y, a veces, incertidumbres.

En aquel entonces, pensé que abandonar ese lugar significaría dejar atrás todo lo que me ataba, pero ahora entiendo que las verdaderas ataduras no siempre son externas. Están en nuestra mente, en los recuerdos que cargamos, en los miedos que nos impiden avanzar.'

Ayanokouji continuó caminando, dejando que sus pasos lo guían a su hogar. Mientras avanzaba, sus ojos, que solían reflejar un brillo distante pero calculador, comenzaron a oscurecerse poco a poco. La luz del atardecer se difuminaba a su alrededor, y las sombras parecían envolverlo como si el mundo se volviera un espejo de sus pensamientos.

-dio un suspiro.

-Ayanokouji ahora caminaba tranquilamente, dejando de lado sus pensamientos.

-Poniendo fin a su camino, Ayanokouji abrió su puerta y entró. Era una casa minimalista; no estaba decorada, pero era decente. A veces su hermana lo visitaba, pero, mayormente, él pasaba el tiempo solo, comiendo helado o leyendo.

"Qué estas haciendo aquí?"

-Ayanokouji no se movió; solo dijo esas palabras al azar, o quizá para alguien.

"¿Esa es una bienvenida? Saluda bien, obra maestra."

-Ayanokouji volteó la mirada y se encontró con un hombre mayor, que esperaba cerca de su puerta con una sonrisa cuidadosamente ensayada. Tenía los brazos cruzados a la espalda, mostrando una actitud tranquila, casi calculada.

 Tenía los brazos cruzados a la espalda, mostrando una actitud tranquila, casi calculada

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"Qué quieres, ¿Tiene algún asunto conmigo?"

'No tiene caso preguntarle su nombre; por la forma en que me llamó "obra maestra", es seguro que es alguien leal a ese hombre.'

"¿Disfrutas de tu libertad?"

-Preguntó con calma mientras se movía para sentarse en una silla, y Ayanokouji no se movió; solamente lo veía.

"Eso en un sí seguro, pero no llegué aquí para hablar de cosas falsas y..."

"¿Qué tal esto? Regresa con tu padre y que este receso de primavera sean tus últimas vacaciones."

-Dijo el hombre, sentado con una sonrisa, mientras se acomoda la corbata.

'Aunque quisiera echarlo de mi hogar, me va a dar más problemas.'

"Desafortunadamente para usted, no tengo intención de abandonar esta libertad voluntariamente."

"¿Tanto temes volver a la Sala Blanca?"

Recuperando algo perdido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora