¿Angel? ¿Demonio?

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Me parece increible que aun este despierta.

Mi capacidad de convertirme en buho esta creciendo.

La puerta suena, de seguro es mi tia.

Tres... dos... uno.

-¿Que haces despierta a esta hora hija?

Nada.

Reparandome las alas, solo eso.

-Bendicion, no puedo dormir desde las 4:10 ¿Que hora es?

-Dios te bendiga, 5:20 ¿Nada de agua?

Sonrei.

Es increible como algunas cosas no cambian.

Antes del ¡Hola! estaba el ¿Nada de agua? Tipico de candy candy.

Era rutina en nuestra casa que faltara el suministro de agua, en el estado y hasta en el pais. Generalizando claro.

-No, nada de agua.

-¡Que problema! ¿No te vas a arreglar?

-Si, claro.

Me levante del sofa, necesitaba una ducha. Mi cara estaba cubierta por una capa pegajosa de lagrimas, sin contar la horrible alergia que me daba picazon en la nariz ¡Que incomodo!

-Necesito un antialergico.

Se escucho el sonido de un papelito y me entrego una pastilla.

-Gracias.

-De nada hija, ve y arreglate.

Entre al sanitario, sin mirarme, sin tocarme, me quite la delantera de la piyama y solita se deslizo hasta mis pies, mi piel.necesitaba estar libre.

Me acerque a la ducha y abri el grifo sin pensar. El agua me inundo el cabello, el rostro, el cuerpo entero. Estaba tan fria que me erize como un gato, lo necesitaba. Necesitaba limpiarme, quitarme toda la suciedad del dia anterior, los recuerdos y las lagrimas pegadas como ceramica a mi rostro.

Fue liberador, por un momento mi alma se volvio pura.

Suspire, realmente lo necesitaba.
Me secaba con la tualla, con sus dedos. Lo sentia presente a cada momento y en cada rincon.
Estaba loca, supongo, pero de verdad podia sentir su contacto en mi piel.

Al deslizar la tualla la sensibilidad de mi piel se intensificaba, cada rincon donde el beso o toco se delataba.

Era imposible sacarlo de mi.

Podria ducharme mil veces, llenarme de miel, yeso o hasta de esperma de vela. Volverme seda o cuero, aun asi, el recuerdo de sus manos por mi cuerpo no se desvanecia.

Todavia podia sentir su boca en mi cuello, en mis muslos, en mi espalda.

Su recuerdo permanecia alli y ni yo misma podia evitarlo.

Deje de secarme, me abraze a la tualla con una intensidad y una fuerza apropiadas para el momento.

En cada rincon, absolutamente en cada rincon estaba el.

¡Que impotencia dios!

Llore hasta mas no poder y luego solo me seque las lagrimas, me lave el rostro y volvi a ser la hija de puta mas fria y fuerte que conocia.

Me vesti, maquille y desayune evitando el tema aunque mi subconsciente me traicionara en ocasiones.

Tome mis llaves, me despedi de mi tia y cerre la puerta.

A partir de alli todo fue musica.

Lo logre, logre mantenerme sin recuerdos por los siguientes 20 minutos antes de llegar al colegio.

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