No quería que me tocara. No quería volver a sentir sus manos sobre mi cuerpo. ¿Qué fue lo que hice para merecer tanto desprecio?, ¿Qué fue lo que hice para que él me mire con tanto rencor? Sus manos ya no son cariñosas, sus besos ya no son amorosos. ¿Qué quiere de mí?
Siento que mi vida se ha vuelto un callejón sin salida. La vida que imagine vivir junto a él no es más que un simple espejismo reflejado contra una realidad la cual jamás me imagine viviendo. No quiero vivir esta vida. No quiero ver mi reflejo en el espejo y no reconocer en la mujer que me he convertido.
¿Quién soy yo en realidad? Soy la mujer que escribe Bestsellers o soy la mujer a la que su marido engaña con otras mujeres. Mon-el ya no me quiere, me odia y yo ya no quiero seguir viviendo una mentira creada solo por apariencia y pura conveniencia. Creo que haber venido a Canadá no ayudará en nada. No quiero fingir delante de los estas personas que tan gentilmente nos abrieron las puertas de su casa. No quiero fingir delante de Lena Luthor y su esposo que tengo el matrimonio perfecto.
Mi matrimonio está lejos de eso. Lena y su esposo se llevan tan bien, se quieren tanto, y Mon-el y yo somos unos desconocidos que compartimos la misma casa y la misma cama. No sé si pueda fingir ser la esposa amorosa que una vez fui. No quiero seguir siendo algo que en realidad no soy. Mon-el ya no me ama y mi corazón que una vez lo quiso esta tan dañado que ya no puede sentir amor. Solo quiero perderme en lo hermoso de este paisaje y olvidar. Estoy en Canadá, con Lena Luthor la mejor pianista y cantante de la década. ¡¡Reacciona mujer!!
Si hace tres semanas me hubieran dicho que estaría en la misma habitación que Lena Luthor no lo hubiera creído posible, y mucho menos ser invitada en su casa en Vancouver durante tres meses. Ella es una de las cantantes que más he admirado y solo el tenerla cerca provoca en mi un enorme nerviosismo. Debí parecer una tonta al hablar con ella y tartamudear como una adolescente. Pero no pude evitar sentir una ola de nerviosismo extenderse en todo mi cuerpo al ver su sonrisa y esos hermosos ojos.
Lo único que vino a mí mente al ver a Lena por primera vez fue un pasaje de mi último libro que aún no termino "Amanecer en Vancouver" . La historia de amor y dolor de una pareja que por motivos del destino no puede estar junta. Me recordó el momento exacto en que Pierre mi protagonista conoce Rachel, la que sería el amor de su vida y se pierde en sus ojos.
"Son unos ojos que al juntarse con los tuyos sientes que pueden ver tú alma. Ojos verdes misteriosos y asombrosos que te hacen querer descubrir lo que se oculta detrás de esa mirada tan inteligente y hermosa. Si tú me siguieras mirando de esa forma jamás podría sentirme triste, me sentiría valiente y confiado. Capaz de hacer cualquier cosa solo por volver a admirarte, querida mía. En tus ojos me perdí y no quise volver a encontrar de nuevo la salida del laberinto de tú mirada.
Odio que duermas, porque eso significa que esa maravillosa mirada va a tener que cerrarse por unas horas y privar al mundo de deleitarse con el color de la belleza. Soy tú fiel esclavo, capaz de cruzar océanos y guerras para que vuelvas a posar tú mirada sobre mí. Soy solo un hombre que se declara esclavo de tus ojos, de tú mirada y tú belleza. No me liberes nunca de este maravilloso tormento. Átame a ti para siempre y permíteme admirarte eternamente. No importa que tan lejos puedas estar de mi alcance. Tú siendo una princesa y yo siendo un simple sirviente. Pero este simple sirviente derribaría muros por ti, resistiría todo por ti. Por el verde de tú mirada, por tus mágicos ojos verdes".
"Por tus mágicos ojos verdes". Lena tenía esa mirada. Unos ojos que jamás podría olvidar. Ojos talentosos de una excelente pianista, ojos dulces de una mujer maravillosa. Unos ojos por los que cualquier persona podría ser un esclavo, yo podría ser una esclava de su mirada. Inconscientemente ya lo soy.
Voy a ignorar a Mon-el y simplemente me dejare llevar por los hermosos amaneceres de este lugar. La inspiración para terminar mi libro. No quiero dejar que mi vida con Mon-el opaque lo hermoso que es estar aquí rodeada de naturaleza y sintiendo la paz del sonido de los arboles al viento y de las pequeñas criaturas que se levanta al alba para empezar su día. No quiero opacar nada, sobre todo la maravillosa compañía que voy a tener.
Me olvidare de todo y seré libre. Aunque después de tres meses vuelva a mi condena y esclavitud en una vida que tengo que fingir mía aunque yo ya no la quiera. Disfrutare todo lo que pueda de estas vacaciones, y quizás con el pasar del tiempo, mi mente pueda aclararse y mi corazón finalmente puede empezar a sanar. No podemos adivinar que nos traerá el futuro, lo único que hago es rezar, rezar para que mi futuro sea mucho mejor que mi presente y esperar que en ese futuro quizás finalmente logre encontrar la felicidad y llenar esa parte de mi tan vacía a pesar del éxito. Solo quiero ser feliz, pero muchas veces me parece que la felicidad no fue hecha para mí.
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Amanecer en Vancouver
FanfictionSi hace tres semanas me hubieran dicho que estaría en la misma habitación que Lena luthor no lo hubiera creído posible, y mucho menos ser invitada en su casa en Vancouver durante tres meses. Ella es una de las cantantes que más he admirado y solo el...