CYZARINE
Después de todo lo que me contó Deinner no pude pegar un ojo, El dolor que sintió mi madre por mi culpa, si ese día no fuera bajado a la cocina no hubiera visto nada y mis padres estuvieran vivos.
No puedo evitar el nudo que se me hace en la garganta al pensar en el infierno que vivió mi madre, sabiendo que no podía hacer nada, que tenía a uno de sus hijos ahí mirando como le hacían daño, tratando de protegernos.
Mi padre sólo quería sacarnos de allí, que no creciéramos en una familia donde abusar de las mujeres se volviera algo normal, si mi Abuelo abusó de Siena quien le aseguraba que no podría hacer lo mismo conmigo o con mamá.
Lo único que deseo fue proteger a su familia y ahora está muerto, y mamá lo último que vio fue a su hijo con las mejillas llenas de lágrimas por verla en ese estado, lo último que vio antes de que todo desapareciera fue el sufrimiento de su hijo.
Sentada en la cama de una habitación vacía que no conozco recuerdo sus sonrisas, el amor amor de mi padre, la felicidad en sus ojos cada vez que estábamos todos juntos, en casa.
El crujido de la puerta me sacó de mis pensamientos y levantó la mirada para encontrarme con los ojos ámbar de Shamanta.
—Estás despierta —dijo adentrándose en la habitación.
—¿Necesitas algo? —pregunto acomodando las sábanas encima de mis piernas.
-Solo venia a traerte algo de comer, no cenaste nada después de la charla con tu hermano -dice dejando la bandeja de comida en la mesita de noche.
—¿Dónde está? —pregunto cohibida.
Puede que sea mi hermano pero no lo he visto desde hace más de diez años, no puedo llegar a su vida y querer saber todo así como así.
Shamanta toma mi mano para llamar mi atención.
—No te preocupes, tienes derecho a preguntar por él, de saber qué le pasa, que tiene y sobre todo como está —dice con una pequeña sonrisa, y me doy cuenta de que no se nada de ella.
No deberías de confiar en nadie, lentamente alejo mi mano de la de ella, tratando de no alterarla, pero es muy perspicaz, y se aleja suavemente con una pequeña sonrisa.
Me mira directamente a los ojos y puedo sentir como se mete en mis pensamientos, a pesar de que no es mucho mayor que yo, sabe muy bien cómo leer a las personas con solo mirarlas.
—¿Cómo se conocieron? —digo sin disimular mi desconfianza.
—Después del accidente no tenían cómo llegar a Roma y mi padre los trajo hasta aquí para cuidarlos mientras...
—¿Estamos en Roma? —Preguntó sin creerme lo que dice —¿Cómo diablos pretenden que nos escondamos en el centro de tráfico de personas, de nuestra propia familia? —susurro con los nervios creciendo más a cada segundo que pasa.
Me levanté de la cama caminando de un lado a otro, como se les ocurre estar aquí mi tío puede entrar en esta zona como si nada, si entro a la ciudad que Alexey puede hacerlo aquí también.
—Oye, cálmate —Escucho A Shamanta hablar pero no le prestó atención saliendo de la habitación para buscar a Deinner e irnos de aquí.
—Cyza detente —Shamanta sigue tras de mí.
Sigo hasta llegar al final del pasillo pero cuando cruzo a la derecha chocó con alguien, ignoró al hombre, seguramente es uno de los hombres de Deinner.
—Cyzarine para ya —Sigue gritando Shamanta tras de mí, doy un par de pasos más sin intención de detenerme cuando escucho su voz.
—¿Bobochka? (¿Mariposa?)—dice y me detengo de golpe casi chocando con Deinner que viene de su habitación.
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Dos Caras Una Vida ©
عاطفيةCyzarine. Una princesa de la mafia rusa. Le arrebataron a su familia, y al amor de su vida. Ahora es hora de cobrar Venganza. Lo que no se esperaba es, que su propia familia es la culpable de todas sus desgracias. Alessandro. Heredero de la maf...