𝐍𝐄𝐕𝐈𝐋𝐋𝐄 𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐀𝐁𝐀 𝐏𝐎𝐑 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐈𝐋𝐋𝐎, 𝐀𝐁𝐑𝐀𝐙𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐔𝐍 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐁𝐎𝐓Á𝐍𝐈𝐂𝐀 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐒𝐈 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐀 𝐔𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐕𝐈𝐃𝐀𝐒, 𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐏𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐋𝐎 𝐀𝐆𝐀𝐑𝐑𝐀𝐑𝐎𝐍 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐒 𝐇𝐎𝐌𝐁𝐑𝐎𝐒 𝐘 𝐋𝐎 𝐀𝐑𝐑𝐀𝐒𝐓𝐑𝐀𝐑𝐎𝐍 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐀 𝐔𝐍𝐀 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐕𝐀𝐂Í𝐀. Soltó un gritito ahogado que resonó en el eco del pasillo antes de que la puerta se cerrara de golpe detrás de él.
—¡Ah! ¡No me hagan daño! ¡Yo no hice nada!
Draco, impecablemente vestido y con una expresión de exasperación, encendió la luz con un gesto teatral. A su lado estaban Pansy, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, y Blaise, quien parecía más interesado en sus uñas que en lo que ocurría.
—Bien —declaró Draco, mirándolo de arriba a abajo—, tú nos ayudarás.
Neville tragó saliva y levantó una mano temblorosa.
—Yo no vomité en su baño, lo juro.
El trío de Slytherin se quedó en silencio por un segundo. Draco parpadeó, desconcertado.
—¿Qué?
Neville asintió frenéticamente, su rostro pálido como una hoja de papel.
—Yo no fui el que vomitó en la entrada de su baño, fue otro niño. Puedo señalarlo si quieren.
Pansy frunció el ceño, apartándose un paso como si Neville acabara de confesar un crimen mortal.
—En primera, ew. —Hizo una mueca de asco—. No necesitamos saberlo… Quizás hace dos días sí, pero ahora estamos hablando de algo totalmente diferente.
Neville parpadeó, confundido, pero al menos dejó de temblar un poco. Blaise dio un paso al frente, apoyándose contra la pared con la tranquilidad de alguien que no tenía prisa por llegar a ningún lado.
—Necesitamos información —dijo Blaise con calma—. Sobre Harry Potter.
Neville parpadeó otra vez, esta vez con sorpresa. El miedo se esfumó de su rostro como si acabaran de decirle que lo dejarían ir.
—¿Harry? —preguntó, relajándose tanto que dejó caer su libro al suelo—. Eso es fácil. Todo comienza en una noche cuando Lily y James Potter tuvieron a Harry. Se decía que estaba nublado y con truenos, como si se presagiara un caos. Y así fue, porque siempre hace caos.
—Pero no necesitamos una biografía —interrumpió Draco, pinchando su puente nasal con los dedos mientras Pansy suspiraba de manera dramática detrás de él.
—Por eso, a eso voy. —Neville alzó una mano, entusiasmado—. Harry nació el 31 de julio de 1980, es hijo único, pero a veces no parece el hijo de los dos detectives más famosos de Inglaterra. Es un desastre andante; cada cosa que toca la destruye. Literalmente. No me imagino cómo puede ser con las personas.
Draco intercambió una mirada rápida con Blaise, quien se encogió de hombros, y luego con Pansy, que rodó los ojos. Neville continuó, imperturbable:
—Sin embargo, puedo decir que es muy bueno. Es un amigo leal, siempre intenta ayudar a los demás aunque a veces eso cause más problemas de los que soluciona. ¿Y a todo esto, para qué quieren saber de él?
Draco, cuya expresión había cambiado de fastidio a algo más calculador, dio un paso adelante. Su sonrisa era suave pero cargada de intenciones ocultas.
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𝐔𝐍𝐀 𝐀𝐏𝐔𝐄𝐒𝐓𝐀, 𝐃𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎𝐒 | 𝐃𝐑𝐀𝐑𝐑𝐘
RomanceDraco Malfoy, cansado de su reputación de mujeriego superficial, decide demostrar que es capaz de algo más profundo. Para ello, se compromete a ayudar a la primera persona que atraviese las puertas del Gran Comedor, ofreciéndole un cambio de imagen...