Petrichor - Rust in the Rain

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Advertencia: Cadáver, sangre, depresión, suicidio, autolesión

Se oyeron ruidos de decenas de policías que intentaban poner una barrera para impedir la entrada de personas ajenas al lugar y pedían la colaboración de los curiosos que intentaban sacar fotos con sus teléfonos móviles. De vez en cuando se oían voces conmocionadas de personas con ojos agudos que describían el estado horroroso del cadáver. Algunos adivinaron quién era el fallecido, pero como el lugar era una residencia universitaria cercana a una universidad, llegaron a la conclusión de que probablemente se trataba de un estudiante que había saltado del edificio.

La primera persona que encontró el cadáver fue un estudiante que vivía en la residencia. Su habitación estaba en el tercer piso, justo encima del lugar donde se encontró el cuerpo. Según su declaración a la policía, tenía la intención de salir a ver las plantas de la terraza, pero sus ojos se fijaron en algo inusual en el suelo de abajo. Era una imagen que podría quedarse grabada en su memoria para siempre.

—A- Al principio pensé que era un maniquí o una muñeca...— tartamudeó el joven. Todavía estaba en estado de pánico por el cadáver que vio por primera vez. —Cuando miré con atención y resultó ser humano, pensé que alguien estaba tendido aquí. Pero... Pero tenía los ojos abiertos...

—¿Oíste algo anoche? ¿Como el sonido de algo cayendo, o viste algo delante de la terraza?

La teniente Tul, la persona responsable del caso, llegó al lugar en cuanto fue informada. Estaba anotando la información que recibía del estudiante en su pequeña libreta, así como en su teléfono que grababa en el bolsillo de su chaqueta.

—No. Anoche llovió mucho, no oí nada. Solo estaba trabajando en mi habitación.

—¿Desde qué hora? ¿Cuándo estuvo en la habitación hasta que se durmió y a qué hora vio el cuerpo?

—Volví a mi habitación alrededor de las 7 pm. Me quedé adentro porque tenía que terminar mi tarea. Me acosté casi a las 2 am. Normalmente siempre me despierto a las 6 am. Alrededor de las 6 y algo, no más tarde de las 6.10 am salí a ver las plantas.

—Está bien. Muchas gracias. —La teniente anotó el período de tiempo que dijo el testigo. Tal vez tendría que preguntar a los estudiantes dentro del dormitorio en cada habitación sobre el lugar donde se encontró el cuerpo si escucharon algo aparte de la tormenta. La razón por la que tuvo que inspeccionar detalles menores como este fue porque no quería juzgar y dictaminar que se trataba de un suicidio.

Después de un breve interrogatorio con el testigo, Tul vio que comenzaba a haber gente del vecindario que venía a verificar la situación. Había algunos reporteros de agencias de noticias que habían llegado al lugar y estaban tratando de cruzar la barrera hacia el interior. La teniente de policía se apresuró y ordenó a otros oficiales que intentaran mantener a la gente no autorizada fuera, porque cuanto más aumentara la cantidad de curiosos, más posibilidades habría de que la imagen del fallecido que aún no se había movido saliera a la luz pública.

—Doctora, ¿ya casi está todo terminado allí? Los reporteros ya están empezando a llegar.

La teniente Tul caminó detrás de la cortina temporal que se colocó para evitar que otros vieran el cuerpo y el área a su alrededor. La doctora Cherran estaba en cuclillas sobre el cuerpo del fallecido. Estaba haciendo un examen preliminar para determinar la causa de la muerte. Cerca de ella estaba el asistente Bank que estaba tomando fotografías de la herida grave, los pequeños hematomas a lo largo del cuerpo y los hematomas en la cara del cuerpo.

—Creo que debería vigilar a la gente para que no venga a tomar fotografías, teniente. O podrías hacer mi trabajo aquí, para que yo pueda controlar a los espectadores, ¿lo harías? —dijo la médico forense con una voz sin emociones, aunque la frase parecía sarcástica. La teniente Tul sonrió tímidamente para sí misma, que parecía estar un poco regañada. Aunque empezaron a volverse más cercanas desde el día que cenaron juntas, en sus horas de trabajo, la doctora Ran seguía siendo una persona seria, no diferente del primer día que se conocieron.