EMPIEZA LA PESADILLA (PARTE 3/3)

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Katira sintió un furor en su interior, sus latidos se aceleraron y su sangre se calentó, su expresión corporal se volvió pesada y una honda de tensión y rabia fluía de ella, su rostro se trasformó a un gesto neutro y una tormenta huracanada se desato en sus ojos, su mandíbula se apretó y sus manos se convirtieron en puños.

"SOPRESA" ... "SOPRESA" ... "SOPRESA" ... "SOPRESA" ... "SOPRESA" ... "SOPRESA" ... "SOPRESA"

Era la palabra que su mente registraba una y otra vez, repitiéndose como un disco rayado, cada vez más fuerte, cada vez sintiéndose más pesada y cada vez más rápida en su consistencia, sin piedad, sin compasión pero con burla.

Katira bajo su mirada una vez más a la carta en sus manos y con toda la ira fluyendo de su cuerpo la hizo una pequeña bola en su mano.

Todos los chicos estaban expectante por ver la carta que Katira tenía en sus manos, sin embargo en el momento en que notaron como Katira se trasformaba y que su mirada se volvía oscura y una tormenta se desataba en sus ojos todos decidieron no pronunciar palabra.

Katira dio media vuelta y pisando fuerte subió las escaleras dejando a todos al pie de la escalinata. Katira entro a su cuarto aun con una furia y tensión en su interior, tomo asiento al pie de la cama, apoyo sus codos en sus muslos y poso su cabeza en sus manos mientras respiraba rápidamente como si hubiera corrido una maratón, su sangre fluía rápida y caliente gracias a la rabia. Katira sintió que no aguantaría más así fue, exploto; Se levantó de la cama y empezó a derribar todo lo que podía, paso sus manos por el pequeño tocador echando los perfumes, las joyas y todo lo demás al suelo, rompiéndose en el momento en que impactaron contra el suelo, volvió su tocador al suelo, haciendo añicos el espejo enterizo, quito las mantas de su desordenada cama y las arrojo al suelo, atravesó su ventana con su puño, causando algunos cortes en su mano izquierda, causando que desde su muñeca y parte de su brazo se cubriera con la abundante sangre que emanaba de sus heridas. Katira sintió que unos brazos se envolvían a su alrededor inmovilizándola por completo y su furia disminuyo dando paso a que lagrimas gruesas corrieran por sus mejillas.

Los chicos observaron como Katira había subido las escaleras sin medir palabra alguna, su furia se sentía en el ambiente y una tensión fluía entre todos esperando por alguna respuesta o por alguna pista que aún no había. Todos se sobresaltaron en el momento en que se escucharon estruendos provenientes de la segunda planta. Karla se puso en pie con calma y camino hasta las escalinatas para ir a donde Katira pero Marcus poso su mano en el hombro de ella y negó mientras se adelantaba y subía las escaleras.

Marcus llego a la habitación de Katira en el momento en que ella estrellaba su puño izquierdo en la ventana. Marcus corrió hacia ella y la abrazo por la cintura inmovilizándola.

-Cálmate. Esto no es bueno- Susurro Marcus con tristeza junto a su oído.

Marcus desenredó sus brazos del cuerpo de Katira y la tomo por la mano derecha, la condujo hasta la cama y la sentó en el borde mientras daba media vuelta y entraba al baño por el botiquín. Al regresar a la habitación Katira sollozaba mirando fijamente la sangre que fluía de su mano.

-Tranquila. Eso sanara- Dijo Marcus con calma.

Katira negó con la cabeza mientras cerraba sus ojos e inhalaba profundamente.

-Es mi culpa. Fue por mí que se lo llevo- Susurro Katira rompiéndose en mil pedazos al terminar la oración.

-Te prometo que lo traeré de vuelta- Dijo Marcus con tristeza mientras se inclinaba a sus pies para tomar en sus manos la mano izquierda de Katira.

Los minutos pasaban y Marcus curaba a Katira, ninguno profirió palabra alguna mientras la curaba, sin embargo el ambiente se había calmado.

Katira sintió voces abajo y se puso en pie sin importarle si Marcus había terminado o no y salió de la habitación.

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