Capítulo 1

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𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷

~ Un nuevo comienzo ~

El susurro alejado de las olas del mar, resonando de fondo en aquella escena tan lúgubre, tan libre.
Aquel conde y mayordomo ya no existían más.
Todo había terminado, el demonio fue incapaz de cumplir el cometido de su señor luego de sentir la satisfacción de venganza.
Aquel niño con el que compartió durante 3 años, también soñaba con algo más que una placentera venganza.
Y era la simpleza de la muerte a manos de su "Mayordomo".
El dolor que experimento en vida, no pudo ser saboreada a causa de un chico rubio de una familia arácnida, que arruinó y removió su destino con su explosiva existencia.

Las lágrimas fluyeron por primera vez, a la orilla de aquella playa, confesiones ahogadas encontraron la luz, en aquella noche de luna llena, que por primera vez presenció aquellos ojos demoniacos del pequeño ex conde.
Una despedida a la vida.

Y aquel primer beso fue magnífico, tan perfecto, electrizante.

Convirtiéndose lastimosamente en un recuerdo casi denigrante.

* * * * *

- Bocchan, es hora de levantarse. -. Musitaba un hombre alto, vestido de negro, con un traje perfecto de mayordomo del siglo 19 mientras habría lentamente las oscuras cortinas de una enorme y hermosa habitación que combinaban con la época de lo que vestía.
- Mmm... 5 minutos mas, Sebastián. -. Murmuro un pequeño bulto que estaba en una enorme cama y en ella se arrullo haciendo un leve gesto con su cuerpo de querer seguir durmiendo, un perezoso niño bajo las delgadas sábanas.
- No puede mi señor, tiene mucho trabajo que hacer hoy-.Respondió el ser de ojos escarlatas con cierto tinte de desprecio en su rostro.

El menor se asomó levemente bajo sus sábanas, observando al demonio parado a un lado de esta -Sebastián. -. Le dijo autoritario, mientras se sentaba perezoso.
-No tienes derecho a mirarme con esa cara. -. Bufo con ira, más suma calma, con aquella normalidad en su personalidad molesta, mientras sus hermosos y grandes ojos bicolor se transformaron en un carmesí intenso.

Sebastián solo le miro alzando su ceja, soltó un suave suspiro y su semblante cambio a uno muy agradable. -Bocchan, lo lamento. -. Se inclino levemente, disculpándose, para luego caminar hacia el carrito de comida con el que minutos antes había entrado a la habitación.
Tomo una pequeña taza, sirviendo de manera elegante, la pequeña tetera de porcelana no sirvió absolutamente nada pero eso no detuvo al mayordomo, el cual parecía fingir que el líquido lentamente llenaba el pequeño objeto. -Tome my lord. Le dijo después de servir aquel té inexistente.

El demonio, le entrego la taza vacía a su amo, el cual recibió sin ningún problema, para luego fingir que lo olía y luego bebía, los ojos del mayordomo lo observaban frustrado, una mueca se dibujo en sus labios y luego dejo escapar unas frías palabras, asegurándose de que cada una contuviera el mayor veneno posible. -Bocchan .... ¿Hasta cuándo pretende seguir con este estúpido juego? es ridículo seguir con esta farsa después de tanto tiempo. -. El menor quedo estático, sentado en su cama y con la taza vacía en sus manos, pareció pensar por unos segundos y luego miro al mayor fijamente.
-¿quieres ser libre?. -. dijo sin más

Sebastián abrió sus ojos sorprendido, no se esperaba esas palabras, no de aquel ser que durante este último tiempo se había vuelto más caprichoso de lo usual. - No creo que deba de preguntarlo mi señor... -. Musito, esta vez, con calma
-¿quieres que te libere? -. Preguntó nuevamente el niño con un semblante sombrío y.... ¿triste? Era difícil de interpretar después de todo aquel semblante duro, a estado dibujada en su rostro por demasiado tiempo.

El mayordomo suspiro resignado, aquellos suspiros que te provocan cerrar tus ojos por culpa del cansancio mental de pensar en la situación actual, nunca había visto esa frialdad en esos hermosos ojos, el menor nunca le había preguntado algo así, él también estaba cansado de todo eso, se demostraba en todo su cuerpo, en cada palabra. -En realidad bocchan, estoy cansado de esta estupidez de "vida", si me permitiera dejar que yo guíe este nuevo renacer, no creo que sea tan malo, para ninguno de los dos ... -. Al oír eso, a ciel por unos segundos se le iluminaron los ojos, pero no de la típica forma en la cual de la nada la felicidad le invade, al contrario, su cara amargada era la misma, solo que un pequeño rastro de vida escapó por fin de su mirada, dejo la taza que sostenía a un lado y gateando hacia el mayor preguntando curioso y con los ojos entre cerrados, aquel gesto que pone al no entender del todo un tema. -¿de qué estás hablando? -.
Sebastián a sus adentros tenía una sonrisa de completa satisfacción ya que era sumamente grato tener un esbozo de vida en ese ser muerto de alma, pero sus labios solo sonreían levemente, ocultando siempre sus pequeños placeres, se acercó a la cama sentándose en ella a pierna cruzada, con su singular elegancia, mientras el menor levantaba una ceja al ver tal atrevimiento, pero prefiero guardar silencio, solo se quedo allí, esperando a que hablara.
-my lord... Si dejáramos de jugar a este monótono juego del amo y mayordomo, le aseguro que todo sería diferente. -
Ciel se acerco a su demonio y con notoria curiosidad, la cual trataba de ocultar, preguntó. - De que hablas, ¿acaso no quieres dejarme? -.

El mundo has de reinar ~ Apocalipsis ~ 2024 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora