Los lazos del destino 2/3

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-¡Johan!- gritó Catherine, corriendo hacia él. - ¿Me prestas tus apuntes de anatomía?

Ya había pasado diez años, y Johan se encontraba cursando en tercer año en la Facultad Johansson, un complejo de facultades que incluye la de medicina (en la que estudia nuestro personaje), ciencias sociales, ciencias exactas y, arte y diseño.

-Claro- respondió Johan, tomando sus apuntes para entregárselos a Catherine.

-¿Sabes? Esta noche haré una fiesta en mi casa, si te interesa- propuso.

-No, gracias.- contestó él. Los años lejos de Mathew lo habían vuelto aburrido y cerrado.

-Oh... Está bien. ¿Estás seguro? Habrá alcohol en masa.

-De acuerdo.- contestó él de forma automática. Con sus veinte años, solo se habría al alcohol. Lo utilizaba para olvidar su miseria, la miseria de perder a su primer amor... El hecho de recordar el rostro de Mathew borrosamente hacía que se sintiera vacío... Ese vacío lo llenaba momentáneamente con alcohol.

-¡Genial! Esta noche a las diez.- terminó Catherine, alejándose con sus apuntes.

"Una noche más en la que no voy a tener conciencia..." pensó Johan, saliendo del salón de clases, camino a su dormitorio. Una vez más intentó recordar el rostro de Mathew de forma nítida, pero se rindió luego de varios intentos.

Mathew estaba emocionado. Por fin iba a independizarse. ¡Adiós padre! ¡Adiós vestidos de niña! ¡Adiós a todos aquellos días de humillación! Al fin, hoy soy un hombre.

El joven de dieciocho años se hallaba de pie frente al complejo de Facultades Johansson, en espera de ingresar a su primer año en la facultad de Arte y diseño. Todo su cuerpo vibraba por ese momento.

Luego de la partida de Johan su vida cambió radicalmente, su forma de ser fue más cerrada y brusca. Ya nadie se atrevía a molestarlo, pues ahora no tenía miedo de pelear, no tenía miedo de salir lastimado.

Unos años después, tras la muerte de su madre, una tarde de septiembre le hizo frente a su padre. Se le plantó en frente, y con un alarido exclamó:

-¡Ya no quiero ser Marie!- se sintió un poco aliviado luego de esto, pero solo un poco... Tantos años se guardó lo que tenía para decir.- ¡Mamá está muerta! ¿Qué caso tiene seguir fingiendo ser alguien que no soy? ¡Quiero ser YO! ¡Quiero se Mathew!

Su padre se puso de pie de forma abrupta, y con todas sus fuerzas lanzó un golpe a Mathew, este cayó al suelo, pero se paró rápidamente. Su padre lanzó otro golpe, pero esta vez Mathew lo detuvo. Tantos años de abuso, tantos años de humillación le dieron la fuerza necesaria para parar ese golpe. Su odio era su fuerza en ese momento.

-¡No más!- gritó, empujando a su padre, este cayó haciendo retumbar el suelo.- Me largo de esta casa...

Se fue lejos, llevándose el dinero que su padre escondía debajo de los cajones. Lo usó para alquilar un departamento y comprar lo necesario para comer. Fue y terminó la secundaria en una pública. Tras esto, consiguió trabajo de medio tiempo, y ahorro para entrar a Johansson.

Hoy se hallaba frente a su sueño: ser el mejor artista. Desde la partida de Johan comenzó a dibujar, no quería olvidar su rostro. Comenzó a especializarse en ello, y hasta el día de hoy podía dibujar el rostro de él sin equivocarse, ni olvidar ni un detalle.

El rostro de Johan aparecía nítidamente en su recuerdo, tal vez porque se pasó horas recordándolo mientras intentaba dibujarlo.

Bajó sus últimas cajas y se dirigió al complejo. Las facultades, en sí, estaban separadas, pero en las habitaciones estaban todos mezclados. Matt se preguntaba con quién le tocaría compartir el cuarto, tal vez con alguien de la facultad de ciencias sociales sería mejor. Él pensaba que sería más fácil de hablar, o tal vez de la de medicina.

One Shoot (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora