La madrugada era fría y húmeda, y las luces parpadeantes de Londres parecían seguir al trío mientras caminaban hacia un lugar conocido por su historia oscura: un almacén abandonado en los muelles del Támesis. Max, Ali y Finn no estaban allí por casualidad. Había rumores de que el lugar seguía siendo un centro de operaciones secundario del Círculo Negro, un sitio que Max conocía demasiado bien.
Había sido allí donde años atrás había realizado su primera misión con la organización. Y también era el lugar donde había comenzado a cuestionar todo lo que creía.
El almacén estaba desierto a simple vista, pero Max sabía que no podía confiar en las apariencias. Mientras se acercaban, la voz de Finn rompió el silencio.
- ¿Seguro que esto es una buena idea? Me parece más una trampa que un punto de partida. -
- Es una trampa - respondió Ali, revisando un pequeño dispositivo que sostenía en su mano. - Pero no para nosotros. -
Max sonrió ligeramente, aunque sus ojos estaban fijos en el edificio frente a ellos. - Esto no es solo un almacén. Es un archivo. Aquí guardan registros de operaciones, identidades falsas, transacciones. Si todavía tienen algo de actividad, encontraremos lo que necesitamos. -
- ¿Y qué pasa si no hay nada? - replicó Finn, cruzándose de brazos.
- Entonces sabremos que estamos en el lugar equivocado - contestó Max, avanzando hacia la entrada.
Ali se encargó de desactivar las cámaras de seguridad. - Esto es pan comido - murmuró mientras tecleaba en su portátil. - A veces me sorprende que todavía usen estos sistemas tan obsoletos. -
El interior del almacén estaba tan silencioso como un mausoleo. Las sombras bailaban con la tenue luz que se filtraba a través de los tragaluces rotos. El olor a moho y aceite viejo llenaba el aire. Max lideró el camino, recordando cada esquina, cada rincón, como si el tiempo no hubiera pasado.
De repente, algo llamó su atención: una figura borrosa que cruzó uno de los pasillos al fondo del almacén. Instintivamente, levantó una mano, deteniendo a los demás.
- ¿Lo viste?- preguntó Finn, desenvainando un cuchillo de combate que llevaba en la cintura.
Max asintió. - No estamos solos.-
Ali revisó un pequeño radar portátil. - Hay cuatro señales de calor, dos en movimiento. Parece que hay actividad en la sala de servidores. -
Sin decir una palabra, Max hizo una seña para que avanzaran en silencio. A medida que se acercaban, los murmullos de voces se hicieron más claros. Dos guardias vigilaban la entrada de la sala de servidores, armados pero distraídos.
- Déjamelo a mí - susurró Finn, avanzando como un depredador en la oscuridad. En cuestión de segundos, neutralizó a ambos con movimientos rápidos y precisos.
- Eso fue impresionante - comentó Ali con una sonrisa, mientras Finn volvía al grupo.
- Sí, bueno, los golpes no requieren permiso - respondió Finn con un encogimiento de hombros.
Dentro de la sala de servidores, Ali comenzó a trabajar inmediatamente, conectándose a uno de los terminales principales. - Esto va a llevar un momento. Cubran la entrada. -
Max y Finn tomaron posiciones, pero los pensamientos de Max estaban en otra parte. Los recuerdos de su tiempo con el Círculo Negro inundaron su mente. Recordó las primeras misiones, cuando todavía creía que estaba haciendo algo noble. Recordó a Cyrus, su mentor, el hombre que le había enseñado a desconfiar de todo, incluso de sí mismo. Y recordó a Samuel, su hermano menor, quien había sido su única razón para seguir adelante hasta que el Círculo lo arrebató todo.
- Tenemos compañía - dijo Finn en voz baja, sacando a Max de sus pensamientos.
Un grupo de tres hombres entró en el almacén, armados y alertas. Max reconoció a uno de ellos: Victor Kane, un antiguo aliado que ahora era un alto mando del Círculo.
- Están revisando los alrededores - murmuró Finn.
- Ali, ¿cuánto más? - preguntó Max en voz baja.
- Necesito cinco minutos. No puedo apresurar esto sin activar las alarmas - respondió Ali con frustración.
Max tomó una decisión rápida. - Finn, desvíalos. Yo me encargaré de Kane. -
Finn asintió con una sonrisa torcida. - Sabes que no puedo decir que no a una buena pelea. -
Max se deslizó entre las sombras hasta acercarse a Kane. Observó al hombre por un momento, notando cómo había cambiado. Kane siempre había sido ambicioso, pero ahora parecía más un perro rabioso que un estratega.
- Victor - dijo Max, dejando que su voz resonara en la oscuridad.
Kane giró rápidamente, apuntando su arma hacia donde estaba Max. - ¿Blackwood? ¿Eres tú? -
- Pensé que habías caído con el resto de nosotros - respondió Max, emergiendo de las sombras con las manos en alto.
- Lo mismo pensé de ti - replicó Kane, aunque su tono no era del todo hostil. - ¿Qué haces aquí? -
- Buscando respuestas, igual que siempre. -
Kane lo observó, y por un momento, algo parecido a la duda cruzó su rostro. Pero antes de que pudiera responder, Finn apareció detrás de uno de los guardias y lo noqueó, rompiendo el silencio.
- ¡Atrápenlos! - gritó Kane, levantando su arma.
El caos estalló en el almacén. Max y Finn lucharon codo a codo contra los hombres de Kane, mientras Ali terminaba de descargar los archivos.
- ¡Lo tengo! - gritó Ali finalmente.
- ¡Hora de irnos! - exclamó Max, cubriendo la retirada mientras corrían hacia la salida.
El grupo escapó justo antes de que una alarma ensordecedora comenzara a sonar, alertando a las fuerzas del Círculo. Cuando llegaron a un lugar seguro, Ali revisó los datos.
- Hay algo grande aquí - dijo, su rostro iluminado por la pantalla de su laptop. - Transacciones financieras, ubicaciones de operaciones y algo más... un proyecto llamado Pandora. -
Max frunció el ceño al escuchar ese nombre. No era la primera vez que lo oía, pero siempre había sido un susurro, un secreto cuidadosamente guardado por Cyrus.
- Pandora - murmuró. - Sea lo que sea, ahí está nuestra clave para destruir al Círculo. -
Mientras la ciudad despertaba al amanecer, Max supo que acababan de dar el primer golpe. Pero también sabía que esto era solo el comienzo.
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Sombras Del Pasado
FantasyNacido en una familia de clase media alta en Londres, Maximilian Blackwood fue un hombre que tuvo todo a su alcance, pero que se vio envuelto en un mundo de conflictos militares, mafia y poderes sobrenaturales tras una serie de eventos que cambiaron...