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Ya había amanecido, lo que significaba que era hora de que Buster se dirigiera al bosque maldito.
Con un poco de miedo, se despidió de sus amigos.

—Adiós, chicos... —dijo Buster.

—Adiós, Buster. Draco y yo te estaremos esperando —respondió Grom.

—Mucha suerte, Buster. Aunque Groom y yo sabemos que no la necesitarás. Eres el mejor caballero de este reino, confiamos en ti —añadió Draco.

—Gracias, chicos. Les prometo que completaré esta misión —aseguró Buster con determinación.

Dicho esto, Buster se retiró del reino, adentrándose en el bosque maldito, que estaba a tres horas de distancia.

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳

Buster se adentraba cada vez más en el bosque, y con cada paso, el entorno se volvía más peligroso. Durante su travesía, había sufrido algunas heridas tras enfrentarse a un conejo de gran tamaño. Al principio, el animal lo asustó, pero luego se calmó al recordar que encontrar criaturas así era algo normal en ese lugar.

Tras varias horas de caminata, Buster seguía avanzando, concentrado en su misión. Sin embargo, no notó una cuerda camuflada en el suelo que, al pisarla, se tensó y lo atrapó del pie, dejándolo colgado de un árbol.

Intentó liberarse desesperadamente, pero antes de lograrlo, la cuerda comenzó a moverse rápidamente, balanceándolo de un lado a otro hasta que su cabeza chocó contra el tronco de un árbol. El impacto lo dejó completamente inconsciente, suspendido en el aire.

Una hora después, Buster despertó. Ya no estaba en el bosque; ahora se encontraba en una cabaña. Lo primero que vio fue un caldero y muchas botellas llenas de líquidos y objetos extraños. De inmediato, comprendió que estaba en la casa de "la bruja".

Intentó levantarse desesperadamente, pero no pudo; estaba amarrado. Su cuerpo se tensó al escuchar pasos acercándose. Sabía perfectamente de quién provenían.

Buster levantó la vista y la vio. A pesar de que se suponía que era su enemiga, no pudo evitar sonrojarse. Jamás le habían dicho que la bruja era tan bonita. Esperaba encontrarse con una mujer vieja, llena de arrugas y de aspecto horripilante, pero en su lugar, estaba frente a alguien con piel blanca y tersa, un cabello liso que le llegaba hasta las caderas, y una apariencia delicada.

—¿Quién eres? —preguntó la bruja.

Buster se sobresaltó al escuchar la voz masculina. ¿No se suponía que era una bruja?

—¿Eres... hombre? —preguntó, incrédulo.

—¿De qué hablas? ¡Por supuesto que soy un hombre! ¿Acaso estás ciego? —respondió el brujo con enfado, cruzando los brazos.

A los ojos de Buster, seguía pareciendo una mujer delicada con ese largo cabello.

—Perdón... —murmuró, algo avergonzado.

—Como sea —dijo el brujo, ignorando su disculpa—. ¿Qué hace un caballero en este bosque? ¿Venías a matarme?

—Se supone que... así era... —respondió Buster con sinceridad, aunque con un tono de culpa.

En ese momento, el brujo comenzó a reírse a carcajadas.

—¿En serio un tipo tan tonto vino a matarme? —dijo mientras se acercaba y agarraba la cara de Buster con una mano.

—Mira esa carita tan bonita, parece que no mata ni una mosca —añadió con una sonrisa burlona, estudiando cada detalle del rostro del caballero.

Buster no podía negar que le había gustado un poco que lo llamaran bonito, pero al mismo tiempo se sintió algo ofendido.

-¡Soy el caballero honorario del reino!

¡He matado a muchas personas!

¡Deberías tenerme miedo! -respondió con indignación.

Sin embargo, el brujo solo se echó a reír a carcajadas.

-¿Con esa carita tan tierna vienes a decirme eso? Por favor, jamás te voy a tener miedo.

Buster estaba más que sonrojado, pero su enojo no desaparecía.

-¡No soy tierno! -protestó.

-Claro que lo eres. Me atrevería a decir que eres más tierno que mi conejo respondió el brujo con una sonrisa burlona.

Buster, aún más molesto, estaba a punto de responder con algunos insultos, pero el brujo lo interrumpió.

-Como sea, supongo que venías a matar a mi madre en vez de a mí. Pero déjame decirte que mi madre murió hace tiempo.

-¿De qué estás hablando? ¿Eres su hijo? -preguntó Buster, confundido.

-Obviamente, baboso.

-Pensé que la reina se había equivocado de género...

-Pues no, es a mi madre a quien quieren matar, pero ya está muerta.

-¿Y la maldición...? -insistió Buster, aún tratando de entender.

-La maldición no se elimina solo matando a quien la lanzó. La persona que la hizo tiene que quitarla, así es como funciona.

Buster se quedó procesando esa información. ¿Entonces este viaje había sido en vano?

-¿Entonces nunca se podrá quitar la maldición? -preguntó finalmente.

-Yo puedo. Como soy su hijo, también puedo quitar las maldiciones de mi madre -respondió el brujo, mirándolo con seriedad.

-Entonces, por favor, quítala. El reino está muriendo poco a poco por culpa de la maldición -suplicó Buster.

-No lo haré-respondió Fang con frialdad.

-¿Por qué no? Por favor, si la quitas, tal vez te dejen vivir en el reino nuevamente.

-Esa apestosa reina no me dejará vivir allí, ni siquiera si elimino la maldición. Ella echó a mi madre y a mí solo porque se suponía que éramos peligrosos.

-Entiendo que estés enojado, pero el pueblo no tiene la culpa...

-Ya te dije que no. Además, no necesito vivir en el reino, ya tengo un compañero.

-¿Vive alguien más aquí? -preguntó Buster, intrigado.

-Eres tú -respondió Fang con una sonrisa maliciosa.

El brujo se acercó a Buster y lo rodeó con sus brazos.

-A partir de ahora, tú eres mío y de nadie más.

Buster tragó saliva con dificultad. No podía negar que aquello lo asustaba; después de todo, estaba básicamente secuestrado. Pero, aunque no lo admitiera en voz alta, la idea no le desagradaba del todo.

-¡Aléjate de mí! -protestó, tratando de sonar firme.

-¿Por qué? Ahora solo estaremos tú y yo-replicó Fang, con voz suave.

-¡No! Yo tengo que volver al reino. No puedo quedarme aquí contigo.

-¿Me vas a abandonar, entonces?

-¡Solo vine a matarte! Déjame en paz.

-Ya te dije que no. No te preocupes, pronto te acostumbrarás a estar aquí dijo Fang mientras pasaba un dedo suavemente por el rostro de Buster, deteniéndose en sus labios.

-No me gustan ese tipo de cosas... murmuró Buster, nervioso.

-Eso lo veremos. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

Buster dudó por unos segundos antes de responder.

-Buster...

-Qué bonito nombre. El mío es Fang.

-Fang... -repitió Buster en voz baja, como si intentara grabarlo en su mente

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Me siento orgullosa de mi misma por actualizar tan rápido JAJKSJSJA

El caballero y el brujo ᰔbustangᰔDonde viven las historias. Descúbrelo ahora