Capítulo 5

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Capítulo 5

— Hemos llegado —. Musitó el demonio llamado Sebastián mientras estacionaba el auto en una notoria y abandonada calle, alejada de la ciudad y sumamente olvidada por dios, a simple vista, era un lugar bastante pobre y destruido, un lugar donde la vegetación reinaba alrededor y la ausencia de personas provocaba un silencio sumamente extraño y para nada acogedor.

— Este es el lugar donde vive la generación que quedó de meyrin y bardroy ¿no?.

— Señor, esto es lo que queda de su antigua mansión.

El menor miro hacia fuera con sorpresa, bajando del auto, viendo los escombros de un lugar al cual alguna vez llamo hogar.

Le era totalmente desconocido, y algo había en aquel lugar, que parecía asustarle.

El mayor suspiró resignado, con aquella leve sonrisa dibujada en la comisura de sus labios, a punto de hablar, un ruido los interrumpió, el alrededor, era realmente desolador cubierto por una enorme vegetación que se comía cada parte lentamente, Sebastián sonrió y por unos segundos desapareció y reapareció sobre un árbol cercano, sosteniendo a un joven, que sostenía un arma sorprendido por el agarre, una joven apareció detrás de ciel, le puso una pistola en la cabeza y mirando a Sebastián fijamente le grito.

— Suelta a mi hermano o le disparo al niño.

— No meyrin, vete!!
grito el joven que estaba en los brazos de Sebastián el cual sonrió divertido.

— ¿Meyrin, eh?
Murmuró el ex mayordomo, levantando levemente la punta de su ceja, observando a la chica de pies a cabeza.

La joven que era un poco mas grande que ciel, se sorprendió porque el niño frente a ella, el cual no podía verle el rostro ya que estaba de espalda, estaba sumamente tranquilo, a pesar de que tenia un arma apuntándolo, la chica lo tomó del cuello y le amenazó
— Te mueves y te volare la cabeza —. Murmuro a su oído.
Ciel sonrió malicioso. —Eres igual a mi "meyrin" cuando la conocí. —. Se volteo lentamente dejando a la chica estática, lo miraba fijamente, sin poder apretar el gatillo.

—Solo que ella, ya hubiera disparado. —. Musitó el menor mirándola con una malvada sonrisa ladina.
— Bo...bocchan.
Murmuró la joven retrocediendo asustada, soltando el arma mientras su cuerpo temblaba, tropezó, cayendo al suelo sorprendida, sin dejar de mirar el rostro ahora sorprendido del menor.
—  ¿Cómo...?
Sebastián que estaba arriba del árbol con el otro joven en brazos también quedo desconcertado, miro al chico, el cual también estaba sorprendido y este susurro.
— ¿Bocchan?
dejando aun más desconcertado al mayordomo.
— ¿ Por qué me llaman de esa forma ?
Preguntó el menor, tratando de esconder su miedo creciente que nació en su interior ¿por qué le dijo así? ¿como era posible!?.

La chica sorprendida se levanto con rapidez y torpeza, e hizo una reverencia al ex conde que miraba con sorpresa cada movimiento que hacía la joven pelirroja.

— Estoy a sus ordenes ...My lord.
dijo decidida la chica.

El joven que estaba en brazos de Sebastián trato de zafarse del agarre del mayordomo, al cual lo tomó desprevenido, aprovechando para saltar del árbol y correr a un lado de su hermana, miro a Ciel que tenia el entrecejo arrugado por no poder entender la situación, se arrodillo frente a este, de la misma forma que lo hacia su hermana y musitó.

— Obedeceremos todas sus ordenes bocchan.

Ciel ya no podía procesarlo más, miró a su demonio, tratando de encontrar una respuesta, pero él estaba igual de desconcertado.

¿Qué es lo que está pasando?

Sebastián se acercó y se paró junto a su amo algo desconfiado, ambos chicos se levantaron y con mirada neutra, miraron fijos a los ojos bicolores del menor, el joven descendiente de la servidumbre de los phantomhive era alto, pero no tanto como Sebastián, cabello rojizo corto, de semblante serio, una cicatriz en su rostro, pero aún así muy bien parecido, sus ojos, al igual que los de su hermana eran de un color burdeo, la joven en cambio, era un poco mas alta que el demonio menor, el pelo rojizo y amarrado en dos coletas le llegaba poco mas arriba de sus hombros, usaba unos lentes redondo de marco fino, siendo la viva imagen de la antigua sirvienta meyrin.

El mundo has de reinar ~ Apocalipsis ~ 2024 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora