Estos días no habían sido los más fáciles. La noticia de que mi madre era un personaje de anime todavía me resultaba difícil de creer. Había intentado hablar con mi papá, pero casi nunca estaba en casa. Aunque podía entrar a su cuarto sin problemas, no me atrevía a hacerlo, ya que él tampoco se metía en el mío. Sin embargo, hoy fue un día especial: mi papá trajo un pastel.
-Hola, Kore. Ya llegué -dijo mientras dejaba sus cosas en el sofá y el pastel sobre la mesa.
Era una tradición de mi papá comprar un pastel cada 5 de mayo. Desde que tengo memoria, siempre ha sido así. Cuando era niña, le pregunté a mi mamá por qué lo hacía, y me dijo que era una fecha importante para él.
Antes no lo entendía, pero después de investigar sobre mi madre, supe que era el cumpleaños de ella y de mis tías. Todavía no me acostumbro a llamarlas así.
-Ya voy, papá -respondí mientras me levantaba del sofá y me dirigía a la cocina para sacar dos platos.
Al llegar, tomé los platos, las cucharas y el cuchillo. Salí de la cocina y vi a mi papá sentado en la mesa, sacando el pastel de su caja.
-¿Y qué se festeja hoy, papá? -le pregunté con una sonrisa curiosa mientras dejaba las cosas sobre la mesa.
-Nada en especial, Kore. Solo quería comer pastel -respondió mientras cortaba el pastel en siete rebanadas.
-¿Por qué tanto, papá? Solo somos dos -le dije mientras tomaba mi rebanada.
Parecía confundido, pero también algo triste. Mis sospechas crecían: esas cinco rebanadas extras parecían simbolizar a mi mamá y sus cuatro hermanas.
-Papá, quería decirte que estoy viendo un anime de tu época -comenté mientras probaba el pastel.
Su expresión cambió a una mezcla de nostalgia y algo más que no pude identificar.
-¿Sí? ¿Cuál estás viendo, Kore?
-Go-Toubun no Hanayome.
Cuando escuchó el nombre, su rostro se transformó en una mezcla de sorpresa e impacto. Por un momento, no dijo nada.
-¿Qué pasa, papá? -le pregunté, preocupada.
Intentando ocultar su tristeza, recuperó su seriedad.
-Na-nada.
-Papá, sé que podría ser tarde, pero... ¿quién es mi mamá? -solté la pregunta, mirándolo con preocupación y un poco de desesperación.
Me miró con una expresión completamente seria. No decía nada, y su indiferencia me estaba afectando. Intenté arreglarlo.
-Papá, perdóname. No era mi intención incomodarte. Solo que tengo curiosidad -dije nerviosa, levantándome de la silla.
Él seguía serio. Se levantó también, pero se marchó. Caminó hacia la puerta, y antes de cerrarla, dijo con voz quebrada:
-Llegaré tarde hoy.
Y se fue.
Me quedé sorprendida por lo rápido que había cambiado el ambiente.
-Mamá, ¿qué hubieras hecho? -susurré, intentando contener las lágrimas. Pero con esto, estaba segura: Miku Nakano es mi madre.
Decidí que era el momento de saber la verdad. Entré al cuarto de mi papá. Su computadora estaba en el escritorio. La encendí y, para mi sorpresa, no tenía contraseña.
Pasé horas buscando en sus archivos, pero solo encontré documentos de trabajo. Ya cansada, abrí la última carpeta que no había revisado. Dentro, encontré otra carpeta y comencé a explorarla. Había fotos, la más reciente de hace diez años.
(¿Qué es esto?)
Eran fotos de cuando yo era niña. Mi papá se veía más feliz en ellas. Al final, encontré capturas de conversaciones:
-Oye, me enteré de que tienes una hija.
-Sí, Benja.
-Estoy contigo, Javi.
-Gracias, Chext.
-Pero ¿quién es la madre?
-No te lo puedo decir.Las capturas revelaban que algunos amigos sabían sobre su situación, pero él evitaba hablar del tema. También encontré dos archivos PDF: uno titulado Un camino distinto y el otro El sacrificio del amor.
(¿Es mi papá el autor de estas historias?)
Cuando estaba por abrir el primero, escuché cómo se abría la puerta del cuarto. Mi corazón se detuvo. Mi papá había llegado.
-¡Kore! ¿Qué mierda haces? -gritó. Su rostro reflejaba decepción.
Estaba inmóvil del miedo.
-Pa-papá... puedo explicarlo... -tartamudeé, mirándolo aterrada.
-¡Te di tu privacidad, Kore! ¿Para qué? ¿Para que me traiciones así? -Sus palabras me rompieron por dentro.
-¡¿Qué papá, querer saber quién es mi madre?! -grité, llena de rabia.
Su expresión cambió de enojo a dolor. Bajó la cabeza y, después de un momento de silencio, dijo:
-Lo hice para protegerte...
-¡¿De qué, papá?! ¿De que mi madre es Miku Nakano? ¿De que soy hija de un personaje de anime? -Mi voz temblaba de ira y tristeza.
-No solo de eso... -susurró.
-¡Ya no soy una niña! ¡He vivido 18 años sin una madre! -Las lágrimas corrían por mi rostro. -¡Dime la verdad de una vez!
Él me miró con dolor.
-Sí... tu madre es... Miku Nakano.
Corrí a abrazarlo. No podía soportar verlo tan vulnerable.
-Perdóname, papá... -susurré entre lágrimas.
Él me abrazó con fuerza.
-Kore, sé que es difícil saber esto, pero hice lo mejor que pude.
-Lo sé, papá, pero quiero entender. Leí tu historia con mamá...
-Aunque hay cosas reales en esa historia, el final no es igual a la vida que tuvimos juntos -dijo, mirando un cuadro.
Del cuadro sacó un peluche de Miku.
-Papá... ¿por qué tienes un peluche de mamá? -pregunté, sorprendida.
Él fue a la computadora y abrió una foto: era de Miku con él y conmigo en brazos.
-Papá... ¿qué es esto? -Me acerqué a él y miré la imagen.
-Es cuando estábamos juntos... cuando todo estaba bien.
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"Un camino distinto" Mi Vida Sin Ti
أدب الهواة"Diez años en una hora fueron los mejores de mi vida, pero te perdí... y ahora, 18 años después, sigo sin poder dejarte ir. Te necesito... nuestra hija te necesita. Cada día sin ti es una herida que nunca sana, una ausencia que nunca se llena. No sé...