Capítulo 2:La Invitación

5 1 0
                                    

"Quizás en otro tiempo podría haberte correspondido de la forma en que tú te mereces. Quizás en otro tiempo podríamos haber sido una simple pareja que se encontró por medio del destino y vivió su amor sin barreras de una sociedad tan cerrada. Quisiera que las cosas fueran diferentes entre nosotros, pero en este momento solo puedo amarte en la soledad de mi conciencia y en lo profundo de mi corazón, sabiendo que jamás serás para mi". Con todo mi amor, Pierre

Pasaje de "Amanecer en Vancouver" escrito por Kara Danvers

Miami, Florida

Finales de Agosto 2015

La tensión dentro de esa casa se podía cortar con un cuchillo. Una pareja permanecía sentada uno frente al otro con la mirada enfocada cada uno en el plato de la cena que estaban disfrutando. No había risas, no había conversación, simplemente existía el ruido de los cubiertos de mesa chocar contra el plato. La mirada de una mujer se posó sobre su esposo con un poco de miedo. El cabello negro de Mon-el brillaba bajo la suave luz que estaba sobre la mesa, sus pestañas largas estaban hacia abajo cubriendo sus ojos color zafiro mientras comía en silencio.

Kara suspiró recordando como solían gustarle esos ojos. Mon-el era un hombre extremadamente atractivo y ella lo sabía. Era un hombre muy inteligente. Un editor muy capaz. Lastimosamente, no había tenido muchas oportunidades y era algo que lo frustraba mucho. No había podido conseguir un trabajo que lo ayudara a triunfar en el mundo periodístico a pesar de su capacidad.

Ella por otra parte, había triunfado en el mundo de la literatura. Era muy reconocida por su trabajo y sus tres libros habían sido bestsellers durante meses después de sus respectivas publicaciones. Desde el 2013 venia cosechando éxitos. Mon-el la había conocido en su primera firma de libros tres años atrás. Kara había sido muy tímida con él al principio, luego de tres semanas de citas y coqueteos finalmente Kara había aceptado iniciar una relación con él y siete meses después se habían casado.

Kara tiempo atrás había sido un desastre en lo relacionado al amor. A sus veinticinco años Mon-el había sido el primer hombre en su vida. Habían tenido momentos muy felices, pero todo había ido cambiado a medida que la fama de Kara había empezado a crecer. Se había vuelto serio y meditabundo. La había apartado. Ahora eran dos desconocidos. Dos personas que compartían la misma casa, la misma cama y tenían ciertas ocasiones de sexo.

Las citas maravillosas se habían vuelto solamente vagos recuerdos plasmados en algunas fotografías. Las sonrisas y las risas habían quedado olvidadas en los primeros tres meses de matrimonio. Las noches de pasión se habían visto reducidas a meras entregas sin significado para liberar tensión. Ya nada era lo mismo. Ni su amor, ni su matrimonio, ni Mon-el .

—Me enviaron una carta—dijo la voz profunda de su marido, mientras Kara levantaba la vista de su plato para verlo directamente a los ojos, sorprendida por el repentino tema de conversación.

—¿Puedo preguntar sobre qué? —dijo tomando un trago de vino tinto.

—Era de West High—dijo Mon-el viéndola un momento a los ojos. Kara se dio cuenta que la veía con fastidio.

—¿De tu antiguo instituto? — Mon-el simplemente se limitó a verla un segundo para luego bajar la mirada.

—Creo que la respuesta a esa pregunta es bastante obvia "Escritora del año" —dijo burlándose del premio que le habían entregado unas cuentas semanas atrás. Kara respiró hondo tratando de calmarse mientras apretaba sus manos bajo la mesa, no quería empezar una discusión con Mon-el—. Pero sí, era de mi antiguo instituto. Harán una fiesta de mi generación mañana. Soy invitado.

Amanecer en VancouverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora