Encuentro con el otro sol de la montaña

10 1 0
                                    


Estaba caminando en un día soleado, los prados de la primera estaban en su esplendor, los rayos del sol se movían por los cabellos de Yorichi al caminar.

Este en busca de un refugio para la noche,fue buscando un lugar tranquilo y abandonado, fue en eso que se topó a Sumiyoshi el cual vivía en la punta de la montaña junto a su pequeña hija.

-¡padre, padre , un visitante!-. Decía la pequeña corriendo hacia los brazos de su padre, este volteando hacia arriba se encontraba con el espadachín.

Sus miradas se cruzaron un breve momento antes de que Sumiyoshi se levantase de su lugar a presentarse como era debido .

- Mucho gusto, soy Sumiyoshi Kamado señor-. Dijo esté ofreciéndole su mano cordialmente.

- Soy Yorichi Tsugikuni-. Dijo el hombre estrechando su mano con la del pequeño.

Ambos hombres se sentaron a hablar en la sala, Sumiyoshi le ofreció té y este lo bebió sin sospechar, no sabía el porqué pero estar cerca de él le traía calidez a su corazón y alma.

-Entonces señor, ¿quiere quedarse aquí en lo que pueda terminar esa misión que tiene en mente?, no me molestaría tener una compañía más, además así Mabe no tendría que venir a cuidar a la pequeña-. Dijo Sumiyoshi en un tono amable y decidido.

Lo cual extrañamente cautivo el corazón del mayor para poder aceptar sin pensarlo demasiado bien.

- Claro, si no es demasiada molestia para ti-. Dijo mostrando la importancia para el de la comodidad del pequeño.

Sumiyoshi se rió levemente agradecido por las palabras de Yorichi -claro señor Yorichi, no hace falta preguntar-. Dijo este con un rostro amable y risueño.

Lo cual hizo que algo adentro del corazón de Yorichi se volviera a prender, no era nuevo, era común pero extraño, más intenso, como un corazón ardiente.

•Después de la cena•
Fue Sumiyoshi junto con su hija a entregarle un futón con su almohada a el señor Yorichi, la pequeña cargaba la almohada y Sumiyoshi el futón.

Cuando llegaron al cuarto, Sumiyoshi hizo pequeños golpeteo para ver si ya estaba disponible para abrir la puerta después de su ducha.

Abriendo la puerta Yorichi se encontraba algo avergonzado. -Gracias no debiste de preocuparte tanto-. Dijo este agarrando el futón.

-¡pero usted no duerme bien , si no hay cama!-. Dijo la pequeña levantando sus manos con la almohada para que el joven de aretes la tomara.

Causando en el una pequeña sonrisa.

-Si, tienes razón muchas gracias pequeña-. Dijo este tomando la almohada.

Sumiyoshi se encontraba extrañamente tranquilo, sabía desde un comienzo que Yorichi no era mala persona, pero al notar ese pequeño gesto hacia su hija, su buena percepción de el aumento y no pudo evitar sonreír.

- Que tenga buenas noches señor Yorichi-. Dijo este con una gran sonrisa.

Lo cual causó en Yorichi un leve sonrojo, nunca había visto una sonrisa tan preciosa y su rostro amable era demasiado para el, causando un ligero sonrojo.

- Buenas noches...-. Dijo despidiéndose.

Ambos ya en sus camas no podían dormir sin pensar uno en el otro, pero Sumiyoshi lo pasaría de largo al notar que su pequeña estaba de nuevo tosiendo.

-Hey está bien, está bien, tranquila, as los ejercicios que dijo el doctor-. Dijo Sumiyoshi dándole palmadas en su pechito.














>Aclaración<
Esta parte voy a hablar yo el escritor, miren, esta historia fue escrita de nuevo en esta nueva cuenta así que muy pocas personas lo van a reconocer.

Se que para la gente que apenas lo estaba leyendo algunas cosas les parecerá irregulares, así que voy a explicar una de esas.

Mabe: fue escrita para el episodio 7 es como la mejor amiga de Sumiyoshi y está lo protegería de lo que fuera, además de ayudarle con la bebe.

La bebe: Ella es enfermiza.

Sumiyoshi: Padre soltero y amable

Un nuevo comienzo para  dos soles dañados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora