un matrimonio de último momento

la noche de bodas

Hoy, el día del desastre

Si soy Cara una chica que se casó con el padre de su prometido. Y si, no estoy orgullosa pero, pensándolo bien él es más guapo que mi novio.

Y lo que pasaría la noche de bodas me asustaba un poco. Ya que uno bueno... Mm.... Tiene que.... Pues... Eso.

Lo que se hace la noche de bodas. Ustedes me entienden.

Vi a mi resien esposo quitandose la ropa y me asusté por un momento pero lo único que noté fue que estaba con una expresión de cansancio.

–hoy no... Bueno... Ya sabe..  lo que se hace en la noche de bodas.
Tenía la cabeza abajo y jugaba con mis manos por la pregunta vergonzosa.
Y me miró divertido.

–no te obligare a hacer algo que no quieras Cara.
Sonrió un poco para calmarme ya que sabía bien que yo era tímida. Por eso se sorprendió con la seguridad que decía lo de casarnos.

–bueno.. solo quiero que sepa que si usted quiere no me molesta.
Lo decía de verdad, estaba muy dispuesta a entregar mi castidad.

–tu quieres?.
Se me erizo el cuerpo y alcé la cabeza tan rápido que casi me parto el cuello.

–es que... Bueno.. me prepare para la... La perdida de mi castidad para... Para mi marido.
Lo dije titubeando.

–en ese caso este momento es especial.

Me miró con una expresión que no pude descifrar y luego llamó al servicio de habitación y encargó unos condones y una botella de champán.
Me asusté un poco pero estaba lista para darlo todo para satisfacer a mi marido.

–listo, ya podemos empezar. Estás lista? No quiero abusar de ti.

–si.. mmm.. lo estoy. Que hago?

Fue mi primera vez pero sentí que nada podía superar a lo que sentía ese calor cuando nos rozamos nuestros cuerpos. Lo atento que fue en todo, la ternura con la que me tocaba y las cosas lindas que me endulzaba el oído y todo fue tan mágico que no pensaba que era real.

A la mañana siguiente me encontré a mi misma con mis dedos enredados en su cabello sedoso y suave como el de un animalito, y lo mejor era que no tenia vergüenza y no me sentia timida me sentía como si fuera alguien que lo hubiera hecho miles de veces.

Lo acariciaba y su cara recostada en mi pecho, no pude dejar pasar que sus labios está demasiado rosados y lindos y su cara a pesar de que nos llebabamos unos 10 años me pareció muy joven y lindo.

Se despertó y me miró por un momento con mi mano en su cara y mirándonos a los ojos.

Pero me devolvió a la realidad.

–buenos días, cara.

–buenos días, Tyler.

–Quieres desayunar?

–Si por favor, estoy muy cansada.

Bajamos la escaleras y nos encontramos en la cocina ya que estábamos en el penthouse que tenía para las vacaciones.

No me lo esperaba, pero se puso a hacer el desayuno que eran unos panqueques y le estaban quedando bien por lo que el olor me decía.

Y derrepente

–te gustó lo de anoche.

No ví su expresión ya que estaba volteando hacia la cosina pero por alguna razón sabía que tenía una gran sonrisa.

Obvio, me puse roja y baje la cabeza -como siempre hacia- y me digne a tragar saliva.

–emmm...bueno ... Estuvo bien.
Me miró confuso.

–no te encantó?
Se desepciono.

–no, no es eso. Fue...mmm... Mi primera vez y si estubo increíble.

–que bueno que te gustó estaba preocupado de no averté satisfecho.

–bueno y podemos hacerlo más tarde.

Me miró entre sorprendido y divertido.

–cuando quieras– se le entristeció la mirada por un momento.–bueno mañana tengo que regresar a trabajar.

–que?
Pregunté confusa

–que.... Me da mucha vergüenza que mi hijo te tratara así ya que era él el que tenía que casarse contigo

–ni te preocupes mucho lo único que quería era poner feliz a mis padres por el apellido que portas. Y... Además... Tu estás más guapo.

Sonrió con una sonrisa maliciosa.

–a si.. y también mejor en la cama.

No lo pude evitar me volví roja de nuevo.

–si.
Dije con un hilo de voz. En ese momento empezaron a tocar la puerta y me levanté para atender.

Abrí la puerta y encontre a mi exprometido y una chica que no pude reconocer.

–que haces en la casa de mi padre Cara. Taaan desesperada estás por atención, no. quiero. Estar. Contigo

Me lo explico como si fuera un bebé.
Y me indigné.

–esta es mi novia y nos amamos así que puedes irte. Dónde está mi padre?

–fuera de mi casa con tu amante

–se que no puedes superarme pero está no es tu casa

En ese momento me abrazo por la espalda Tyler.y me dió un beso en los labios.

Y sonreí al ver la expresión de mi exprometido.

–quien es querida? No tardes, el desayuno está listo.

–querida???!!!