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El zumbido de las voces llenaba el aula mientras los estudiantes esperaban que el profesor llegara. El ventilador del techo giraba perezosamente, moviendo el aire caliente de un lado a otro sin mucho efecto. Checo estaba inclinado sobre su cuaderno, dibujando líneas al azar mientras escuchaba a Lance y Esteban hablar sobre el último partido de fútbol.

— Te lo digo, Esteban, si hubieras visto ese gol, te habrías levantado a aplaudir — dijo Lance, gesticulando con entusiasmo — Fue un tiro de fuera del área, directo al ángulo. El portero ni siquiera se movió. —

— ¿Y tú crees que voy a creer eso? Seguro fue pura suerte — respondió Esteban, riendo mientras le daba un codazo a Lance.

Checo sonrió ligeramente pero no levantó la vista de su cuaderno. Era agradable escucharlos discutir, aunque su mente estaba en otro lado.

— ¿Qué haces, Checo? — preguntó Esteban, asomándose sobre su hombro para mirar el garabato en el cuaderno — ¿Es un mapa o un monstruo? —

— Ni idea, solo estoy matando el tiempo — respondió Checo con un encogimiento de hombros.

En ese momento, la puerta del aula se abrió y el profesor entró con una pila de papeles bajo el brazo.

— Silencio, chicos. Hoy tenemos algo importante que discutir — dijo, dejando los papeles sobre el escritorio con un golpe seco.

Las conversaciones cesaron, y todos los estudiantes se enderezaron en sus asientos, aunque algunos con evidente desgana.

— Como saben, cada año organizamos un retiro espiritual para los estudiantes del último año de preparatoria. Este año no será la excepción —

Checo soltó un suspiro. Ya había oído hablar de esos retiros. Algunos lo describían como una experiencia transformadora; otros, como una pérdida de tiempo.

— Aquí tienen los formularios de autorización — continuó el profesor mientras empezaba a repartirlos — Necesitan que sus padres los firmen. Es obligatorio asistir, así que no quiero excusas —

— ¿Obligatorio? — murmuró Esteban a su lado — ¿Desde cuándo te pueden obligar a ser espiritual? —

— Desde siempre, al parecer — respondió Checo con una sonrisa irónica mientras tomaba el formulario que el profesor le extendía.

— El retiro será en el seminario, dónde estarán los chicos que se preparan para la vida sacerdotista. Cuatro días de actividades, reflexiones y convivencia. Confío en que todos sabrán comportarse a la altura de las expectativas — dijo el profesor, mirando a Lance y a otro chico conocido por sus travesuras.

— ¿Habrá señal para los celulares? — preguntó un chico desde el fondo del salón.

— No. La idea es desconectarse del mundo digital para enfocarse en uno mismo y en los demás —

— Genial, sin Instagram por cuatro días. Es como vivir en la prehistoria — murmuró Lance, mientras algunos protestaban

— deja tu eso, yo estar 4 días sin mi Pierre — murmuró triste, el profesor lo vio raro — es un pez, así le puse — dijo rápidamente y el profesor siguió en lo suyo llendose

— como es que tus padres no te dijeron nada sobre tu y Pierre? — pregunto Checo

— me desheredaron, pero eso no importa, Pierre dijo que él me mantendría, que solo me preocupara por estudiar y ser lindo con él — dijo sonriendo

— por lo menos mi padre acepto lo mío con Fernando, sin desheredarme — dijo Lance sonriendo

— te lleva como 5 años, pero es bueno que tú padre sea de mente abierta, ya vez que los míos casi se infartan cuando supieron que Lewis era abiertamente gay — dijo Checo rodando los ojos

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒆𝒗𝒊𝒍'𝒔 𝑫𝒂𝒓𝒆 | 𝑪𝒉𝒆𝒔𝒕𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora