Las niñas fueron despertadas por un terrible frenazo del autobús. Tal era la fuerza que Taylor salió disparada hasta chocarse con el asiento de enfrente. - ¡Ahh! Pero, ¡señor! - Dijo la pobre chica dolorida. Mikan se levantó rápidamente para ayudar a su amiga. El hombre solo hizo un gesto de asco y gritó que ya estaban en el sitio deseado. Las niñas se bajaron de mala gana diciendo un simple "gracias" casi forzado. Cuando ya estaban en el suelo, la niña se sacudió y se acarició el golpe. - Será tonto...- Dijo Mikan indignada y mirando como el autobús se iba alejando cada vez más. Taylor le quitó importancia, y sonriendo dijo que ya estaban en el mismo lugar que Hotaru. Ellas saltaron de alegría al saber que tras varios meses de espera la iban a visitar. Las niñas preguntaron a mil personas hasta encontrar la escuela en la que la chica se hallaba ahora. Ellas no pudieron evitar abrir los ojos y alzar la vista para ver la muralla que cubría la inmensa escuela. - Sí que tiene que ser importante - Dijo Mikan con la boca abierta. En ese momento, las dos divisaron a lo lejos un hombre grande y fuerte cubriendo la entrada. Las niñas se miraron y fueron hacia allí corriendo. Mikan, educadamente preguntó. - Perdone señor, ¿nos dejaría pasar? - El hombre dijo un cortante "no" y las empujó. Taylor enfadada le gritó. - Olle, idiota. ¡¿Quien te ha dado permiso para empujarnos?! - El hombre apretó los dientes y aún más fuerte las empujó hasta llevarlas lejos. Las niñas empezaron a protestar sobre las personas de aquella ciudad entre ellas. Taylor frunció el ceño llena de ira y se apoyó sobre la muralla. De repente dos hombres la empujaron haciendo que la chica se cayera al suelo. - ¡Estúpidos! ¿Solo hay eso por aquí? ¡Mirad por donde vais, patos! - Gritó ya harta a los hombres. Estos indignados preguntaron que si querían entrar a la escuela. Ambas dijeron que no, y se apartaron, pero mientras estaban dadas la vuelta, los dos chicos las cogieron y las ataron metiendo las en una furgoneta sin darlas tiempo a reaccionar. Las niñas asustadas empezaron ha hacer ruido y ha retorcerse para desatarse. Desesperadas, se dieron por vencido. - Es imposible, Mikan...- De repente, Mikan empezó a gritar. - ¡Taylor! ¡Te vas a quemar! ¡Tu mano! ¡Taylor! - La avisaba asustada. La niña aterrorizada miró hacia sus manos y vió que, efectivamente, en sus manos tenía una llama. Pero, extrañada, dijo. - Sí, pero...¡No me duele! - Dijo cuando la cuerda terminó por quemarse completamente, dejando suelta a la chica. Esta, velozmente fue a desatar a su amiga, y una vez hecho esto, ambas empujaron para abrir la puerta a fuerza. Lo consiguieron, pero cuando salieron vieron algo que las dejó atónitas. Un hombre joven de larga cabellera rubia, llevaba a cuestas a los dos secuestradores. Él se presentó como Narumi. Las niñas esta vez no se asustaron, pues parecía buena persona y, había derrotado a los secuestradores. Las dos niñas se presentaron gustosamente, y todos se conocieron. El tal Narumi, les explicó todo. - Yo soy el profesor Narumi, y trabajo en esta academia. - Las niñas, viendo una aportundidad, dijeron a coro. - ¡Por favor! ¡Déjenos entrar! Necesitamos ver a una niña aquí ingresada - Decían. El hombre hizo una señal de espera y extrañado, dijo - ¿No sentís nada? - Ellas sin entender nada, movieron la cabeza negativamente. El hombre sonrió y les dio la bienvenida. - Bien entonces supongo que podéis entrar, ¡Bienvenidas a Gakuen Alice! - Ellas no pudieron evitar dar casi un grito de felicidad. Sólo se miraron y sonrieron emocionadas. Empezaron a caminar hasta la entrada, pero nada más dar un par de pasos una explosión se oyó por detrás. Las niñas sorprendidas miraron hacia atrás, pero la fuerza de la explosión las hizo caer. Entre el humo, apareció un niño sobre el gran muro. Mikan con la boca abierta gritó. - ¡¿Un niño gato?! - Taylor sentada en el suelo por la caída se dio un golpe en la frente con la palma de la mano. Luego con cara de ironía, miró a su amiga. - Tonta, solo es un niño con una máscara de gato. - La niña que acababa de caer en eso se rió avergonzada por su error. No tardaron en volver a prestar atención a lo que sucedía. El humo se había despejado, dejando así poder admirar como el tal Narumi se acercaba al chico, haciendo que este cayera medio desmayado. El rubio como si no hubiese pasado nada las sonrió, llevando al enmascarado como a un saco de patatas. De pronto la máscara se desprendió y Taylor corrió para comer la antes se que cayera. Aprovecho para ponerse de rodillas y observar al chico con más atención. Luego con cara divertida mirando a Mikan dijo con tono de creída, pero con un sonido un tanto bromeador. - ¿Eh? Pero si tan sólo es un niño cutre y feo comparado conmigo. Haha~ - Terminó riéndose. El rubio dijo que volviesen a lo que estaban haciendo, explicándoles así lo que eran los "alice".
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Amor Ardiente ~ Gakuen Alice ~
Roman d'amourAh, el amor...¿No es hermoso? Si, ¿verdad? Pues hay una chica que lo encontró de repente, quizás fue cosa del destino, quizás no... ¿qué más da? Su nombre es Taylor Akemi, ella es de Estados Unidos y Japón, pero actualmente vive en Japón. Allí, estu...